4C Alfa Romeo Deportivos Pruebas
Contacto: Alfa Romeo 4C, diseño exterior e interior
Highmotor ya ha tenido la posibilidad de conducir uno de los vehículos más esperados de los últimos años. Hablamos del Alfa Romeo 4C, del que en éste artículo os contamos todos los detalles de su diseño tanto exterior como interior, que no deja indiferente a nadie.
Hemos tenido entre manos la última creación de la firma italiana. Hablamos del Alfa Romeo 4C, uno de los vehículos más esperados de los últimos años.
En este primer artículo os hablaremos en profundidad del diseño exterior e interior de este pequeño Alfa con alma y maneras de superdeportivo. ¿Nos acompañas?
Este Alfa Romeo marca un antes y un después dentro de la compañía. Con este modelo, Alfa demuestra de lo que es capaz, enseñándonos el camino que seguirá a partir de ahora en todos sus modelos.
El 4C nace como sucesor -al menos en espíritu- del 8C Competizione, una edición limitada de 500 unidades que Alfa Romeo lanzó basado en los Ferrari y Maserati de la época. En esta ocasión, el 4C recurre a material puramente Alfa. Tan sólo la fabricación, que se realiza en la fábrica de Maserati en Módena, nos retrotrae a aquel modelo tan especial.
Fabricado de forma artesanal, el 4C recurre a un bastidor monocasco de fibra de carbono. Su peso es de sólo 65 kg, lo que supone un ahorro espectacular respecto a un monocasco tradicional. A ese bastidor, que forma la célula de habitabilidad, se le suman dos sub-bastidores realizados en aluminio. Este conjunto forma el chasis del 4C.
Una vez tenemos el chasis, el 4C comienza a tomar forma cuando se le añaden las piezas de carrocería, formadas en su mayoría por fibra de vidrio. Los paragolpes están hechos de policarbonato, flexible, resistente y reparable. El peso en vacío del 4C es de 920 kg, una de las cifras más bajas dentro de los vehículos de calle. La longitud del 4C no supera los 4 metros (3,99 m), lo que nos permite manejar el coche con relativa facilidad.
Una de las premisas a la hora de concebir este vehículo fue la ligereza. Nada en este Alfa Romeo se ha dejado en manos del azar. Los materiales están pensados para ofrecer la máxima resistencia con el mínimo peso. Los faros, por poner un ejemplo, están construidos en una estructura de fibra de carbono. Los discos de freno son también otro de los elementos donde mejor se aprecia el ahorro de peso. El núcleo está construido en aleación ligera, lo que le permite ahorrar 3 kg.
Exterior
El exterior del Alfa Romeo 4C es simplemente sensacional. Con un diseño inspirado en el 33 Stradale, un deportivo de la marca italiana de los años 50, esta reinterpretación moderna llama la atención allá por donde pisa.
El frontal es muy bajo, apenas un palmo lo separa del suelo, lo que nos obliga a poner toda nuestra atención cuando conducimos sobre badenes o inclinaciones algo mayores de lo normal. La altura del vehículo es muy reducida, para que nos hagamos una idea, su techo alcanza una altura similar a la línea de las ventanillas de cualquier compacto actual. El lateral también destaca por unas líneas fluidas y elegantes, que forman pasillos y caminos para que el aire realice su función aerodinámica.
En la parte trasera encontramos también un diseño Alfa muy reconocible, con dos grupos ópticos redondos que nos recuerdan vagamente a las formas de los actuales Ferrari. Un difusor plenamente funcional flanqueado por dos grandes salidas de escape conforman la parte inferior, añadiendo el toque racing.
Interior
Solo con asomarnos al interior, nos damos cuenta que no estamos ante el típico coche de aire deportivo. Tenemos enfrente una auténtica máquina de conducción, donde las concesiones al lujo y al confort se han reducido al máximo. De hecho, algunos lugares del habitáculo ni tan siquiera están tapizados, dejando al descubierto la fibra de carbono, los metales o los cables.
Dos asientos deportivos acomodan a los ocupantes, el del copiloto sin ningún tipo de regulación. El salpicadero es simple, buscando la funcionalidad, con los mandos justos y necesarios para que el conductor se centre exclusivamente en disfrutar al volante.
Hablando del conductor, éste disfruta de un volante de dos radios y pequeño tamaño, además de dos pedales (freno y acelerador) con gran parte de su mecanismo en el habitáculo. De hecho, la bomba del servofreno está situada justo detrás del pedal, a la vista de los pasajeros. ¿La razón? La perfecta distribución del peso.
La instrumentación se aglutina en una pequeña pantalla TFT a color, donde encontramos todos los datos necesarios para controlar los parámetros del vehículo. Una pequeña consola central sirve de soporte para los mandos de los elevalunas, los espejos eléctricos, la caja de cambios y el Alfa DNA, el sistema de modos de conducción del fabricante italiano.
Si hablamos de espacio, dos ocupantes viajarán relativamente cómodos dentro del habitáculo, ya que es lo suficientemente ancho y alto como para acoger a personas de estatura media-alta. Sin embargo, no existe ningún lugar donde el copiloto pueda descansar sus brazos, algo que a la larga, resulta irritante.
En el próximo artículo hablaremos de los detalles técnicos y de las impresiones de conducción que nos ha dejado este pequeño deportivo italiano, no te lo pierdas.
Fuente | Highmotor y Alfa Romeo
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