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Citroën OLI: la nueva propuesta de movilidad urbana eléctrica y asequible
Sencillez y ligereza con los principios en los que se basa el Citroën OLI, un revolucionario prototipo de coche urbano eléctrico con más de 400 km de autonomía.
El Citroën OLI es un concept-car concebido como una plataforma experimental para explorar ideas que se puedan aplicar en el futuro para hacer la movilidad eléctrica más accesible. Inspirado en la sencillez del Citroën AMI, el OLI supone un giro radical en algunas de las tendencias actuales en los coches modernos.
Y no solo en cuanto a su diseño, también a la hora de buscar la máxima reducción de peso y la mínima complejidad, con la idea de ofrece un coche simple pero duradero. Y lo que es más difícil: que los usuarios lo conciban como algo más que un vehículo para simplemente desplazarse de un punto a otro. Citroën propone el OLI como una verdadera extensión del estilo de vida de su propietario; algo parecido a lo que sucede hoy en día con los teléfonos móviles, por ejemplo.
Diseño atrevido y futurista… ¡con una carrocería de cartón!
Este prototipo de “vehículo familiar multiactividad”, como denomina Citröen al OLI, tiene unas dimensiones exteriores similares a las de un SUV compacto: mide 4,20 metros de longitud, 1,65 metros de altura y 1,90 metros de anchura. Y, desde luego, su silueta se reconoce al instante, algo que Citröen ya ha conseguido con algunos de sus coches hace mucho tiempo, como el mítico 2CV… o más reciente con el propio AMI.
Aquí, tanto el capó, el techo o los paneles que forman la trasera son completamente planos. ¡Y algunos paneles de la carrocería están fabricados con cartón! Tranquilo, no es que toda la carrocería sea de un material tan endeble. En colaboración con BASF, Citroën utiliza para los paneles de la carrocería del capó o del techo una estructura tipo sandwich en la que sí se utiliza cartón, pero con refuerzos de fibra de vidrio y revestidos con una resina especial de poliuretano, a la que antes de la pintura final se le añade una capa protectora de Elastocoat, un material resistente que se utiliza, por ejemplo, en el suelo de algunos parkings.
Esta construcción permite ahorrar un 50% de peso respecto a paneles equivalentes en acero, manteniendo la resistencia necesaria para cumplir con las exigencias que requiere la carrocería de un vehículo.
La versatilidad de un pick-up
Otros detalles que llaman la atención, sobre todo a estas alturas, cuando cuestiones como la aerodinámica son tan importantes, es el parabrisas vertical. Se ha elegido esta configuración porque requiere menos cantidad de vidrio (de nuevo el peso), es más fácil de fabricar y disminuye la radiación solar que llega al habitáculo (más fácil de climatizar). El tema aerodinámico pasa a un segundo plano en un coche destinado a moverse por zonas urbanas y suburbanas, con la velocidad máxima limitada a 110 km/h.
Las puertas traseras son más estrechas que las delanteras y se abren en sentido contrario, dejando acceso a un habitáculo en el que no hay pilar central. De nuevo con el peso en el punto de mira, se elimina el cableado eléctrico, el material aislante o los altavoces que habitualmente encontramos en las puertas.
Pero sin duda, una de las características destacadas del Citroën OLI es la zona de carga. Abatiendo el portón trasero y retirando el panel de la plataforma de esta zona (también fabricado con la misma estructura de cartón que el capó y el techo), se convierte en un pequeño pick-up. El propio panel de la zona de carga es extraíble, y la caja cuenta con raíles que permiten fijar ganchos para sujetar la carga.
Peso ligero, hasta 400 km de autonomía
Con un objetivo final de peso de 1.000 kg, el sistema de propulsión eléctrica debería permitir al OLI recorrer hasta 400 km con una carga de la batería, que tiene 40 kWh de capacidad. El consumo medio estaría en torno a los 10 kWh/100 km, una cifra muy baja. Y gracias a la carga rápida, la batería podría pasar del 20 al 80% de capacidad en poco más de 20 minutos.
Además, contempla la funcionalidad V2G y V2L, para poder almacenar el exceso de energía (por ejemplo procedente de paneles solares) y utilizarla en el hogar, o para suministrar energía a dispositivos eléctricos externos.
En cuanto al interior, el salpicadero se basa en un travesaño simétrico en el que se anclan la columna de la dirección, un soporte para un smartphone y los mandos de tipo palanca para el sistema de climatización, así como un riel electrificado deslizante con tomas USB. Como en el AMI, tanto la comunicación como el infotainment se basan en el smartphone del usuario. El piso del vehículo está fabricado con poliuretano termoplástico, una espuma flexible y ligera per elástica y muy resistente, que se puede sustituir por complelo y cambiar así de color.
Neumáticos sostenibles GoodYear Eagle Go concept
Una de las características del Citroën OLI son los neumáticos, desarrollados especialmente por GoodYear para este prototipo. Denominados Eagle GO, se trata también de un prototipo, una propuesta de neumático sostenible que se caracteriza por los materiales utilizados en la fabricación de su banda de rodadura.
Además de aceites de girasol o de resinas de pino, en sustitución de los aceites derivados del petróleo, otros materiales sostenibles o reciclados en estos neumático son el caucho natural, o la sílice obtenida de la cáscara de arroz.
Según GoodYear, el neumático conceptual Eagle GO puede “renovarse” hasta dos veces, sustituyendo la banda de rodadura. Una solución muy utilizada en neumáticos de camión o de aviación, que permite aumentar la vida útil de los neumáticos reutilizando la carcasa. Otra solución que iremos viendo poco a poco en los neumáticos de serie es la tecnología SightLine, que ya utiliza GoodYear en clientes de flotas. Se trata de un sistema de monitorización que permite controlar el estado del neumático a medida que se van recorriendo los kilómetros.
Citroën OLI – Galería de imágenes
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