Comprar un SUV de segunda mano cada vez más fácil: multiplican por 7 su presencia

Desde que estalló en 2007 la burbuja inmobiliaria, la presencia de vehículos todocamino, crossover o SUV en el mercado de ocasión español se ha incrementado por siete. Hasta ese año, era frecuente que en los créditos hipotecarios concedidos para la compra de un piso, las entidades bancarias permitieran sobrevaloraciones del piso a adquirir que permtitían a sus propietarios disponer de un capital extra que además de permitirles amueblar su nueva vivienda o realizar las primeras reformas, también les daba para financiar la compra de un vehículo nuevo a intereses entonces inferiores a los de cualquier crédito al consumo u operación de financiación.

Aquellos excesos dieron paso a una grave recesión económica en la que la importante contención del gasto que sobrevino después junto con la creciente sensibilización por la situación medioambiental llevó a muchos propietarios de automóviles a deshacerse de sus vehículos para optar por modelos más asequibles y respetuosos. Entre ellos, había gran cantidad de crossovers, todocaminos y vehículos SUV de gran tamaño, los únicos que hasta el momento existían en el mercado.

Según los datos facilitados por Autoscout24, plataforma experta en el mercado del vehículo de ocasión, aquel fue el inicio de una tendencia que ha llevado a multiplicar por 7 el número de este tipo de vehículos disponibles en este mercado, pasando de las 3.580 que se registraban de ellos en 2007 a las más de 23.840 unidades que se ofertan actualmente. En 2007, este tipo de modelos apenas representaban un 5 por ciento del total del mercado de vehículos de ocasión, mientras que en 2017 su cuota casi alcanza el 14%, lo que significa que su peso en el mercado de VO prácticamente se ha triplicado.

El cambio de tendencia también se ha producido por otras importantes razones, como por ejemplo la reforma fiscal de 2008, que incentivó que muchos conductores cambiaran sus grandes vehículos SUV, crossovers y todocamino de entonces gran volumen de emisiones, por otros de menor categoría y motorización con emisiones menores que les permitieran incluso eludir el pago del impuesto de matriculación. Esto se ha acentuado en los últimos años con el veto que las grandes ciudades europeas comienzan a poner en sus centros históricos para este tipo de vehículos.

Todo ello ha provocado una gran oferta de este tipo de vehículos en el mercado del VO. Entre el 2007 y 2017, la oferta de estos vehículos ha crecido un 564%, una cifra ciertamente descomunal que, como no podía ser de otra manera, ha provocado una paulatina reducción del precio de estos vehículos en el mercado del VO. Así, el precio medio de los crossover, todocamino y SUV como vehículos de segunda mano se ha reducido en un 14,7 por ciento. Si por término medio por un coche de este segmento se pagaba una media de 22.593 euros en 2007, en 2017 se están pagando 19.267 euros de media.

De cara al futuro esta tendencia incluso se va a acentuar aún más, dado que tanto la oferta como demanda de este tipo de modelos en el mercado del VO va a seguir aumentando. Como siempre, el VO es un fiel reflejo de cuanto sucede en el mercado del coche nuevo. Así, de igual modo que en 2007 los todocaminos apenas representaban el 9,6 por ciento de las matriculaciones, actualmente ya superan el 33% del mercado. Como además, ante el estancamiento de las ventas a particulares, el peso de las flotas y coches de empresa cada vez es mayor en el mercado y estas están apostando cada vez más por este tipo de modelos, su mayor tasa de renovación (5-6 años en lugar de los 12 a 14 años de media en los particulares) hace que la presencia de este tipo de vehículos en el mercado del VO cada vez vaya a más.

Y vista la continua avalancha de nuevos modelos que todas las marcas están lanzando en cada vez mayor número de segmentos, la tendencia seguirá siendo creciente durante los próximos años.

«El segmento del crossover vuelve a vivir una época dorada en este periodo postcrisis —afirma Gerardo Cabañas, director general de Autoscout 24—. Es verdad que el final de la burbuja inmobiliaria puso en jaque el estilo de vida de muchos españoles que, cuando las cosas vinieron mal dadas, tuvieron que deshacerse de un patrimonio difícil de mantener, provocando este importante trasvase al mercado de ocasión, pero es que las marcas vuelven ahora a apostar por este tipo de modelos ante la presión de la demanda, sobre todo de las empresas, lo que sin duda se reproducirá igualmente en el entorno de los usados».