Consejos para aumentar la seguridad al volante esta Semana Santa

La Semana Santa es motivo de vacaciones para millones de personas en toda España, presentándose como un merecido descanso antes del verano. Lamentablemente, la operación salida produce cientos de accidentes. Tan solo en 2014, 12.000 familias tuvieron que ser atendidas por algún tipo de accidente, cifra un 5,2% superior a 2013, teniendo lugar un gran número de estos incidentes en Jueves Santo.

También hacen especial hincapié en las principales averías en Semana Santa, encontrándose a la cabeza, con un 27,56% las baterías descargadas o en mal estado, mientras que el 12% de los percances fueron provocados por un pinchazo o reventón. Este año se espera que 13,5 millones de vehículos se desplacen por el territorio nacional y, desde el RACE, nos traen esta serie de consejos para aumentar la seguridad al volante.

Comprobar todos los niveles, batería, neumáticos y sistema de limpiado, así como el estado de los elementos necesarios en caso de avería, como los triángulos de emergencia, el chaleco reflectante o el gato.

Antes de salir, programar el viaje para evitar posibles desvíos de ruta, así como descansar antes de ponerse al volante. La fatiga es una de las causas que más aumentan el riesgo de accidente. Finalmente, repartir la carga de forma homogénea, asegurando no dejar objetos sueltos que, en caso de frenada brusca, puedan salir despedidos. Esta norma se aplica a los animales, los cuales deberán ir debidamente atados o en dispositivos de trasporte para evitar posibles lesiones.

Una vez en el camino, respetar las normas, no consumir alcohol y el uso de sistemas de retención para todos los ocupantes será la premisa necesaria antes de poner en marcha el vehículo. Es recomendable realizar paradas cada dos horas o 200 kilómetros, para evitar la aparición de la fatiga.

Cuando circulamos por autovías, mantener la distancia de seguridad, utilizar el carril de la derecha, excepto para adelantar, volviendo lo antes posible a este carril. No se debe olvidar que al final de los trayectos aumenta el riesgo para la seguridad y que esta no debe ser descuidada ni siquiera en trayectos cortos, aunque se conozca la carretera.

Para una conducción nocturna, hay que ser consciente de la fatiga provocada por la carga de atención adicional que supone una menor visibilidad. Se deben revisar todo el sistema de alumbrado y aumentar la distancia de seguridad. En caso de observar un accidente, recordar la conducta PAS: Proteger de nuevos riesgos, Avisar a las emergencias y Socorrer a los heridos en los casos de extrema gravedad.