Coches con historia: Chrysler Norseman de 1956

Fernando Alvarez     6 mayo 2012     2 min.
Coches con historia: Chrysler Norseman de 1956

El Chrysler Norseman de 1956 es el único coche concepto que se ha perdido en un naufragio, el hundimiento del Andrea Doria frente a las costas norteamericanas, en 1956.

Desconozco cuantos conceptos no alcanzaron a ser mostrados nunca en ningún salón, a pesar de haber sido construidos precisamente para ser mostrados, pero el caso del Chrysler Norsman de 1956 es muy especial: es el único coche concepto que descansa en el fondo del Océano Atlántico. Lo que queda de él, está en las bodegas del buque italiano Andrea Doria, hundido el 26 de julio de 1956.

El viaje había comenzado en Génova, Italia, y terminaría 9 días después en Nueva York. El Andrea Doria llevaba en sus bodegas a otros ocho coches, junto con el Norseman; el concepto fabricado entre Chrysler y el carrocero Guía estaba siendo transportado para mostrarse en el salón de Nueva York y posiblemente en otros salones norteamericanos. Mostraba un diseño revolucionario para la época, sin pilares para el techo o el parabrisas; era además el primer coche que no tenía ventiletes en los cristales de las puertas delanteras.

El interior no era como el de una nave espacial (a lo que querían parecerse los conceptos de la época), sino que era más acorde a lo que se veía en las calles en esos momentos, aunque con los toques propios de originalidad de Guía. Las plazas traseras estaban divididas por una consola central, en donde estaban los anclajes de los cinturones de seguridad y los controles individuales de iluminación y ventanillas traseras.

Entre otros detalles, las ventanillas traseras eran eléctricas y se ocultaban en el pilar trasero cuando se abrían, una idea que también era novedosa para la época. Para acceder a las plazas traseras, los respaldos de los asientos delanteros no se abatían, sino que pivotaban sobre sí mismos, luego de que el acceso al interior se hacía mediante puertas que se abrían mediante un botón.

Se creía que el coche viajaba a Nueva York sin motor, aunque se ha probado a través de los años que se le había montado un motor V8 con cambio automático. Evidentemente el Norseman no iba a poder transitar nunca por las calles, debido al esqueleto de madera que mantenía unidas las partes de la carrocería. Con el paso del tiempo se demostró que no sería una solución de diseño que pudiera adoptarse inmediatamente por otros modelos, ya que todo mundo ha puesto en duda la idea del extraño techo soportado únicamente por el parabrisas.

Hoy en día, poco ha de quedar del coche, hundido a una profundidad de 70 metros en el Atlántico. Algunas expediciones para rescatar tanto los coches como otros bienes de valor que transportaba el Andrea Doria han sido proyectadas pero nunca llevadas a cabo, por lo que el Norseman solamente es conocido por algunas fotos previas que se le tomaron en Italia.

Fuente | Car Lust, Wikipedia, Imperial Club

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