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Continúa la guerra al diésel: algunas ciudades alemanas estudian prohibir los más antiguos
La guerra al gasóleo es una realidad, una realidad que se ha multiplicado en los últimos meses a nivel mundial. Ahora mueven ficha las autoridades alemanas, que han decidido iniciar los trámites para llegar a prohibir la circulación a los diésel más antiguos en algunas ciudades del país.
La guerra al gasóleo es una realidad, una realidad que se ha multiplicado en los últimos meses a nivel mundial.
Ahora mueven ficha las autoridades alemanas, que han decidido iniciar los trámites para llegar a prohibir la circulación a los diésel más antiguos en algunas ciudades del país.
La movilidad personal mediante la utilización de combustibles fósiles se ha convertido en uno de los puntos calientes en cualquier debate en el que la contaminación esté implicada. Es obvio que esta «solución» es temporal, tarde o temprano -más temprano que tarde- se agotarán estos recursos.
Pese a que la técnica y la tecnología ha avanzado de forma superlativa con el paso de los años, las emisiones contaminantes de los motores térmicos siguen siendo un problema candente. Tal es así, que el ministro de medio ambiente de Alemania Jochen Flasbarth ha anunciado que la administración va a iniciar en las próximas semanas el proceso para sacar adelante una ordenanza con el que los ayuntamientos podrán restringir la circulación a los vehículos diésel más antiguos.
En los últimos años las cifras de ventas anuales de turismos en Alemania rondan los 3 millones de unidades. De estos 3 millones, aproximadamente el 50% están propulsados con motores diésel. Son muchos motores emitiendo partículas contaminantes y gases muy perjudiciales a la atmósfera.
El 50% de los vehículos vendidos en Alemania montan propulsores diésel
Por eso, las autoridades alemanas se han propuesto restringir la circulación a los vehículos equipados con motores diésel más antiguos, aquellos que emitan cantidades muy elevadas de elementos como el NOx, altamente perjudiciales tanto para el medio ambiente como para la salud de los ciudadanos.
Las reacciones no se han hecho esperar. Una de las primeras respuestas a este movimiento de la administración ha llegado de la mano de la asociación de fabricantes alemanes de vehículos, que hablan prácticamente de un «suicidio» económico debido a las restricciones, que afectarían gravemente a las ventas de vehículos en el país.
Curiosamente, apenas el 33% de los vehículos diésel que circulan en Alemania cumple con la normativa anticontaminación Euro 6, la más estricta actualmente, que limita las emisiones de NOx a un máximo de 80 gramos por km.
Por otro lado, la Agencia Europea del Medio Ambiente alega que, en Alemania, alrededor de 10.000 muertes anuales están provocadas o directamente relacionadas con las emisiones bien de partículas o bien de NOx. Es evidente que la batalla ha comenzado…pero ¿serán capaces de llegar a un acuerdo las marcas y la administración?
Fuente | Autonews.com
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