Chrysler defiende el prestigio del Jeep Grand Cherokee en Suecia, debido a accidentada prueba

En los últimos días Chrysler se encuentra inmerso en una polémica con una publicación sueca, gracias al Jeep Grand Cherokee. De acuerdo a pruebas realizadas por Teknikens Värld, el Grand Cherokee Overland (el modelo que se comercializa en el mercado sueco) es muy propenso a volcar ante un cambio de dirección repentino.

Durante la prueba realizada por la revista, el primer giro repentino del volante casi equivale a un vuelco que fue salvado por el piloto. La conclusión de la prueba ha sido la recomendación de no comprar el Cherokee porque era un peligro para la seguridad, a pesar de que cuenta con sistema de estabilidad y jaula antivuelco de serie.

La respuesta de Chrysler no se ha hecho esperar y ha llegado mediante un artículo publicado en el sitio de usuarios de Chrysler, Allpar. En el artículo, se dice que la prueba estaba amañada y que el vehículo iba sobrecargado al momento del test. Chrysler también movilizó a algunos ingenieros que trabajan para la marca en Suecia, para que la prueba se repitiera, lo cual se hizo el día de ayer y por 11 veces, esta vez con la presión de los neumáticos correcta y con poca carga en el vehículo.

En ninguna de las pruebas en donde los técnicos de Chrysler estaban presentes, pudo reproducirse un vuelco o por lo menos un riesgo de vuelco. Además el grupo automovilístico norteamericano ha sacado a la luz un comunicado de prensa, en donde se relatan punto a punto todas las pruebas hechas y en donde además se menciona que se sigue investigando por qué los suecos mostraban a un Grand Cherokee a punto de volcar, cuando es un vehículo que ha obtenido altas calificaciones de seguridad de parte de la NHTSA americana. Para ellos, todo ha sido arreglado quien sabe con qué fines.

Me hace recordar al tema de los neumáticos del Ford Explorer, que explotaban sin motivo alguno, o a los vuelcos del Ford Bronco II que costaron a Ford millones de dólares en demandas. En ambos casos, Ford pudo demostrar que las fallas y los accidentes no podían deberse al mal diseño de sus vehículos, sino a los hábitos de conducción de sus clientes, con maniobras extremas para las cuales sus vehículos no estaban diseñados.

Vía | Autoblog