Conducimos el nuevo Toyota C-HR, ahora también híbrido enchufable

El nuevo Toyota C-HR apenas varía en dimensiones respecto al anterior: 4,36 m de longitud, 1,83 de ancho y 1,56 de alto, que mantiene la misma distancia entre ejes, 2,64 m. Sin embargo, la nueva disposición de elementos y la cintura más baja a la altura de las ventanillas traseras hace que mejore un poco el espacio y la sensación de habitabilidad. La capacidad del maletero aumenta hasta los 388 litros en el caso de la versión 140H; se reduce a 364 litros el C-HR 200H de tracción delantera y a 362 litros en el 200H AWD-i, de tracción total.

Ya no será exclusivamente híbrido, a principios de 2024 se ofrecerá también una interesante versión híbrida enchufable con autonomía eléctrica en torno a los 70 km. La nueva gama Toyota C-HR  arranca con la versión 140H de 140 CV y un precio desde 31.750 euros, mientras que el 200H, de 196 CV, está también disponible con tracción total AWD-i, apoyada en un motor eléctrico posterior que aporta 41 CV adicionales, gestionado de manera electrónica.

Tres niveles de acabado

La terminación Active, está disponible con la mecánica 140H por 31.750 euros, como versión de acceso a la gama, e incluye llantas de aleación de 17 pulgadas, faros delanteros LED, sistema de acceso sin llave, detector de ángulo muerto, dispositivo multimedia Toyota Smart Connect con una pantalla de 8 pulgadas y cámara trasera.

El Advance, por 750 euros más, está disponible para el 140H por 32.500 euros o por 35.000 en el 200H y añade llantas de 18 pulgadas, asiento con soporte lumbar eléctrico para el conductor, asiento del pasajero regulable en altura, sensores de aparcamiento, alerta de tráfico cruzado posterior, cargador inalámbrico y pantalla central táctil de 12,3 pulgadas. Por 2.500 euros adicionales se ofrece el Paquete Advance Plus, con carrocería bitono, portón motorizado, faros delanteros PrismaLED, paquete Style, sistema Smart Digital Key y techo panorámico aislante Skyview.

El acabado GR Sport sólo está disponible para la versión 200H, por 38.500 euros, y en el 200H AWD-i, por 40.500 euros, incluyendo llantas de 19 pulgadas, carrocería bitono, faros PrismaLED, asientos delanteros Sport calefactables, iluminación ambiental inteligente, ionizador de partículas y portón trasero con apertura eléctrica.

Mayor eficiencia

En las dos motorizaciones se anuncian cifras de consumo más bajas que en las anteriores ediciones del modelo, 4,7 l/100 km en el C-HR 140H y 4,8 en el 200H. También con valores de ruido inferiores al de la edición precedente.

La versión 220PH, híbrida enchufable, emplea el motor 2.0 de 152 CV complementado con un motor eléctrico de 163 CV y una batería de 13,8 kWh, lo que le permite alcanzar una autonomía en modo exclusivamente eléctrico de 66 kilómetros. Dispone de tres niveles de recuperación y una función para activar el funcionamiento en modo eléctrico al entrar en una zona de bajas emisiones.

El puesto de conducción ha mejorado claramente respecto al anterior, con una pantalla de 12,3 pulgadas para la instrumentación y otra también de 12,3 pulgadas para el sistema multimedia. También ha ganado en tecnología, ya que los asistentes a la conducción se pueden actualizar vía “nube” Over The Air. Es novedad el control de aceleración errónea a baja velocidad, capaz de ralentizar el uso del acelerador en caso de riesgo de colisión. También se ofrece el sistema proactivo de asistencia a la conducción, que reduce la velocidad cuando circula por delante un vehículo a menor velocidad o al acceder a una rotonda.

Buen comportamiento

El 200H AWD-i con 197 CV, anuncia buen nivel de prestaciones, con velocidad limitada a 180 km/h y aceleración de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos. El ruido del motor de combustión si nos ha parecido elevado al pisar el acelerador con decisión, con sensación de resbalamiento del cambio mientras alcanza velocidad, ya que el motor alcanza un elevado régimen de giro.

Ofrece muy buen comportamiento, se mueve con agilidad en zonas de curvas enlazadas y transmite gran precisión en las trazadas. Es de esos coches fáciles de conducir y agradecidos, ya que perdonan alguna “colada” en la trayectoria, gracias a una dirección muy precisa, unos potentes frenos y unas suspensiones que, sin ser incómodas, sujetan bien las oscilaciones de la carrocería en curva.

Por su parte, el consumo es bajo con medias  en el entorno de los 6,0 l/100 km, circulando en tráfico fluido en zonas interurbanas y a ritmos vivos en tramos más sinuosos.