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Coches con Historia: De Tomaso Guará
El De Tomaso Guará fue el último deportivo fabricado por Alejandro de Tomaso y el modelo menos conocido de quien fuera un prolífico constructor. El Guará nació bajo el ala de un modelo de Maserati y era construido en Modena, una combinación irresistible para cualquiera. El Guará no tuvo el éxito que se esperaba, fue fabricado desde 1993 a 2004, poco tiempo después de la muerte de Alejandro de Tomaso.
En los años de declive de De Tomaso, cuando la compañía fundada por el argentino Alejandro de Tomaso ya no era ni la sombra de lo que había sido, se decidió construir un deportivo que era una adaptación del Maserati Barchetta Stradale, un coche que Maserati mantenía como prototipo desde 1991. La asociación de De Tomaso con Maserati no era nada nuevo; De Tomaso había evitado que Maserati fuera liquidada unos años antes, con lo que la asociación entre ambas marcas era cada vez más sólida.
Sin embargo, corrían nuevos tiempos en la industria. Los deportivos ya no eran coches que atrayeran suficientes compradores, como no fueran de Ferrari o Lamborghini y las políticas europeas de consumos y emisiones comenzaban a ganar cada vez más importancia. La salud del mismo De Tomaso comenzaba a deteriorarse y su fábrica de Modena solamente trabajaba construyendo unidades bajo pedido, lo cual no hacía presagiar nada bueno. El Guará iba a ser el último coche construido en las instalaciones de De Tomaso y el modelo menos conocido de la marca.
Para el proyecto final del Guará, se usaron los servicios de Carlo Gaino, un diseñador independiente que había colaborado en el diseño del Maserati Barchetta. Gaino quería que el coche fuera de vanguardia, para lo cual no dudó en incluir suspensiones pushroad (en ese tiempo solamente usada en Fórmula 1), además de una carrocería de fibra de carbono y kevlar. Los primeros ejemplares, de 1993 a 1998, estaban propulsados por un motor V8 de 4 litros… de BMW en posición central. Era la primera vez en su historia que De Tomaso abandonaba los motores Ford. Equipado con un cambio manual de 6 velocidades y con solo 1.200 kilos de peso, el Guará podía acelerar en 4,8 segundos de 0 a 100 km/h y alcanzar los 270 km/h de máxima.
En 1998 De Tomaso dejaba de lado los motores de BMW y volvía a sus raíces, a equipar a su único modelo en producción con un V8 de Ford. Comenzaba a usarse el 4.6 litros del Ford Mustang Cobra en el Guará, un motor más pesado pero con la misma cantidad de potencia que el bloque alemán y con un costo mucho más bajo.
El Guará ofrecía tres variantes distintas, coupé, spider y barchetta. Pero a pesar de ofrecer una variante para cada cliente, no tuvo el éxito esperado. De Tomaso solo pudo vender entre 40 y 60 unidades (no se sabe la cantidad exacta) de 1996 a 2004, año en que la compañía entró en liquidación. Sus líneas no lo hacían el coche más bonito, ni el más práctico ya que era un biplaza que ni siquiera contaba con maletero. Solo era un coche más, hecho para correr en un mundo que ya no era igual a los días de los maravillosos De Tomaso Pantera o el Mangusta.
Vía | Wikipedia, Classic Driver, Super Car World
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