El coche volador podría ser una realidad pronto, pero ¿es necesario?

A lo largo de los últimos años, han sido varias las empresas que han presentado prototipos de «coches voladores«. En esencia, son pequeños monoplazas o en todo caso, biplazas, equipados con una hélice que les permite alzar el vuelo y moverse con libertad sobre la carretera, como si fueran pequeños helicópteros. Pese a que se han declarado viables, ninguno de ellos ha podido superar la larga lista de problemas legales que supone tener una aeronave sobre vías transitadas. Pero cada poco tiempo aparece uno que podría haber resuelto todos esos problemas y convertirse, por fin, en el primer coche volador comercial.

Ahora le toca el turno de la compañia holandesa PAL-V la que propone un nuevo modelo de este tipo de vehículos. El Liberty, que es el nombre que recibe este nuevo modelo, cumplirá según la empresa las distintas normas de seguridad de varios países, así que será fàcil encontrarse con este coche volador por alguna carretera europea. O por encima, vamos.

Las primeras 90 unidades han sido llamadas Pioneer Edition, que tendrá en el exterior elementos identificativos que le aportarán un aspecto diferente al resto de unidades, que llegarán después. Aunque el precio de este modelo se cifra en 399.000 dólares, este modelo especial y con más elementos exclusivos, este asciende a los 599.000 dólares. Las entregas, de entrada, se comenzarán a realizar a lo largo del año 2018.

El usuario de este tipo de vehículos tendrá que contar con licencia de conducir, pero también de vuelo. No se especifica qué tipo de licencia de este tipo tendrá que tener, pero se supone que será el más básico, dado el tamaño del vehículo. Según las especificaciones ofrecidas por PAL-V, podrá alcanzar los 160 km/h en carretera, con una velocidad en vuelo de 180 km/h.

En el mercado se prevé la llegada de otros vehículos de este tipo. Airbus también está trabajando en un vehículo de este tipo. Pero llegan las dudas. ¿Son realmente válidos para circular por todas las carreteras? Vamos a dudarlo. La legislación es muy restrictiva cuando se trata de vehículos voladores. Ni siquiera los drones utilizados para tomar fotografías pueden volar de cualquier manera en cualquier lugar. Un vehículo volador, a pocos metros de una carretera con circulación y a baja altura, representa un serio problema de seguridad.

Este tipo de vehículos deberán usarse, por lógica, en terrenos acotados y con un gran control. Nada de circular libremente y sin restricciones. Se tratará, en todo caso, de un juguete extremadamente caro y que será para que alguien con el dinero suficiente para comprarlo pueda disfrutarlo de manera privada y en determinadas situaciones. Al menos, por ahora. Lo que no vamos a negar a que será un juguete muy divertido si se puede disfrutar, aunque sea en terrenos especialmente acotado. ¿El futuro de la automoción? Futuro muy lejano, por lo menos, de momento.