La Comisión Europea presenta la “Ley Europea de Chips” para lidiar con la crisis de los semiconductores
Europa acaba de presentar una nueva ley para acabar con la gran dependencia que existe con respecto a los mayores productores de chips del mundo
La crisis de los semiconductores, es uno de los grandes problemas que más azotan actualmente al sector del automóvil, llevando como consecuencia, a parones en multitud de plantas de producción de vehículos, en falta de stock para las marcas y en largos retrasos en la entrega de nuevos vehículos a los clientes.
Con este delicado panorama, la situación se ha visto agravada en Europa por la gran dependencia que existe con respecto a China y Estados Unidos, países que concentran alrededor de un 80% de la fabricación de semiconductores de todo el mundo, quedando reducida la fabricación en toda Europa a solo un 10%.
Para acabar con este gran problema, la Presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, acaba de anunciar la “Ley Europea de Chips” para potenciar e impulsar el sector de la fabricación de semiconductores en el viejo continente, ya que como comentó, “la necesidad europea de chips se duplicará a lo largo de la próxima década”.
Un objetivo clave: ser independiente
El objetivo primordial que perseguirá esta nueva ley, será el de concentrar el 20% de la producción mundial de microchips para 2030, ya que el depender de suministros de fuera de Europa, supone una “dependencia e incertidumbre que simplemente no podemos permitirnos”.
La inyección de dinero que supone la llegada de esta nueva ley, asciende a 43.000 millones de euros procedentes de inversión pública y privada, de los cuales 15.000 millones estarán dedicados a la investigación y desarrollo de las tecnologías ya existentes y el resto, estarán incluidos en los programas como “Next Generatión EU”.
Reforzando las empresas europeas
Sumado a todo esto, uno de los grandes objetivos que también perseguirá la nueva “Ley Europea de Chips”, es garantizar la seguridad del suministro de empresas europeas, atrayendo inversores y mejorando las capacidades de producción de dichas empresas.
Úrsula von der Leyen, además ha querido destacar el menor impacto en el medio ambiente que supondría dejar de depender de terceros países, ya que se ahorraría una gran cantidad de emisiones en el transporte de estos componentes siendo una ventaja clave en la actual situación que vivimos.
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