Cómo pulir los faros del coche en 5 pasos
Los faros del coche son uno de los elementos de seguridad más importantes y es posible recuperar la luminosidad puliendo los faros del coche en cinco pasos
Los faros son una de las partes más importantes del coche y uno de los elementos de seguridad elementales. Y es que los faros no solo nos permiten ver durante la noche o en momentos en que la luz del sol no es suficiente para ver correctamente. También sirven para que el resto de conductores sean conscientes de la presencia de nuestro coche. La integridad de los faros permite que exista una mayor luminosidad. Con el paso del tiempo y la acción del polvo, los insectos y la lluvia, la superficie de los faros se va deteriorando y la luminosidad se pierde.
Muchas veces no somos conscientes de que los faros van perdiendo eficacia hasta que nos lo comunican, por ejemplo, en la ITV. La diferencia entre un faro nuevo y uno que ha sufrido el paso del tiempo sin mantenimiento es bastante grande, así que si nos percatamos de esta pérdida de luminosidad, es el momento de solucionar el problema. La primera solución que se nos ocurre es cambiar los faros, algo que resulta bastante caro. Pero tranquilos, hay otra manera de solucionarlo, que se puede hacer en casa y que no ocupa mucho tiempo. Y, sobre todo, no es nada cara.
Los faros pueden pulirse de manera muy sencilla y solo necesitas unos pocos elementos para poder hacerlo en casa, cosas que es fácil tener en casa o que se pueden comprar sin problemas y utilizar sin tener grandes conocimientos. Las herramientas y materiales que necesitas para pulir los faros del coche en 5 pasos son los siguientes:
- Cinta de carrocero
- Lijas de grano 400, 1.000 y 2.000
- Taladradora de velocidad variable
- Trapo que no deje pelusa
- Discos de lana
- Pulimento líquido con siliconas
- Agua
Paso 1: Limpiar bien los faros del coche
Antes de comenzar con el lijado de la superficie de los faros del coche, hay que asegurarse de que está todo bien limpio. Utilizando una esponja, agua y jabón, hay que retirar toda la suciedad del cristal. Fuera polvo, manchas de barro, restos de cualquier tipo y todas las manchas. Cuando todo esté bien limpio, se ha de utilizar la cinta de carrocero alrededor de los faros, de manera que la pintura y la carrocería no resulten dañados cuando se utilice la lija.
Paso 2: Lijado de la superficie de los faros
Una vez todo limpio y asegurado, es el momento de utilizar los distintos tipos de lija para ir puliendo la superficie del faro. La función de este paso es eliminar la capa más superficial del termoplástico, la que hace que el faro presente esta opacidad. La lija tiene distinto grano y cuanto menor es el número, mayor es el grado de aspereza. Así que posiblemente, y según el daño que tenga el faro, solo se tenga que utilizar la lija de grano 1.000 o 2.000.
El lijado se puede realizar a mano o utilizando un taladro con la velocidad al mínimo. En ambos casos hay que tener cuidado y no ejercer demasiada presión ni detenerse mucho tiempo en un único punto. Si se fuerza mucho, se puede llegar a dañar el faro de manera definitiva. También es conveniente ir mojando cada poco tiempo la superficie del faro, para evitar que se produzcan daños. Primero se utilizará la más abrasiva, la de 400 si la superficie del faro está muy opaco o la de 1.000 si la opacidad no es muy acusada.
Tras el lijado, la superficie ha de quedar blanca, como si estuviera congelada. No ha de quedar ningún punto brillante. Tras este lijado, se ha de utilizar la lija de 2.000, la menos abrasiva. Se ha de continuar mojando la superficie y sin ejercer demasiada presión.
Paso 3: Pulido de la superficie del faro
Una vez lijados los faros, se han de limpiar bien y secar bien. La correcta aplicación del pulimento puede depender de que todo esté bien seco, incluyendo los rincones anexos al faro, para que no caigan gotas sobre el pulimento. En el taladro se ha de utilizar ahora con el disco de lana, sobre el que se colocará el pulimento líquido con silicona, algo que se puede adquirir en cualquier ferretería o tienda de bricolaje. Este producto se ha de aplicar también sobre el faro y el taladro ha de utilizarse sin apretar mucho y sin detenerse demasiado sobre un mismo punto. Poco a poco, la superficie del faro irá recuperando la transparencia.
Paso 4: Limpieza de la superficie del faro
Después del pulido y la aplicación del pulimento liquido con silicona hay que limpiar y comprobar la superficie del faro. Si vemos que ha recuperado la transparencia, no tenemos que hacer mucho más. Si continúan existiendo zonas opacas, hay que repetir el pulido. Para realizar esta limpieza a fondo se ha de utilizar un trapo con agua y dejarlo todo bien limpio y seco.
Paso 5: Barnizado y sellado del faro
Este último paso no es obligatorio, pero resulta bastante práctico. Al lijar y pulir la superficie del faro del coche se ha eliminado la capa de barniz protector, así que ha quedado desprotegido. Para recuperar esta protección, se ha de utilizar un barniz protector, que se puede adquirir en un taller especializado. Es importante dejar secar bien el barniz, así que hay que dejar el coche quieto y en lugar donde se pueda secar bien y nada estropee el resultado final.
Siguiendo estos pasos es sencillo pulir los faros del coche. También es cierto que en un taller pueden hacerlo con más facilidad si no tenemos mucha práctica y el coste de hacerlo es bastante bajo, no llegando a los 50 euros como media. Lo hagamos en casa o en un taller, un pulido de los faros del coche dará nueva vida a este importante elemento de seguridad.
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