La crisis del coronavirus podría fomentar el uso del transporte privado
El coronavirus se está encargado de dejar numerosos estragos tanto a nivel social como económico y sanitarios, los cuales afectarán al transporte.
Ya sabemos que esta dura etapa que nos ha tocado vivir cambiará la normalidad a la que estábamos acostumbrados hasta hace unos pocos meses. Estos cambios se aplicarán en numerosos ámbitos, pero, sobre todo, en el sector del transporte. Y es que los datos hablan por sí solos. Hace un año a estas alturas se estaban realizando en nuestro país miles de vuelos al día, y en la actualidad apenas una centena. Sin lugar a dudas, esto se debe al confinamiento que estamos padeciendo los españoles -y muchos otros países-, pero, aún así, nos encontraremos con importantes secuelas.
Hasta la fecha, se estaba haciendo un esfuerzo común para fomentar el uso del transporte público o diferentes sistemas de carsharing. Dichas opciones permitían a numerosos usuarios de grandes urbes como Madrid o Barcelona desplazarse no solo de una forma más económica, sino también contaminando mucho menos.
No obstante, el confinamiento y la consecuente reducción de movimiento han conseguido que los niveles de CO2 se reduzcan drásticamente pero, ¿qué va a pasar una vez que recuperemos esa ansiada normalidad? Desde el Gobierno están desarrollando diferentes planes para que la sociedad vuelva a poder desplazarse de una forma segura y con ciertas medidas para evitar la propagación del coronavirus, pero esto tendrá sus consecuencias.
Es cierto que las diferentes empresas de transporte público están estableciendo un protocolo para la vuelta a la actividad normal y para proteger a sus usuarios, pero todo apunta a que será el transporte privado el que salga más favorecido de esta crisis sanitaria. Tal vez esto no sea tan apreciable en las grandes ciudades, donde el metro y la bicicleta tengan un gran protagonismo, pero sí que se experimentará en los desplazamientos nacionales.
De momento, algunas compañías aéreas han confirmado que no están dispuestas a reducir el aforo de sus vuelos una vez que se reactiven, puesto que los gastos generados podrían ser superiores a las ganancias. Con esta premisa, se daría una subida bastante notable de los precios de los vuelos, a lo que, si le sumamos el miedo general por poder contraer el virus, hará que muchos ciudadanos apuesten por viajar en su vehículo privado cuando se trate de movimientos dentro del mismo país.
Esto también podría afectar a empresas de alquiler, las cuales tomarán medidas mucho más drásticas de desinfección de su flota de vehículos. Sea como fuere, debemos estar preparados para afrontar un cambio social y económico que hará que nuestra vida cambie en diferentes aspectos tras la vuelta a la normalidad.
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