Consejos a tener en cuenta para circular sobre nieve
El invierno parece haberse adelantado en España con la llegada de las primeras nevadas copiosas, por lo que no está demás recordar las principales pautas a tener en cuenta para circular con nieve. En este artículo os hemos recogido la que a nuestro parecer deben de ser imprescindibles.
Tras el otoño bastante seco y templado que hemos tenido en España, a muchos les habrá pillado desprevenidos el giro que ha tomado la meteorología en tan solo una semana. Por segunda vez en menos de un mes las nevadas han vuelto a cubrir nuestras montañas, ahora de manera más copiosa, mientras que las lluvias y las granizadas han hecho acto de presencia en las ciudades.
Todos estos fenómenos meteorológicos se mezclan con noches muy frías en las que las heladas ya empiezan a ser en algunos puntos considerables, al menos en el norte de la península, por lo que no está demás que le echéis un vistazo a los consejos para conducir en condiciones adversas de frío que os dejó mi compañero Víctor. Por mi parte, os quiero recordar las indicaciones a tener en cuenta para circular sobre nieve, ya que nunca está demás tenerlas presente.
El elemento principal de nuestros vehículos en condiciones de nieve son nuestros neumáticos. Es imperativo que se encuentren en perfectas condiciones y, aunque por ley no sea obligatorio en España, si se circula especialmente por la meseta norte equipar neumáticos de invierno es una buena elección. Como bien ya sabréis, estos neumáticos no son solo para utilizarlos cuando nos pille una nevada, sino que nos proporcionarán una seguridad extra en caso de lluvia y en zonas donde la temperatura no rebase los 7 – 10 grados.
Yo he tenido la oportunidad de probar neumáticos de invierno en distintos vehículos, con bastante diferencia entre unos y otros en cuanto a motorización y características, y creerme que la diferencia es notable respecto a un neumático de verano en condiciones adversas. Por poneros un ejemplo, la diferencia está en que dar una curva sobre nieve a unos 25 – 30 Km/H puede suponer el trazarla sin problema o acabar con el coche subido en el talud de nieve.
Los neumáticos de invierno son más caros que los de verano, por lo que es en cierto modo lógico que no todo el mundo esté dispuesto a ese desembolso, unido al engorro de tener que cambiarlos si no tienes otro juego de llantas. Si circulas con neumáticos de verano y te mueves por zonas en las que nieva o con alta probabilidad de que lo haga, no está demás que tengas un juego de cadenas en el maletero, ya sean metálicas o textiles.
Si te animas con las cadenas, por favor, no seas de esas personas que esperan a estar en medio de una nevada para averiguar como se ponen las cadenas. Posiblemente crearás un atasco, la gente que si pueda circular también se verá afectada, por consiguiente las quitanieves no podrán hacer su trabajo y, esperemos que no, se podría provocar un accidente. Si ya las tienes puestas no te olvides de desactivar el ESP, si no lo haces la conducción puede resultar incómoda y podrías sobrecalentar los frenos ya que este sistema está diseñado para funcionar en superficies con agarre. ¡Ah! Por cierto, no las pongáis al menor atisbo de nieve, solo conseguiréis destrozar las cadenas y el neumático.
Pero si lo tuyo es jugar con riesgos y vivir al límite, no llevas neumáticos de invierno ni cadenas, más vale que sepas donde te metes porque la puedes liar parda. Si no lo sabes mantén la calma, no pegues acelerones y frenadas bruscas e innecesarias y hazlo siempre con el coche recto o perderás totalmente el control de la situación. Es conveniente que dosifiques el freno a la vieja usanza, es decir, como si no tuvieras ABS, y circular en marchas cortas para utilizar el freno motor y tener la máxima tracción disponible.
Como veis, la suavidad en la conducción es primordial, y cuando llegamos a una curva se hace si cabe más necesario para no perder el control de nuestro coche. Los giros del volante no tienen que ser excesivos, en la medida de lo posible, para evitar el subviraje y, en caso de perderlo, nunca debemos centrar nuestra visión hacia donde se nos va el coche, sino buscar en todo momento con la vista la salida de la curva.
Si con tus habilidades, más estos consejos si te han resultado útiles, llegas a tu destino sin ningún percance tienes que tener en cuenta un par de cosas más. Nieve, heladas y frío van unidos de la mano, así que cuando dejes estacionado tu vehículo deja una marcha engranada y no pongas el freno de estacionamiento a tope, déjalo con un par de puntos menos por si se congela y que no te cueste tanto quitarlo; los limpiaparabrisas déjalos abatidos para que no se pegue la goma al cristal por el frío y por último y muy importante, que no se te ocurra echar agua tibia o caliente por encima del cristal para descongelarlo, el cambio de temperatura podría rajar la luna y trastocar todos tus planes.
Para terminar, recuerda siempre iniciar tus viajes con el depósito lleno por lo que pueda pasar, nunca sabes si tendrás que hacer noche en la carretera, imprescindible ropa de abrigo, batería del teléfono llena y llevar un poco de comida nunca está de más.
A mi me gusta mucho conducir con nieve y por mis hobbys la suelo frecuentar bastante, estos consejos están basados en mis experiencias vividas en la carretera y en eventos de conducción, seguramente se me olvida alguno pero creo que estos son los principales que todo conductor debe conocer. ¿A vosotros se os ocurre alguno más que sea imprescindible o queréis contarnos alguna experiencia? Compartirlo con nosotros y de paso también aprendemos.
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