Conducimos el nuevo Skoda Superb y podemos confirmarlo: es la mejor berlina de su clase

Skoda va como un tiro. En 2023 cerró con una cifra de ingresos récord, y en lo que llevamos de 2024 va por el mismo camino. En cinco países europeos es la marca más vendida, con otros cinco en los que figura en segunda posición, y tres más en tercer lugar, totalizando 13 «podios». En concreto, en el mercado español, en el acumulado de enero a junio Skoda crece más de un 11%, el doble que el mercado, estableciendo un nuevo récord. Además, Skoda es la más rentable dentro del denominado «grupo de marcas core» (las generalistas, dejando a un lado las premium) del Grupo Volkswagen.

¿Y cuál es el secreto de estos resultados? Pues coches «redondos», con una magnífica relación entre lo que ofrecen y lo que se paga por ellos, como el nuevo Skoda Superb. Aunque en realidad, bien podríamos aplicar lo mismo a toda una gama que, además, hoy por hoy es de lo más completa… y lo que queda por llegar. Porque a la vuelta de la esquina está el nuevo Epiq, el primer Skoda que se va a fabricar en España, en concreto en la factoría de Volkswagen en Navarra. Y la apuesta eléctrica seguirá con el Elroq, cuyo lanzamiento está previsto para este mismo año.

Pero centrémonos en el nuevo Skoda Superb, que ya hemos podido conducir en una primera toma de contacto. Un modelo que llega a su cuarta generación, y del que se han vendido más de 1,6 millones de unidades desde el lanzamiento de la primera serie en 2001. Desde entonces, el Superb ha evolucionado en diseño, calidad y tecnología, pero manteniendo e incluso potenciando siempre sus principales atributos: es una coche que destaca por el espacio que ofrece a los pasajeros a la hora de viajar en las plazas traseras, y por la capacidad que ofrece su maletero. De hecho, en mi opinión el Superb es actualmente la mejor opción de su categoría para quien necesite un coche con el que viajar muchos kilómetros con pasajeros y equipaje. Y como vamos a ver, no solo por su generoso espacio interior y su gran maletero.

El diseño del nuevo Superb: más aerodinámico

Puestos cada uno en su momento, exteriormente este nuevo Superb me parece el más logrado de las cuatro generaciones. Respecto a la anterior, lanzada en 2015, gana claramente en presencia gracias, sobre todo, al nuevo frontal, con una parrilla y un diseño de los faros que ya son toda una seña de identidad de la marca. Pero hay muchos más cambios: llantas, grupos ópticos traseros, retrovisores, tomas de aire… Y las dimensiones crecen ligeramente: 4 centímetros más de longitud, para llegar a los 4,91 metros (10 mm menos el familiar Combi), manteniendo la distancia entre ejes de 2,84 metros. La altura apenas varía 5 mm y se queda en 1,48 metros, mientras que la anchura se reduce 15 mm y pasa a ser de 1,85 metros.

Más allá de la sensación que causa visualmente, que es magnífica, el nuevo Superb destaca por algo que no salta tan a la vista: el trabajo que se ha realizado para mejorar la aerodinámica. Por ejemplo, el pilar A y el parabrisas están más inclinados, el fondo del coche es plano, se añaden estratégicamente flaps y entradas de aire que generan un «efecto cortina» para reducir la turbulencia en la zona de las ruedas… El resultado es una mejora en el coeficiente aerodinámico de un 15%, con Cx que se queda en 0.23 para la berlina (0.25 en el caso del Combi), una referencia en esta categoría.

Interior: más espacio y  más calidad

En cuanto al espacio interior, no hace falta tirar de metro: basta con acomodarse en las plazas traseras y hacer un poco de memoria para comprobar que no hay otro coche en esta categoría con tantos centímetros disponibles para las piernas de los pasajeros; el que más se aproxima sería su «primo hermano», el Volkswagen Passat. Otras berlinas en este segmento que podemos considerar alternativas al Superb -cada vez quedan menos, ya sabes, injustamente desplazadas por los SUV- son el Mazda 6, el Citroën C5 X o el Peugeot 508.

Y sobre el maletero, más de lo mismo: crece 20 litros en la berlina para alcanzar los 645 litros (1.795 litros con los asientos traseros abatidos), y ofrece 30 litros más en el Combi, que se va a los 690 litros (1.920 litros abatiendo los asientos), sencillamente las mejores cifras de su clase, con el añadido de la versatilidad que aporta en la berlina el hecho de contar con un portón articulado en el techo. La versión híbrida enchufable, el Superb Combi iV (más adelante también se ofrecerá una variante PHEV para la berlina), reduce notablemente la capacidad hasta los 510 litros, que ya no es referencia, pero sigue siendo una cifra muy buena.

Todas las versiones cuentan con portón eléctrico, y en el familiar es posible instalar opcionalmente una cortinilla oculta equipaje también de accionamiento eléctrico. Skoda ha prestado especial atención a la zona de carga, con revestimientos que transmiten sensación de calidad, tiradores para abatir cómodamente los asientos desde el propio maletero, sólidos ganchos de sujeción y la posibilidad de instalar opcionalmente un suelo que permite variar la altura del piso.

No, no me olvido del puesto de conducción, que transmite más calidad que nunca, aunque el diseño del salpicadero puede parecer algo «barroco». La instrumentación es siempre digital, con una pantalla de 10 pulgadas. No me gusta mucho cómo se ha integrado bajo la capilla, pues queda como una especie de «postizo». Particularmente, me sobra la propia capilla, o habría colocado la instrumentación dentro de la misma. En cualquier caso, es un detalle menor. Lo que importa es que funciona muy bien y, además, por primera vez en el Superb se ofrece una instrumentación HUD proyectada en el parabrisas.

Skoda ha pasado el mando de control del cambio de marchas a la columna de la dirección, dejando así despejada la consola. La pantalla central del sistema multimedia pasa a ser de hasta 13 pulgadas, y por encima de los grandes mandos de la climatización se incluye los «Smart Dials», una serie de botones hápticos y digitales para dar acceso rápido e intuitivo a las funciones principales de infotainment.

Como siempre en Skoda, la atención al detalle es máxima: hay disponibles hasta cuatro tomas USB que permiten carga rápida de dispositivos móviles (potencia de 45 w), bandeja para carga inductiva con 15 w, y un práctico accesorio para limpiar la enorme pantalla que se guarda bajo el reposabrazos central. En la parte trasera, el reposabrazos abatible incluye un soporte para tablets con longitud ajustable, y un QR en el maletero proporciona acceso directo a vídeos con una guía de uso rápida de las funciones destacadas del coche.

Por terminar con las novedades del interior, el equipo de sonido es de la marca Canton, con 14 altavoces. Las ventanillas delanteras y traseras incluyen el paquete acústico con insonorización especial, y se puede optar por unos asientos con certificación AGR, que incluyen calefacción, ventilación y masaje.

Seis motores: tres de gasolina, dos diésel y un híbrido enchufable

La gama Superb cuenta con seis opciones mecánicas para elegir, tres de ellas de gasolina, dos diésel y el interesante Superb iV híbrido enchufable. Menos este último, que de momento solo se ofrece en el Combi, todos los motores están disponibles tanto para la berlina como para el familiar, que tiene un sobreprecio de 800 euros.

En gasolina, la oferta comienza con el 1.5 TSI de 150 CV, con el que llega la etiqueta ECO al Superb, al contar con sistema de hibridación ligera MHEV de 48 voltios. Le sigue el 2.0 TSI, ya con etiqueta C, en versiones de 204 y 265 CV, este último con tracción a las cuatro ruedas.

En diésel el bloque TDI de 2 litros se desdobla en versiones de 150 CV y de 193 CV, de nuevo el mas potente asociado a la tracción total. Aquí no hay hibridación, por lo que todos los diésel son etiqueta C. Para todos los motores gasolina y diésel la transmisión es de doble embrague con siete velocidades.

Como adelantaba, la versión híbrida enchufable, el Superb iV, me parece particularmente interesante porque gracias a una batería de 25,7 kWh que casi dobla la capacidad de la generación anterior, homologa una autonomía de hasta 133 km. Además de lo que esto supone para la utilización diaria en modo eléctrico, esto permite al Superb iV beneficiarse de hasta 7.000 euros de ayudas a la compra del Plan MOVES III entregando un coche para achatarrar, o de hasta 4.500 euros sin entregar coche. Más adelante comentamos lo que esto supone, que no deja de ser una sorpresa. Por cierto, el Superb PHEV admite de serie carga con corriente alterna de hasta 11 kW, y con corriente continua de hasta 50 kW, lo que permite recuperar del 10 al 80% de capacidad de la batería en unos 25 minutos.

Al volante, el Superb deja bien claro para lo que está diseñado: devorar kilómetros con total confort. El motor 2.0 TDI de 150 CV es el que me parece más adecuado para este coche si lo has elegido para eso, para devorar kilómetros. El 1.5 TSI tiene la ventaja de la etiqueta ECO, y de que su funcionamiento es algo más «fino», pero su conducción es más agradable porque empuja más y puede tirar mejor de marchas largas. Y si quieres lo mejor de la gasolina -suavidad- y del diésel -empuje y bajos consumos-, con el añadido de poder usar el coche en el día a día en modo eléctrico, entonces hay que volver a hablar del Superb híbrido enchufable y considerarlo una opción muy a tener en cuenta. Aunque pierdas capacidad de maletero… e incluso aunque no tengas dónde enchufarlo en el día a día.

Dinámicamente la sensación al volante es buena, con una suspensión que se traga los baches con eficacia -opcionalmente hay una nueva amortiguación de tarado variable controlada electrónicamente, que no considero imprescindible-, una dirección que transmite precisión y aplomo y un aislamiento acústico de la rodadura, de la mecánica y del aire bien conseguido. También se ha mejorado el funcionamiento de algunos sistemas de asistencia. En concreto, gracias a nuevas cámaras y sensores se mejoran el side assit, el front assist, el reconocimiento de señales de tráfico y los faros matriciales, que son de nueva generación. Además, son nuevos en la gama el asistente de aparcamiento remoto, el asistente de salida y el asistente de carretera. También se incluye un nuevo airbag entre las plazas traseras, totalizando hasta 10 bolsas inflables de seguridad.

Gama y precios del Skoda Superb

El Superb cuenta con tres niveles de acabado:  el nivel de acceso Selection; el más deportivo Sportline con suspensión rebajada 15 mm y tarados específicos, que se pondrá a la venta más adelante; y el lujoso Laurin & Klement.

Desde la versión Selection se incluye de serie un equipamiento completísimo, y en el lanzamiento se añade la pantalla multimedia de 13 pulgadas, en vez de la de 10 pulgadas que lleva asociada esta variante. También como oferta de lanzamiento, tanto el acabado Selection como el Laurin & Klement incluyen sin sobreprecio el control de crucero adaptativo y el asistente de mantenimiento de carril con asistente para la conducción en atascos. Cuando se ponga a la venta, el salto en precio del acabado básico al deportivo será de 4.500 euros, mientras que los Laurin & Klement cuestan 1.000 euros más que los Sportline y, por lo tanto, 5.500 euros más que los Selection.

Con los descuentos en vigor sobre el precio de lista, que están en torno a los 5.000 euros, el Superb con motor 1.5 TSI de 150 CV parte desde 40.850 euros, y desde 38.250 euros financiando la compra. El 2.0 TDI de 150 CV tiene un precio desde 43.600 euros (40.950 financiado). El siguiente escalón lo ocupa el 2.0 TDI 4×4 de 193 CV, que parte desde 46.800 euros (44.150 euros con financiación); todavía no se ha anunciado precio para el 2.0 TSI de 204 CV. El 2.0 TSI 4×4 de 265 CV es el tope de la gama, con un precio desde 48.150 euros (45.450 financiado).

Y dejamos aparte el Superb iV híbrido enchufable porque como decíamos, merece una mención especial. Su precio de lista se ve beneficiado al quedar exento del impuesto de matriculación, y parte desde 47.600 euros (45.000 euros financiando la compra). Y como al superar los 90 km de autonomía en modo eléctrico es posible acceder a la máxima ayuda del plan MOVES, esto quiere decir que con financiación y la ayudas tienes un Superb Combi PHEV con 204 CV y etiqueta ECO desde 38.000 euros… ¡900 euros menos que la versión de acceso a la gama, el 1.5 TSi de 150 CV! 

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