Maserati Coches clásicos Deportivos Historia
Coches con Historia: Maserati Ghibli
En Highmotor os contamos la historia del Maserati Ghibli, del antiguo que nació en 1966 en italia y era un deportivo con un diseño que sigue vigente en nuestros días. Ahora Maserati recupera la denominación para su berlina de acceso a la marca, pero antiguamente el Ghibli era todo un deportivo.
Una de las novedades automovilísticas que hemos podido ver este año es el nuevo Maserati Ghibli, un modelo que se sitúa por debajo del Quattroporte y con el que la firma de lujo del Grupo Fiat pretende ofrecer a sus clientes una berlina de acceso a la marca.
Pero hoy en Coches con Historia queremos recuperar el Maserati Ghibli original, aquel que hizo su debut en la Exposición del Automóvil de Turín allá por el año 1966. Un verdadero modelo deportivo que combina la elegancia del diseño de Giugiaro con un auténtico motor V8 de 4,7 litros.
La primera vez que se pudo ver el Maserati Ghibli fue en la Exposición de Automóviles de Turín en la edición de 1966, compartiendo protagonismo con otros modelos que allí se presentaron como el Fiat 124 o el prototipo del Ferrari Dino. Este coupé destacaba por sus amplias dimensiones ya que llego a ser unos de los automóviles de carretera más grandes de Maserati con una longitud que alcanzaba los 4,590 metros, un ancho de 1,798 y una altura de 1,158 metros. Aunque se presentó en 1966, su producción en serie no comienza hasta el año siguiente, produciéndose hasta el año 1974 en la factoría italiana de Módena.
El diseño exterior que Giorgetto Giugiaro plasmó en el Ghibli lo convierten en un modelo que a día de hoy todavía sigue siendo atractivo. La baja altura del capó y un frontal alargado y presidido por la insignia del tridente hacen llamativo al Ghibli nada más verlo, vista que se completa de noche al descubrirse las luces retráctiles. Aunque inicialmente fue configurado como un biplaza, sus dimensiones generosas y una batalla de más de 2,5 metros favorecieron su conversión a un modelo 2+2. Así en el interior contaba con materiales de alta calidad en donde no podía faltar la piel. Entre sus opciones de equipamiento ya contaba con la posibilidad de montar aire acondicionado. La mecánica venia protagonizada por un V8 con cárter seco, de 4 levas y 4,7 litros que ofrecía a su conductor una potencia de nada menos que de 320 CV y la posibilidad de alcanzar los 257 Km/h con un paso de 0 a 100 Km/h en poco más de 6 segundos. La transmisión habitual era un cambio manual ZF de 5 velocidades, aunque llego a comercializarse con una transmisión automática. Para controlar esta mecánica Maserati incorporo unos frenos delanteros ventilados y con pinzas de doble pistón.
Al año siguiente Maserati añade una mecánica alternativa con un V8 que se aumentaba hasta los 4,9 litros con una potencia menor pero con un par de torsión aumentado. En ese mismo año al modelo coupé se le une una versión descapotable para aquellos amantes de la conducción sin capota. Uno de los aspectos por los que el Maserati Ghibli fue criticado en su época fue por el uso de un chasis tubular con tubos de acero similares a otros modelos de la época de marcas más generalista. El principal lastre del uso de esta carrocería era el peso adicional que suponía. Otro de los aspectos negativos era el empleo de una tradicional suspensión trasera de ballesta. Aún así el Ghibli se convirtió en un modelo muy importante en su época, con un diseño muy elegante y una mecánica potente, atributos con los que intentó competir con modelos como el Ferrari Daytona o el Lamborghini Miura. El resultado final fue que durante los siete años de vida que tuvo el Maserati Ghibli se consiguieron vender unos 1.150 modelos coupé y cerca de 125 de la versión descapotable.
Fotos | autowp.ur
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