El consumo de petróleo en 2030 solo caerá un 1%, pese a los vehículos eléctricos

Cada poco tiempo, la industria del petróleo realiza unos estudios para comprobar cómo irá el consumo de ese producto tan presente en nuestras vidas de las más variadas formas. Una de las principales es en forma de combustible, claro. Los coches siguen funcionando con motores de gasolina y diésel, así que la mayor parte de la producción se decanta hacia la industria de la automoción. Pero se dice que a partir del año 2020 los coches híbridos y eléctricos comenzarán a ser los más vendidos, así que, ¿qué pasará con el petróleo?

El informe que ha presentado en el Congreso Internacional del Petróleo en los Emiratos Árabes Unidos indica que, aunque se de un escenario en el que todos los coches vendidos en el año 2030 sean híbridos o eléctricos, la caída de demanda de petróleo solo caerá alrededor de un 1%. Una disminución que parece muy poco si todos los vehículos vendidos prescindan en gran manera de los combustibles fósiles, pero que tiene su lógica.

Se calcula que durante ese año, 2030, habrá unos 1.600 millones de vehículos en todo el mundo, 25 millones de ellos en España y que pese a las ventas de coches más sostenibles el 85% de los mismos tendrán motores de combustión y el 15% serán coches híbridos y de ellos, un 5% híbridos enchufables y totalmente eléctricos. No es una cifra pequeña, pero no será el despegue total que todo el mundo espera que sea. El ahorro en combustible en España será de unos 51 millones de toneladas, alrededor el 1% del consumo previsto y que representa unos 10 millones de dólares en las cuentas de la compañía.

Para las petroleras el efecto de la aparición de de los coches híbridos y eléctricos en los mercados de todo el mundo no será muy grande, porque los vehículos pesados seguirán siendo los que tiren de la demanda, ya que es más complicado que se avance de manera tan rápida en este segmento con grandes necesidades de combustibles. También hay que tener en cuenta que los coches se cambian cada 11 años de media, por lo que el traspaso hacia la electrificación será muy progresiva y más lenta de lo esperado.

Pero el petróleo es mucho más allá de lo que representa el mundo del motor, por lo que las compañías petroleras derivarán hacia otras industrias, como la petroquímica. Así, pese a que los coches irán prescindiendo de los combustibles fósiles, el petróleo seguirá siendo importante, tanto para continuar propulsando a los coches que seguirán utilizando los motores de combustión como para otras industrias, por lo que no nos libraremos de la necesidad de utilizarlo.