Los coches de policía son un buen negocio para las marcas americanas
En EEUU la adquisición de coches policiales es bastante diferente a como se hace en la mayoría de países de Europa. Cada marca comercializa sus vehículos como si fuera para uso particular, con sus propios departamentos de venta.
En EEUU Ford trata a toda costa de vender los Police Interceptor a las policías locales. Para ello, se han puesto de acuerdo con NASCAR y tanto el Police Interceptor Utility como el Police Interceptor Sedan serán los vehículos de seguridad o safety cars en los tres eventos que se celebrarán en Homestead, Miami.
Lo anterior es solo una muestra de la curiosa manera en que se maneja el negocio de los coches de policía. Cada marca, en EEUU, tiene su propia área especializada permanente, que solamente se enfoca en los modelos que va a vender a los departamentos de policía y que además compiten contra otras marcas que tienen departamentos similares, que comercializan sus propios modelos.
Contra los Ford Police Interceptor Utility y Sedan, se alinean el Chevy Caprice PPV, el Dodge Charger Pursuit y los de otros fabricantes menos conocidos como Carbon Motors y su E7.
En Europa por lo general todo el proceso es un poco diferente. Cuando una administración desea renovar sus coches de policía, se comienza una licitación abierta a las marcas que quieran intervenir y la que llegue con la mejor oferta es la ganadora. Es por ello que aqui cambiamos de marcas como de camisetas y si hoy vemos que la policía circula en Citroën o Nissan, mañana quizás veamos otras marcas insospechadas y no siempre con los modelos más apropiados para desempeñar la labor policial.
Vía | Highmotor
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