¿Puede el coche eléctrico hacer que tu recibo de la luz sea menor? Analizamos cómo es posible que sí
Si. Increíble, pero cierto. La compra de un eléctrico puede hacer que sus propietarios paguen menos dinero por la energía que utilizan en sus hogares.
A priori, parece un contrasentido, pero bien razonado no lo es tanto. Los usuarios de vehículos eléctricos (VE) gozan de innumerables ventajas —además de algún que otro inconveniente— por el mero hecho de disponer de un VE. Una de las primeras, en la que vamos a centrar el contenido de este artículo, es la posibilidad de ver cómo el precio del kW/h en su consumo de energía se reduce drásticamente. ¿Cómo es esto posible? Veámoslo.
Si preguntamos a cualquier automovilista por el precio del litro de combustible de su coche, probablemente no sepa contestar a la pregunta con rotundidad y total certeza, pero lo que seguro que sí que sabe es cuál de las estaciones de servicio más cercanas a su domicilio es la más barata. El consumidor sabe que el precio del combustible está en continua fluctuación y por eso le es difícil determinar el precio exacto del litro. Pero la reiteración en la compra le ha llevado a establecer comparaciones entre los distintos distribuidores que tiene a su alcance; comparaciones que le han permitido hacerse una clara idea de cuál de ellos es el que le sirve el combustible al menor precio.
Cambiar de suministrador eléctrico: fácil, sencillo y sin costes añadidos
En el mercado de la energía sucede lo mismo. Existen numerosos distribuidores al alcance del cliente, muchos más de los que él mismo conoce o es capaz de identificar, y que le pueden suministrar los kW/h que su hogar necesita. Sin embargo, el mercado de la energía es el más desconocido para la gran mayoría de los consumidores españoles de cuantos utiliza habitualmente en su día a día.
Al contrario de lo que se piensa, cambiar de suministrador eléctrico es posible y no lleva costes añadidosNormalmente los consumidores contrataban la luz con una compañía que era la que posteriormente y durante toda su vida en ese domicilio le iba a proporcionar la electricidad a su hogar. Hoy, las cosas han cambiado. El consumidor puede cambiar de suministrador en el momento que quiera sin costes añadidos, al igual que lo hace con su compañía de telefonía móvil, buscando la oferta de precios y servicios más competitiva y favorable para sus intereses.
Sin embargo, la gran mayoría de los consumidores no cambia de compañía y permanece “fiel” a su tradicional suministrador, evitando con ello poder beneficiarse de importantes reducciones en el precio al que paga la energía que utiliza.
¿Cuánto cuesta el kWh? La mayoría no lo saben, pero el litro de combustible sí
La mayoría de los usuarios desconoce el costo de una unidad de electricidad. No lo sabe ni tan siquiera aproximadamente, pero sí que conoce con certeza o de manera muy aproximada el precio del litro del combustible que consume su coche. Incluso es capaz de establecer una horquilla de precios mínimos y máximos entre los valores del litro de combustible en las estaciones de servicio más cercanas a su domicilio.
Por defecto, la mayoría de los consumidores siguen pagando en sus recibos las tarifas más elevadas por la electricidad que consumen. Lo hacen simplemente porque no dedicaron el tiempo suficiente a analizar y valorar la oferta de proveedores disponible y buscar al más barato. Y esto sucede tanto en España como en otros países de nuestro entorno donde el sector de la electricidad también está liberalizado. Así, en el Reino Unido, dos tercios de los consumidores están todavía en esta misma situación. Pagando caro un producto que podrían conseguir más barato.
La llegada de los EV puede cambiar por completo esta situación. El uso diario del mismo va a hacer que los consumidores se preocupen más por el precio unitario del kilowatio/hora de lo que lo vienen haciendo habitualmente. Esa mayor preocupación no sólo redundará en un mejor aprovechamiento y optimización del uso que hace de la energía, también provocará el que los clientes busquen obtener la energía al menor precio posible y cambie tanto de suministrador como de fórmula para garantizarse el suministro.
Al recurrir a la mayor competencia existente en el mercado, el consumidor provocará que las distintas compañías se esfuercen en ofrecer mejores precios y mayor calidad de servicios, lo que a la larga permitirá que el precio unitario del kilowatio/hora descienda. De esta manera, y aunque la factura de la luz que tenga que abonar sea superior debido al mayor consumo que provocará el uso del coche eléctrico, lo cierto es que estará comprando kilowatios/hora a menor precio que antes.
Pero hay más. Los vehículos eléctricos más modernos pueden hacer las veces de acumuladores de energía, actuando como baterías de almacenamiento de la misma en el propio hogar del consumidor. Mediante los modernos sistemas inteligentes automatizados, el vehículo puede cargar sus baterías en los momentos en los que el precio del kilowatio es menor, lo que reducirá también el coste que pagamos por la energía. Además, y teniendo en cuenta que en el 90 por ciento de su tiempo el coche permanece parado y sin ser utilizado, la energía que se acumula en las baterías del coche puede ser utilizada para alimentar los distintos sistemas eléctricos del hogar, generando de esta manera un importante ahorro en el consumo.
Y además, como es lógico, con el uso de los vehículos eléctricos los consumidores van a variar por completo su interés por el contenido del recibo de la luz (la letra pequeña) más que por el continente (el precio global final a pagar cada mes). El control del consumo de su coche les llevará a preocuparse más del precio unitario del kilowatio y a buscar la mejor oferta o sistema de adquisición de la energía. Por ejemplo, ya hay comunidades de vecinos que acuden directamente a las subastas de energía para comprar grandes cantidades y, de esta manera, abaratar sus costes de adquisición y equilibrar el precio a pagar por la misma durante largos períodos de tiempo.
En definitiva, aunque la factura global de electricidad aumente, el uso de los vehículos eléctricos reducirá el coste de la misma, puesto que el precio del kilowatio/hora de nuestro hogar bajará considerablemente no sólo para la electricidad que consume nuestro coche, sino para toda la electricidad que consumimos en nuestro hogar. Ahorro al que también habrá que sumar la importante reducción que supondrá el dejar de utilizar gasolina o gasóleo en nuestro coche.
El precio del kilowatio hora oscila entre los 0,075453 euros y los 0,159068 euros en las tarifas con discriminación horaria y los 0,122 euros y 0,115 euros en las tarifas sin discriminación. Cada 100 km, un coche eléctrico viene a consumir unos 13,3 kW/h, lo que significa un gasto aproximado de 1,094 euros si hemos realizado la recarga con la Tarifa del Vehículo Eléctrico que distintas compañías ya proponen. Realizando la recarga con tarifas normales, el coste de la energía oscilaría entre los 1.6 y los 2,2 euros cada 100 km. En un diesel, con un consumo medio de 5 litros a los 100 km, el coste medio sería de 6,15 euros. Si tenemos en cuenta que el recorrido medio de un conductor en España viene a estar entorno a los 15.000 km/año, el ahorro que el vehículo eléctrico generaría respecto del vehículo diesel sería superior a los 600 euros anuales.
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Articulo muy interesante!