Rebajar la temperatura de tu coche rápidamente después de haberlo expuesto al sol es una de las principales preocupaciones de los conductores en verano
¿Coche nuevo? Cómo conseguir que te dure más tiempo
Coche nuevo, vacaciones,… estás de suerte, pero procura seguir unos pequeños consejos si quieres disfrutar un largo tiempo con el menor número de problemas
Si eres de los afortunados que han estrenado coche o están a punto de hacerlo, sin duda agradecerás esta pequeña serie de consejos para conseguir que tu nuevo compañero de aventuras te dure el mayor tiempo posible en las mejores condiciones.
¿Cuál es el secreto de la longevidad de un coche? ¿Cuántos años puede realmente durar en buen estado un coche? ¿Qué debo hacer para mantenerlo como nuevo? Estas y otras muchas son las preguntas que se hacen los propietarios de un turismo cuando lo adquieren. Preguntas que tienen como finalidad conseguir la información necesaria para lograr que el vehículo sea de utilidad el mayor tiempo posible. Una perspectiva razonable, pero a la vista de como evolucionan los acontecimientos, claramente equivocada… salvo que pienses desde el principio en convertir tu coche en todo un clásico.
En ese caso, lo mejor que puedes hacer es disponer de una buena plaza de garage, subir el coche en unas «borricas», taparlo con una lona, desconectar los bornes de la batería y tener la prudencia de arrancarlo una vez al mes y darte un paseo con él. Pero seguro que ese no es el caso ¿verdad?
Si, como es normal, eres de los que van a utilizar el coche prácticamente a diario, piensa que el primer gran enemigo al que se enfrentará tu coche es la “intemperie”. Es decir, aparcar en la calle. Piensa que el 85 por ciento del tiempo que lo tendrás, tu coche permanecerá parado, aparcado en una calle. Es decir, al alcance de los amigos de lo ajeno y de los devastadores efectos que el sol y las inclemencias del tiempo pueden producir sobre los distintos componentes. Efectos que en el caso de las radiaciones solares se ven a la larga magnificados en distintos elementos de su interior (volante, salpicadero, tapicerías,…) debido al efecto lupa que las superficies acristaladas producen en ellos. Especialmente durante los meses más tórridos del año, julio y agosto, cuando aparcamos en playas y en pleno campo o zonas de montaña.
Los elementos ácidos de los árboles degradan rápidamente las películas protectoras de la pinturaPara evitar esos efectos, además de buscar la sombra y cobijo de árboles o edificios, también existen parasoles, lonas protectoras y otros elementos que ayudan a evitar esos perjuicios. Y aunque únicamente en las ventanillas traseras, también puedes instalar láminas de privacidad.
Recuerda también que aparcar bajo los árboles aporta sombra (aunque recuerda que el sol tienda cambiar de posición durante el día), pero igualmente aporta hojas, suciedad y riesgos, como la posibilidad de atraer los rayos durante las fuertes tormentas eléctricas que suelen producirse en verano. La suciedad que cae de los arboles sobre los coches, especialmente en otras estaciones del año, resulta sumamente perjudicial para la pintura y el acabado exterior de tu vehículo, sobre todo si tenemos en cuenta los excrementos de los pájaros que anidan o descansan en sus ramos. Todo ello aporta elementos ácidos sobre los coches que degradan más rápidamente las películas protectoras de las pinturas y del acabado exterior de los coches. En estos casos, siempre es mejor lavar el coche a mano que hacerlo en los lavaderos automáticos, cuyas escobillas de limpieza terminan creando micro rayados en la pintura inexorablemente, que al principio son inapreciables pero que a la larga se perciben con claridad. Además, los lavaderos automáticos no alcanzan a limpiar determinadas partes a las que la mano del hombre si que llega (zonas internas de los spoilers, faldones, eliminación de grasas acumuladas, cagadas de pájaros, insectos incrustados en el frontal, …).
Así que si tienes coche, piensa ante todo en poder disponer de un garage donde poder guardarlo y, aunque eso no te librará de un posible golpe del coche de una plaza vecina o de los temidos posibles arañazos contra las columnas, si protegerá mucho mejor tu coche que si lo tuvieras aparcado en la calle, donde si vives en las grandes ciudades, cada vez te será más caro y difícil poder dejarlo.
El mantenimiento, clave para la buena conservación del coche
Lo que mejor va a permitir que tu coche nuevo te dure mucho se resume en una sóla palabra: mantenimiento. Es una palabra más o menos cara, en función del modelo o de la marca que hayas escogido y, sobre todo, de tus posibles, pero no tanto como muchos puedan creer.
El mantenimiento de un coche se resume en la prevención. Controlar a diario el estado de tu vehículo te permitirá evitar muchas posibles averías y te hará disfrutar de un coche en plenitud de forma. Revisar los niveles del aceite y de los líquidos (refrigerante, limpalavalunetas, …), la tensión y estado de las correas (ventilador, distribución,…), el funcionamiento de las luces, las gomas de los limpiaparabrisas (recuerda que puedes tener una en la luneta trasera), son labores sencillas a las que apenas basta dedicar unos minutos cada semana. Minutos en los que también debes mirar que no se hayan introducido elementos extraños en la rejilla frontal del vehículo que impidan canalizar el aire convenientemente o la salida del tubo de escape, cuyo estado puede indicarte posibles anomalías en el funcionamiento del motor (exceso de aceite, malas combustiones,…).
Llantas y estado de los neumáticos
No dejes de vigilar las llantas y el estado y presiones de los neumáticos. Es vital para tu seguridad. El estado de los neumáticos te indica a través de su desgaste si existe algún problema en la dirección y los amortiguadores, si has usado en exceso los frenos o si los amortiguadores tienen algún problema. También son los mejores chivatos de si compruebas o no las presiones regularmente. Las llantas, además de contribuir a mejorar la imagen de tu coche, pueden permitirte ver (según su diseño y modelo) si los frenos desprenden más polvo de lo normal. La carbonilla que suele acumularse es un fuerte indicativo) lo que puede avisarte de que están llegando al final de su vida útil. En el mercado se venden unos productos especiales para limpiarlas y mantenerlas limpias y relucientes más tiempo.
Interior del coche
También los hay para los distintos elementos del interior del coche. Si, si quieres que tu coche se mantenga como nuevo deberás prestar también especial atención al interior del vehículo. Hay productos específicos para salpicaderos y tapicerías que ayudan a preservar no sólo la limpieza y evitar la acumulación de polvo, también la calidad del material con el que han sido fabricados, lo que ayuda a que esta se mantenga durante más tiempo. Recuerda que, en muchas ocasiones, el parabrisas no es que esté viejo, sino que se te ha olvidado muchas veces lavarlo por dentro. La suciedad se acumula y lo notarás rápidamente cuando le pases una bayeta húmeda con limpiacristales.
En el interior también debes comprobar periódicamente el funcionamiento de los elevalunas, la tensión de los cinturones de seguridad o la suavidad del giro del volante (siempre con el motor en marcha y a ser posible en movimiento). Comprueba igualmente que las luces del cuadro funcionan correctamente y que las bocas de salida del aire de los sistemas de ventilación y climatización del coche están limpias y se pueden orientar correctamente.
Las revisiones oficiales comprueban el estado de los diferentes elementos
En cuanto a la mecánica, para muchos automovilistas, en especial para aquellos que carecen de los conocimientos, criterios y elementos necesarios para poder realizar un mantenimiento adecuado del mismo, lo mejor es sin duda que se ciñan al plan prefijado por el fabricante del vehículo y lleven el coche al taller a pasar las revisiones fijadas en el Plan de Mantenimiento. Es la mejor forma de evitar averías, dado que los períodos de garantía establecen los momentos adecuados de revisión y/o cambio de determinadas piezas y elementos de desgaste del vehículo que deben siempre funcionar “como el primer día” para poder disfrutar con seguridad de tu coche.
Los más “manitas” e interesados por la mecánica también deben pasarlas, pues en muchos casos los coches más modernos no permiten un fácil acceso a elementos cuyo funcionamiento debe ser verificado por los especialistas en el taller, siguiendo los protocolos marcados por el fabricante, especialmente ahora en los que cada vez hay un mayor número de elementos cuyo funcionamiento está controlado electrónicamente. Cumplir con ellos es la mejor manera de poder reclamar ante posibles anomalías que surjan en el coche durante los períodos de garantía.
Forma y estilo de la conducción
Pero sin duda, lo que hará que tu coche te dure más o menos será tu actitud al volante, la forma en la que lo conduzcas. Nuestro mejor consejo es que practiques una conducción eficiente, pues este tipo de conducción te permitirá preservar mejor tu vehículo y disfrutar más y mejor de él. Para muchos, una conducción eficiente está reñida con la velocidad y las sensaciones. Están equivocados. Se puede y se debe ser eficientes tanto circulando a baja velocidad como a velocidades elevadas.
La conducción eficiente permite que el aceite lubrique todas las partes móviles de la mecánicaConducir eficientemente es vigilar atentamente la carretera, circulando pendientes de cuanto nos rodea, manteniendo la distancia de seguridad adecuada a nuestra velocidad y al tráfico que nos rodea; vigilando el asfalto para evitar pasar por los baches o defectos del piso; reduciendo adecuadamente la velocidad al pasar por badenes y guardias dormidos,…
Conducir eficientemente es dejar calentar el motor el tiempo necesario (especialmente en momentos de bajas temperaturas) antes de exigirle grandes rendimientos. Al hacerlo permitiremos que el aceite que lubrica las partes móviles de la mecánica llegue bien a todas ellas. Recuerda igualmente cambiar a las revoluciones adecuadas sin apurar las marchas hasta situar al coche a la velocidad adecuada para la vía y el tráfico en la que circulas. Apurarlas y llevar el motor alto de revoluciones únicamente sirve para consumir más combustible y asumir riesgos innecesarios en la conducción. Incluso la conducción más deportiva obliga a ser eficiente y a saber dosificar adecuadamente el uso del acelerador, embrague y frenos para obtener el rendimiento que deseamos del motor.
Nada es más dañino para una mecánica que conducir pasado de vueltas o revoluciones. No hay motor que lo resista, ni aceite que aguante. Así que evita los grandes e innecesarios acelerones. Evita también circular en punto muerto. Hacerlo no te permitirá gastar menos combustible (al ralentí un motor también consume) y si tienes que frenar bruscamente te costará mucho más dado que careces de freno motor para reducir tu velocidad, forzando el funcionamiento de pastillas y discos y reduciendo considerablemente con ello su duración. Evita igualmente pisar el embrague en semáforos o paradas. Al hacerlo desgastas innecesariamente los discos del embrague y puedes incluso quemarlos (¿recuerdas haber olido alguna vez a goma quemada al aparcar tu coche? Pues no son sólo los frenos).
Por último, piensa también que aparcar tu coche bien contribuye igualmente a alargar su vida útil. Evita en lo posible subir el coche a bordillos y aceras, te puede resultar doblemente caro, pues además de la posible multa que puede caerte si deterioras neumáticos, llantas y suspensiones. Estas también sufren de más si llevas el coche cargado en exceso o acostumbras a llevar cargas innecesarias a bordo (y con esto no queremos decir que dejes a la suegra o al pesado de tu cuñado en tierra cuando inicies tu viaje estas vacaciones).
En suma, considera que una inversión tan grande como la que acabas de hacer implica no solo disponer del dinero suficiente para adquirirla. También debes contar con el tiempo y la capacidad económica suficiente como para mantenerla adecuadamente durante todo el tiempo que deseas disfrutarla. Y aunque te digan que tu coche está anticuado u obsoleto, lo cierto es que disfrutar de la conducción de vehículos clásicos o antiguos también tiene su encanto, sobre todo cuando bajo su capó los motores bien cuidados siguen rindiendo con eficacia y gracias al buen mantenimiento realizado el resto del vehículo también ofrece iguales satisfacciones.
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