Coches con historia: BMW M8
Seguramente, como buen amante de BMW, sabrás que el BMW M8 es básicamente un ejercicio realizado por la división deportiva de la marca alemana que lamentablemente nunca llegó a los concesionarios, quizás por sus terribles prestaciones para un vehículo de la época, algo que los directivos de BMW se negaron a fabricar. Precisamente aprovechando la […]
Seguramente, como buen amante de BMW, sabrás que el BMW M8 es básicamente un ejercicio realizado por la división deportiva de la marca alemana que lamentablemente nunca llegó a los concesionarios, quizás por sus terribles prestaciones para un vehículo de la época, algo que los directivos de BMW se negaron a fabricar.
Precisamente aprovechando la presentación al público del nuevo BMW M5 Concept los chicos de la división M de BMW han decidido abrir las puertas de su garaje particular dejando ver vehículos únicos que nunca llegaron a ver la luz como este increíble BMW M8, un vehículos que sin lugar a dudas lucía por encima de los demás y del que hoy intentaré contar lo mejor posible la historia que hay detrás de su creación.
Para relatar la historia y prestaciones de un vehículo tan emblemático a la vez que desconocido como este BMW M8 tenemos que remontarnos nada menos que a los años 80 cuando apareció por primera vez la Serie 8 de BMW, un vehículo muy singular que pronto se alzó como uno de los BMW más interesantes y atractivos de todos los tiempos.
Dentro de esta nueva serie BMW nos asombró con un tope de gama denominado como 850i, un modelo que simplemente superó todas las expectativas puestas en atractivo coupé de alta gama alemán gracias sobre todo a su motor V12 de 5.0 litros que hace casi 30 años era capaz de ofrecer una potencia de 300 caballos.
Pocos años después, concretamente en 1994 apareció en el mercado una evolución de este modelo que ahora era capaz de desarrollar 326 caballos con un motor evolucionado hasta los 5.4 litros. Aun así, todavía llegó al mercado una versión mucho más interesante de este vehículo denominada como 850 CSi y que en esta ocasión había sido desarrollado y producido por BMW MotorSport.
Precisamente este 850 CSi fue conocido por su enorme motor V12 de 5.6 litros denominado internamente como S70, un motor simplemente alucinante capaz de entregar 380 caballos y con el que este singular BMW era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6 segundos. La verdad, un coche realmente alucinante pero que no dejaba de ser eso, el plan B de una división de altas prestaciones a la que no le dejaron fabricar el verdadero BMW M8.
De esta forma, el modelo que ves en pantalla quedó tan sólo en eso, un prototipo que adelantaba lo que la división M de BMW era capaz de hacer y del que, al parecer, varios directivos de BMW se avergonzaban ya que se llegó a afirmar que este BMW M8 nunca había existido y que el único prototipo creado había sido destruido.
Ahora bien, ¿qué es este BMW M8? Básicamente lo que tienes ante ti es un modelo pensado para plantar cara a vehículos tan admirados de la época como el Ferrari 456 GT, algo que ya nos aclara muchas cosas sobre el magnífico y único ejemplar que ves un pantalla, todo un error por parte de BMW el no haberlo fabricado al menos en una edición limitada o quizás no.
Ahora bien, ¿qué diferenciaba a este BMW M8 del resto de la Serie 8? Básicamente elemento como los faros, en esta unidad se han prescindido de los típicos faros escamoteables, muy famosos en los vehículos de alta gama de la época y que en este modelo dejan paso a una solución mucho más atractiva como son unos faros pequeños y estirados.
Por otro lado, como es lógico, este modelo presenta ciertas soluciones realmente ingeniosas como las escuetas entradas de aire destinadas a refrigerar los frenos delanteros muy bien integradas en el paragolpes frontal o unos pasos de rueda mucho más anchos que los presentados por la Serie 8 en general.
Como guinda al pastel, destacar las entradas de aire laterales traseras, seguramente diseñadas para refrigerar algún componente o las llantas de aleación oscuras, color que también estaba presente en un interior nunca antes visto hasta la fecha gracias a detalles como su tapicería en Alcántara, dos buckets fabricados en carbono o nueva instrumentación donde antes debía estar el equipo de sonido.
Mecánicamente este BMW M8 destacaba por su enorme V12 de 6.0 litros de cilindrada que, con una potencia estimada de 550 caballos tan sólo es superado por los nuevos V8 que actualmente montan los X5 M y X6 M, sin lugar a dudas una potencia sobrenatural para un vehículo BMW de 1990.
Debido a esto, BMW decidió no llevar este modelo al mercado debido, básicamente, a que según los alemanes no tenía mercado suficiente para ser rentable aunque, el buen trabajo realizado por los chicos de la división M de BMW no pasó desapercibido y tras volver a desarrollar este enorme bloque se consiguió montarlo en vehículos tan importantes para la historia automovilística como es el McLaren F1.
Vía | e31.net
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