Cómo ahorrar en tus desplazamientos de verano
En verano se producen más desplazamientos, tanto por trabajo como por ocio, así que el gasto dedicado al coche aumenta exponencialmente y hay que tener en cuenta varios consejos para no gastar más de lo necesario y mantener bajo control el consumo de combustible
El verano es uno de los momentos del año en los que más utilizamos el coche, no solo para trabajar, sino también en desplazamientos dedicados al ocio. Son momentos en los que viajamos o nos movemos a la playa, la piscina o cualquier lugar donde podamos disfrutar del buen tiempo y la buena compañía de los amigos. Pero en verano también podemos ahorrar en esos desplazamientos, siguiendo estos sencillos consejos.
El precio de la gasolina está situado alrededor de 1,44 euros el litro y llenar el depósito puede llegar a superar los 50 euros. Por ello hay que pensar un poco la mejor manera para que ese desembolso no suponga un despilfarro y se pueda ahorrar un poco en los desplazamientos. Si es inevitable coger el coche, al menos que no suponga un gran desembolso de dinero.
A mayor peso, mayor consumo. Eso es una de las principales cosas que se han de tener en cuenta. Es mejor llevar el coche cargado con lo justo y evitar cargar más de lo necesario. Se calcula que por cada 100 kg adicionales se consume alrededor un 5% más de combustible. Así que es mejor no sobrecargar el coche y en caso de llevar baca, es recomendable desmontarla. Aunque no se utilice, el gasto extra de combustible puede llegar a ser de un 2% más.
El aire acondicionado es también un elemento que gasta más gasolina de lo recomendable. Por eso es mejor mantenerlo en un rango de temperaturas entre los 22 y 23 grados. Intentar bajar la temperatura por debajo de ese rango puede hacer que se consuma mucho más y en verano es difícil alcanzar una temperatura por debajo de los 21ºC.
Es mejor no utilizarlo si no es necesario y circular con las ventanillas bajadas si no se circula a más de 100 km/h. En ese caso sí que es recomendable subirlas, ya que la fricción del aire provoca un incremento de consumo en torno al 5%. Hay maneras de bajar la temperatura del coche en verano, y se pueden aplicar para conseguir controlar en la medida de lo posible la sensación de calor en el interior.
Las retenciones son muy normales durante los largos desplazamientos estivales. En caso de encontrase en una, es recomendable parar el motor si estas son superiores a un minuto. Es inútil mantener el motor encendido, quemando gasolina si no se avanza. Esta sencilla acción puede hacer ahorrar hasta 150 euros al año, así que vale la pena tenerlo en cuenta.
El mantenimiento del motor y el resto de mecánica del coche también ayuda a reducir y controlar el consumo. Circular con el filtro del aire sucio, la bujías sucias o los neumáticos con una presión inadecuada pueden incrementar también el consumo de combustible hasta un 10%.
Y sobre todo, la conducción es muy importante. Los fenazos y acelerones provocan que el consumo se dispare. Una conducción homogénea y continua puede ayudar a que el consumo se mantenga dentro de unos márgenes aceptables. La velocidad también es importante. Cuanta más velocidad, mayor gasto en combustible.
Con estos consejos no te aseguramos grandes ahorros, pero son pequeñas cosas que pueden ayudarte a no gastar más de lo necesario durante los desplazamientos de verano… y del resto del año.
Fuente | Producción Propia
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