¿Se ha convertido el segmento de los compactos deportivos en un sacrilegio?
Los compactos deportivos han experimentado fuertes cambios que los distancian de el concepto original, pero ¿esto es evolución o un burdo ultraje?
El mundo del automóvil sigue un caudal sin precedentes, en el que los continuos avances tecnológicos desbloquean un nuevo nivel para este sector. Sin lugar a dudas, este hecho tiene numerosos beneficios para todos, pero ¿realmente beneficia a todos los segmentos? Los compactos deportivos siempre se han presentado como un campo de la automoción realmente atractivo, puesto que cuentan con el beneplácito de combinar versatilidad con deportividad, un tipo de maridaje muy ansiado por numerosos clientes del mercado actual. Sin embargo, desde Highmotor nos hemos querido hacer una pregunta: ¿siguen siendo fieles los hot hatchbacks a su concepto original? Vamos a descubrirlo.
Corrían los años 70, momento en el que la adquisición de un deportivo tan solo estaba al alcance de unos pocos afortunados, pero hubo una marca que decidió ofrecer una alternativa muy atractiva. Fue en el año 1976 cuando Volkswagen lanzó al mercado al primer Golf GTi, siglas que se encargaban de sacar a relucir un lado mucho más picante y deportivo del compacto germano.
Un concepto sin precedentes
Es cierto que su precio por aquel entonces tampoco era bajo, pero sin duda alguna era un vehículo mucho más factible de mantener y obtener que un Ferrari 308 GTB o un Porsche 911. De esta forma, fueron diferentes las firmas que concibieron a su propio compacto deportivo, los cuales tuvieron una calurosa acogida gracias a su versatilidad y a su excelente relación peso-potencia.
En aquella época, se hacían uso de motores de cuatro cilindros atmosféricos capaces de producir una potencia cercana a los 110 CV. Dicha cifra unidad a un peso que coqueteaba con los 1.000 kilos, permitía que el nivel de diversión y de sensaciones fuese único, algo que ¿se ha perdido en la actualidad?
Vamos a remontarnos al día de hoy, en el que el segmento de los compactos deportivos sigue vivo gracias, en parte, a la buena acogida de sus antepasados. Sin embargo, algo ha cambiado, y es que los hot hatchbacks siguen siendo coches divertidos, sin duda alguna, pero el concepto es distinto. Ahora, no es de extrañar que este tipo de vehículos supere holgadamente el rango de los 300 CV, tales como el Ford Focus RS o el Honda Civic Type R. Pero ya son muchos los que juegan con esta cifra, siendo el Hyundai i30 N y el Renault Megane R.S dos claros ejemplos.
Sí, estas cifras son capaces de arrebatarnos una sonrisa, pero la esencia y pureza de esos primeros compactos deportivos se está perdiendo poco a poco. Si queremos acceder a este nivel de diversión tendremos que afrontar un desembolso que, en la mayoría de los casos, superará los 30.000 euros e incluso el de los 40.000 euros. Es cierto que el avance tecnológico y mecánico tiene un precio, pero ¿ya no quedan opciones como las de antaño?
Aún hay fidelidad
Modelos como el Volkswagen Polo GTi o el Ford Fiesta ST ya han entrado de lleno en el rango de los 200 CV, alejándose paulatinamente de sus predecesores. Sin embargo, aún podemos seguir encontrando modelos que buscan mantener intacto el concepto original de compacto deportivo, y que son capaces de ofrecer una relación calidad-precio más asumible.
El pequeño Suzuki Swift Sport sigue al pie del cañón con un motor de cuatro cilindros turboalimentado capaz de generar 140 CV y 230 Nm de par. Si juntamos estas cifras con un peso de 1.045 kilos, obtenemos la receta perfecta y que tanta nostalgia produce en aquellos que vivieron la época dorada de los hot hatchbacks.
El Opel Corsa GSi no solo recupera unas siglas míticas, sino que también mantiene la esencia con un cóctel muy similar. Un motor de cuatro cilindros y también sobrealimentado por turbo acompaña al compacto teutón con 150 CV y 220 Nm de par. Es cierto que el peso asciende en este caso hasta los 1.214 kilos, pero sigue presentándose como una muy buena relación.
Por último, podemos incluir en este elenco al SEAT Ibiza equipado con el motor 1.5 TSI de 150 CV, que si bien no se presenta como la variante deportiva -puesto que ocupará el CUPRA Ibiza- cumple con ciertos requisitos. Su motor es capaz de erogar 150 CV como ya hemos dicho junto a 250 Nm de par, unas cifras que se encargan de mover a una masa de 1.184 kilos. Si queremos sazonar el conjunto, siempre podemos incluir el acabado FR, que se encarga de añadir dosis de deportividad.
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