Tesla UK está fabricando una variante del Tesla Model 3 pensado para la flota de la policía, que prevé presentar pronto a distintos cuerpos de emergencias.
Coches eléctricos: problemas para la policía de Reino Unido
Un responsable de la policía británica ha mostrado su descontento con el rendimento de los coches eléctricos que prestan servicio en el cuerpo, muy exigente.
Aunque los coches eléctricos siguen ganando terreno en muchos campos de la sociedad, parece que no acaban de ser todo lo útiles y eficientes que se espera de ellos. Los cuerpos policiales de muchas ciudades europeas y americanas están incorporando este tipo de vehículos a sus flotas operativas y quizá el resultado que se espera de ellos no es todo lo práctico que debería ser.
La policía de Gloucestershire es el cuerpo de seguridad británico que tiene la flota de vehículos electricos más grande en servicio. El 21% de sus vehículos son de este tipo. Cuentan con 66 Nissan LEAF y nueve furgonetas e-NV200, así que está clara la apuesta por la modernización de su flota con vehículos eléctricos. Pero no están nada contentos con estos vehículos.
Problemas con los vehículos eléctricos policiales
Ha sido el Police and Crime Commissioner de Gloucestershire, Chris Nelson, quien ha mostrado su disgusto con estos vehículos. Según este cargo de la policía de la ciudad, en varias ocasiones los vehículos eléctricos han tenido que ser retirados del servicio porque se han quedado sin batería durante el mismo.
Esto ha provocado que los agentes hayan tenido que buscar un cargador eléctrico de manera urgente o simplemente, tener que buscar otro vehículo para poder cumplir con sus funciones. Todo esto provoca retrasos en la prestación de servicios y obstáculos a la hora de cumplir con su función en la lucha contra el crimen y la prestación de servicios a la ciudadanía.
Según el comisionado Nelson, es importante contar con este tipo de vehículos para hacer frente al cambio climático y cumplir con la normativa vigente. Hay que recordar que a partir del año 2035 no se podrá comercializar ningún coche con motor de combustión, así que los coches de policía también deberán de ser todos eléctricos.
Pero la tecnología no está todo lo adelantada que se necesita para poder realizar este servicio. Nelson teme que los vehículos de emergencia se queden sin batería durante la prestación de un servicio. El uso de las luces, la calefacción o el aire acondicionado y el sistema de comunicaciones provoca que el consumo de energía sea superior al que tiene un coche de uso común, lo que hace su autonomía disminuya bastante.
También hay que tener en cuenta el peso extra que supone el equipamiento policial, que también influye en el rendimiento de la batería. Todo ello hace que este responsable policial pida prudencia en la transición hacia el vehículo eléctrico. La presencia de coches eléctricos en los cuerpos policiales de todo el mundo todavía es testimonial y parece que seguirá siéndolo durante un tiempo más.
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