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Coches con Historia: Seat 132, «el coche para personas que saben lo que quieren»
El Seat 132 llegó para reemplazar al mítico Seat 1500 y pronto se convirtió en un símbolo de la nueva modernidad. ¿Conocemos su historia?
El Seat 132 es uno de los buques insignia y posiblemente uno de los más bellos que ha fabricado Seat. Estamos de acuerdo que a día de hoy se manejan otras líneas de diseño pero en 1973, el Seat 132 revolucionó España; tanto por sus líneas cuadradas como por el rendimiento que ofrecía. Cabe destacar que el modelo se produjo hasta el año 1980.
Esta peculiar berlina salió al mercado en mayo de 1973 con el objetivo de sustituir a uno de esos modelos míticos de la marca de Martorell; el Seat 1500. Este modelo fue sinónimo de las clases pudientes de los años 60 en nuestro país pero es importante destacar que el Seat 132 no tenía tantos ángulos rectos y evolucionó a unas líneas más redondeadas, aunque seguía ofreciendo un diseño de tipo cuadrado.
Seat 132, un adelantado a su tiempo
El Seat 132 contaba con elementos de seguridad que eran impensables para un coche de la época, 1973. Esta berlina contaba con un bastidor compuesto de una estructura deformable que era capaz de absorber mejor el impacto en caso de accidentes pero también se había equipado con materiales insonorizantes para que los pasajeros no escucharan el sonido del motor y la rodadura de las ruedas. Estos materiales se adoptaron en suelo, techo, puertas y capó. Además, fue el primer modelo que ofrecía reposacabezas en las plazas delanteras y un volante regulable en altura. Además, para mejorar la aerodinámica, el 132 tenía el parabrisas y la luneta más inclinadas.
Además de ser más seguro que la competencia, era mucho más rápido. En realidad, el Seat 132 no era un deportivo pero era una berlina espaciosa ideal para viajar. A estos ingredientes se le sumaba una buena aceleración y velocidad punta. Esto era posible, en gran parte, a que contaba con una caja de cambios manual con cinco marchas, algo nunca visto hasta el momento en España.
A pesar de ser un poco más corto que el Seat 1500, el Seat 132 ofrecía una mejor habitabilidad. Tanto que ofrecía sistema de calefacción, ceniceros, luces de cortesía, asientos cómodos y una instrumentación muy completa. Además, los pasajeros de las plazas traseras tenían un buen espacio para las piernas. En el exterior, tanto los faros de doble óptica como las manecillas de las puertas estaban integrados en la carrocería. Los pilotos e intermitentes delanteros estaban integrados en los paragolpes.
Uno de los objetivos de la marca de Martorell era proteger a los ocupantes del Seat 132. Tanto es así que se llevaron a cabo crash test en los que se deformaba la carrocería y el habitáculo se quedaba intacto. Además, la columna de dirección se dividía en partes, lo que evitara que se clavara en el pecho del conductor en caso de accidente. También equipaba cinturones de seguridad en las plazas delanteras.
El Seat 132 se convirtió en el símbolo de la nueva modernidad. Entre 1973 y 1980 se llegaron a fabricar 108.725 unidades en la Zona Franca de Barcelona. Se trataba de un turismo perteneciente al segmento E con una carrocería berlina de cuatro puertas. Sus motores eran de cuatro cilindros colocados de forma longitudinal y de tracción trasera. Tenía una longitud de 4,38 metros, un ancho de 1.64 metros, una altura de 1.43 metros y una batalla de 2.55 metros. El peso variaba según la motorización elegida; así para el 1.6 y el 1.8 pesaba 1.070 kg, 1.110 kg diésel, 1.120 kg para el motor 2.0 y 1.215 kg para el 2.2 litros.
Motorizaciones, ¿la base de su éxito?
El Seat 132 tenía un motor que rápidamente se convirtió en uno de los más codiciados. Se trataba de un propulsor de 2.0 litros diésel capaz de ofrecer una potencia de 109 CV que llegó en 1979. No obstante, el modelo llegó al mercado con una versión de cuatro cilindros, 1.6 litros y 98 CV, otra de cuatro cilindros de 1.8 litros gasolina y 105 CV y una diésel con motor Mercedes-Benz de 1988 y 55 CV que provenía del Mercedes-Benz 200D, igual que sucedía en el Seat 1500. También, los conductores podían elegir un motor diésel de la marca de la estrella de cuatro cilindros y 2.2 litros que era capaz de desarrollar una potencia de 60 CV. En cuanto a prestaciones, el Seat 132 podía alcanzar una velocidad máxima de 180 km/hora.
El 132 tenía dos acabados; básico y de lujo. Entre sus principales diferencias se encontraba el cambio manual de cuatro o de cinco marchas y la dirección asistida. Ya en el interior, el Seat 132 de lujo equipaba madera auténtica en el salpicadero. Años más tarde, en 1976, esta versión ofrecía un cambio automático como opción. Desde que llegó al mercado, el Seat 132 llamó la atención por su distribución de doble árbol de levas en cabeza, algo típico de los coches deportivos de la época.
Sus motores de bajo consumo y la suavidad de la suspensión convirtieron al Seat 132 en una de las berlinas españolas más brillantes de la época. Según su eslogan, el Seat 132 era «un coche para personas que saben lo que quieren«.
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