Los usuarios de carsharing pueden evitar riesgos de contagio siguiendo unas breves y concisas recomendaciones a la hora de entrar y comenzar a usar el vehículo
La crisis de los coches compartidos: Respiro deja de operar en Madrid y en el resto de sedes
La empresa de coches compartidos propiedad de SEAT se enfrenta a un futuro incierto y cierra su sede en Madrid, pero seguirá en Hospitalet y Palencia.
Hace unos pocos años, esto parecía que iba a ser el futuro. Los coches compartidos iban a permitir moverse por la ciudad utilizando vehículos de alquiler y que por sus características iban a poder moverse por las zonas con restricción de movimiento por sus emisiones contaminantes. Pero esto ha durado poco y parece que las empresas que se encargan de este asunto se encuentran en graves problemas financieros.
Es el caso, por ejemplo, Respiro, la empresa de movilidad compartida propiedad de SEAT. La matriz ya había anunciado el pasado mes de junio su preocupación acerca del estado financiero de Respiro y se sabía que buscaba una solución para la filial. Pero finalmente, ya ha anunciado que el lunes 31 de agosto será el último día en que operará en Madrid.
Poco uso del coche compartido
Aunque se veía como una solución muy adecuada para moverse por la ciudad, los coches compartidos se han visto afectados por el miedo al contagio de los usuarios. La posibilidad de contraer la enfermedad por utilizar un coche que han utilizado otras personas ha hecho que los usuarios se lo piensen mucho a la hora de optar por este tipo de vehículos para circular por las grandes ciudades.
Respiro fue comprada por SEAT por cinco millones de euros, con la idea de adentrarse en este, en principio, boyante negocio. Pero no ha sido tan rentable como esperaban y han tenido que replegar velas. Madrid dejará de contar con el servicio de carsharing ofrecido por Respiro, aunque hay otras empresas que ofrecen este servicio todavía.
Hace solo dos años, la filial de SEAT renovó parte de su flota con 180 vehículos de la empresa impulsados con gas natural. Este tipo de vehículos son los que se han utilizado para el servicio de car sharing, además de algunos recientes Mii eléctricos, que han reforzado la oferta. Por desgracia, la caída del uso de los coches y la falta de interés real de un buen número de usuarios ha provocado el abandono de la capital por parte de la empresa.
Además, Respiro ha paralizado también sus actividades en sus sedes en Hospitalet de Llobregat y Palencia. En el primero ofrecía el servicio con 16 SEAT Ibiza TGI. En Plasencia el servicio estaba compuesto por tres Renault ZOE, el eléctrico francés y un Clio de gasolina. ¿Seguirá esta debacle en las empresas de car sharing en nuestro país, siguiendo el camino que han llevado las que alquilaban patinetes y bicicletas eléctricas? Veremos cómo evoluciona este mercado.
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