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Conducimos los nuevos MINI Cooper y MINI Countryman eléctricos: cuando la eficiencia y la diversión al volante se dan la mano
Si hay dos vehículos a los que les sienta de maravilla la electrificación total es a los nuevos MINI Cooper y MINI Countryman eléctricos, coches con «chispa» que sorporenden por su diseño interior y convencen al conducirlos.
Poco después de desvelar el Aceman, MINI nos ha convocado para conducir los dos modelos que, por tamaño, se colocan en la gama justo por debajo y por encima del crossover: los nuevos MINI Cooper Eléctrico y MINI Countryman Eléctrico.
Dos modelos, como vamos a ver a continuación, muy interesantes por lo bien que integran la electrificación total en sus respectivos conceptos: un urbano de capricho el Cooper, y un SUV en el caso del Countryman que, ahora más que nunca, puede hacer las veces de único coche en una familia, gracias a su aumento de tamaño.
Además, y como parte de la decidida apuesta de la marca por la electrificación, los dos modelos llegan con buenas noticias: la marca incluye en los dos casos -y en toda su gama eléctrica- un wallbox y su instalación de regalo, y 400 euros de saldo para utilizar en recargas con el servicio MINI Charging, lo que daría para recorrer alrededor de 5.000 km, al menos teniendo en cuenta los consumos homologados. No está mal, como «incentivo» a unos coches más atractivos que nunca, y que conservan toda la esencia Mini.
Mini Cooper E y Cooper SE: no hay quinto malo
No es el primer Mini Eléctrico, pero la quinta generación del Mini Cooper sí la primera de este modelo que no se ofrece con motores de combustión. Algo que no debería ser un problema, si tenemos en cuenta lo bien que va el nuevo Mini Cooper Eléctrico… y la evolución que ha experimentado el pequeño y divertido utilitario. Como muestra, un botón: el nuevo Mini Cooper E ya supera prácticamente en todo al primer MINI Cooper SE que probamos en 2020 y que tanto nos gustó. Y apenas han pasado 4 años…
Pero vamos al lío. Esta nueva generación del Cooper mantiene toda la esencia «Mini», y el diseño está, como nos tiene acostumbrados la marca, muy logrado. Se ha buscado una mayor simplicidad y limpieza de líneas, y se ha conseguido, con detalles como las manetas de las puertas enrasadas con la carrocería, la eliminación de cromados o la ausencia de guardabarros, dando la sensación de que los paragolpes y la carrocería forman un solo bloque.
Las dimensiones son ligeramente mayores, con apenas 1 cm más de longitud, y 3 cm más de distancia entre ejes, altura y anchura. Seguimos estando, por lo tanto, ante un coche pequeño por fuera… y por dentro, con unas plazas traseras a las que es difícil acceder y con poco espacio, y un maletero que se queda en 210 litros. Lo que se dice un auténtico utilitario «de capricho», que prácticamente no tiene rivales. Lo más parecido en tamaño y planteamiento sería un Abarth 500e,menos potente y también más barato.
El habitáculo del Mini Cooper: digital y personalizable
El interior de los nuevos Mini también presenta un diseño completamente renovado, pero con un protagonista: la pantalla central OLED circular de 24 centímetros de diámetro, que sigue estando en el centro del salpicadero, aunque algo más cerca del conductor, para facilitar su manejo táctil.
En Mini han decidido prescindir de la instrumentación detrás del volante -como Volvo en su EX30-, algo que particularmente no termina de convencerme, porque no me gusta tener que apartar tanto la vista de la carretera para consultar información como la velocidad a la que circulo o la autonomía. Se soluciona con el HUD, que proyecta información en el parabrisas, aunque es opcional.
Lo que no se puede discutir es la magnífica calidad de la pantalla y lo bien que ha resuelto Mini lo que llaman «experiencia inmersiva»: los distintos modos de conducción (tres de serie, cuatro más opcionales) cambian la presentación de la información con una llamativa secuencia de sonidos y luces creando auténticos ambientes, lo que permite un alto grado de personalización que incluso encaja con el estado de ánimo del usuario en cada momento.
Además, el sistema operativo 9 del Grupo BMW, que ya pudimos probar en el BMW X2, es una auténtica maravilla por rapidez de procesamiento y por las múltiples posibilidades que ofrece gracias a la conectividad de alta velocidad y a la navegación basada en la nube. También llega a los nuevos Mini el asistente personal inteligente, que se activa mediante un botón en el volante o a través del comando de voz «Hey Mini».
Dos versiones, con hasta 218 CV y 402 km/h de autonomía
La versión de acceso a la gama, el MINI Cooper E, tiene una potencia de 135 kW (184 CV), y una batería de 36,6 kWh de capacidad neta (40,7 kWh bruta) que permite homologar una autonomía de hasta 305 km. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos, y tiene un precio desde 35.250 euros.
En cuanto al MINI Cooper SE, la potencia en este caso asciende a 160 kW (218 CV), y la batería pasa a ser de 49,2 kWh netos (brutos: 54,2 kWh) , aumentando la autonomía WLTP hasta los 402 km. Esta versión acelera de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos, y tiene un precio desde 38.850 euros.
Una diferencia, de poco más de 4.000 euros, que «invita» a dar el salto y elegir el Cooper SE, aunque el modelo de acceso ya va bien servido en cuanto a prestaciones y autonomía, sobre todo para ser un coche de planteamiento urbano. En los dos casos se puede cargar con corriente alterna a una potencia máxima de 11 kW, y con corriente continua a 75 kW para el Cooper E, y a 95 kW en la versión más potente. De este modo, en ambos es posible pasar del 10 al 80% de capacidad de la batería en media hora, utilizando un punto de carga rápida.
Hemos conducido brevemente el Cooper SE, y las sensaciones no pueden ser mejores: si hay un coche al que le siente bien la electrificación es al pequeño Cooper, que se mueve con una agilidad pasmosa en el tráfico urbano, pero se transforma y ofrece prestaciones y tacto de GTI en el modo de conducción más deportivo «Go-kart».
No podía estar mejor elegido el nombre, porque el Cooper SE transmite sensaciones similares a las de conducir un Kart en cuanto a agilidad y rapidez de respuesta. Un verdadero «juguete». Aparte, de serie se puede elegir entre otros tres programas, que Mini llama «Experience modes: Core y Green. Además de la respuesta del motor, cada programa modifica el diseño de la instrumentación y la decoración interior actuando sobre la iluminación ambiental. Y hay otros cuatro modos opcionales…
Mini Cooper E y SE – Galería de imágenes
Mini Countryman E y SE All4: más SUV que nunca
En el caso del Mini Countryman, las dimensiones de esta nueva generación suponen un cambio de tercio importante: con 13 centímetros más de longitud -llega a los 4,44 metros- y 6 centímetros más de altura, y sobre todo con sus 460 litros de capacidad de maletero, el nuevo modelo ahora sí es una alternativa para quienes necesitan un SUV familiar pensando en una utilización diaria. Algunos de sus rivales, considerando modelos 100% eléctricos, serían su «primo-hermano», el BMW iX1, además del Mercedes-Benz EQA.
A diferencia del Cooper, en la gama Countryman se mantienen las versiones con motores de combustión, tanto gasolina como diésel. En cuanto a la gama eléctrica, de nuevo dos versiones. El Countryman E tiene un motor de 150 kW (204 CV) que permite una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,6 segundos. Su precio parte desde 45.250 euros.
Por su parte, el Mini Countryman SE All4 utiliza un motor en cada eje, para proporcionar una potencia de sistema de 230 kW (313 CV) y un par máximo de casi 500 Nm. Palabras mayores, como confirman los apenas 5,6 segundos que necesita esta versión para cubrir el kilómetro con salida parada, cifra propia de un auténtico deportivo. El precio parte desde los 51.250 euros.
En los dos casos la batería tiene una capacidad neta de 64,6 kWh (bruta: 64,7 kWh), lo que lleva la autonomía homologada a valores que confirman el planteamiento del nuevo Countryman como coche para todo, incluso para viajar: hasta 462 km para el Countryman E, y hasta 432 km en el Countryman SE All4. Aquí, además de carga con corriente alterna a 11 kW se puede optar opcionalmente por llevar la potencia de carga hasta los 22 kW. Y se puede recargar con corriente continua a un máximo de hasta 130 kW.
En el caso del Countryman pudimos conducir el SE ALL4, para confirmar que la versión más interesante es… el Countryman E. En un coche de este planteamiento no necesitas los 313 CV y la impresionante capacidad de aceleración del SE ALL4, y no vienen nada mal los kilómetros extra de autonomía. Sobre todo, teniendo en cuenta que el motor de 204 empuja mucho y bien. No es un SUV que destaque por el confort de marcha, pero aunque la suspensión es firme, para mantener ese carácter Mini cuando llegan las curvas, es un coche perfectamente válido también para viajar.
Mini Countryman Eléctrico – Galería de imágenes
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