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Coches con historia: Abarth 205 Vignale Berlinetta
Abarth comenzó su trayectoria comercial con el 205 Vignale Berlinetta, el primer esfuerzo de construir sus propios coches, con motores Fiat.
No hay duda de que Abarth ha sido el preparador más prolífico y uno de los más populares. Sus preparaciones y kits sobre los Fiat (aquellos «milagrosos» Fiat 600 y 850), Alfa Romeo, Porsche o Simca dejaron una huella ineludible en su época más gloriosa, la de los años 60. Al día de hoy Abarth ha vuelto a la vida con los modelos especiales del Fiat 500 o de los Punto Evo.
Pero hay un modelo que particularmente me ha llamado la atención y es el que os quiero mostrar en estas líneas: el 205 Vignale Berlinetta, descendiente directo de los históricos Cisitalia y prácticamente el primer coche que Abarth fabricó, a la par de su próspero negocio de sistemas de escapes, en su apogeo por 1950.
Para la época, el Abarth 205 llevaba un motor «correcto». Es decir, se echaba mano de lo que había en ese momento y Fiat, comenzaba a convertirse en un imperio industrial del cual Carlo Abarth tomaría un motor de poco menos de 1.1 litros, que convenientemente adaptado con uno de los escapes de Abarth y 2 carburadores Webber 32, entregaba 83 caballos. Alfredo Vignale y Giovanni Michelotti se encargaron de darle vida a los primeros modelos, con su bonita carrocería de aluminio. Todo dispuesto con el primer ejemplar, se presentó en el salón de Turín de 1951.
El inconveniente del 205 fue que su precio era el equivalente al de un Ferrari de dos litros, por lo que el coche no se vendió y solamente llegó a producir tres ejemplares. Como Abarth comenzaba a inclinarse demasiado hacia las carreras, con un alto costo financiero para su compañía, el 205 fue el último coche que compitió oficialmente bajo el nombre Abarth, aunque cinco años después el 205 sería la base para dar vida al Abarth 207 A Spyder.
No cabe duda de que el genio y a la visión comercial de Abarth de vender coches que sí se podían comprar, poniendo la deportividad al alcance de mucha gente, ha hecho de la marca lo que es: una leyenda. Y en opinión de servidor el 205 Vignale Berlinetta quizás sea uno de los clásicos más bonitos que se han producido.
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