China se convierte en el principal mercado de vehículos eléctricos para Volkswagen

Ya sabemos que en los próximos años tendremos una gran cantidad de modelos electrificados en todos los mercados, pero hay alguno de ellos que resulta más atractivo para las marcas que otros. Hay algún mercado que se beneficia de unas ayudas a la compra y uso de vehículos eléctricos superiores a otros y ahí es donde las grandes compañías ven el negocio más claro. Si en países como España todavía se ha de realizar un largo camino en este aspecto, otros tienen bastante claro cómo tienen que actuar para avanzar en la movilidad eléctrica.

China se ha convertido en el mercado más atractivo para la comercialización de vehículos eléctricos, así que Volkswagen tiene previsto invertir 10.000 millones de euros en el diseño de una flota de vehículos de este tipo, junto a la empresa con la que mantiene una joint-venture en el país, Jianghuai Automobile Group (JAC Motor). Este dinero estará destinado al diseño de 40 vehículos eléctricos destinados al mercado local, así que tendrán un buen catálogo que ofrecer a los compradores chinos.

Para el desarrollo de 15 de estos modelos utilizará la plataforma MQB. aunque para el resto de modelos trabajará junto a su asociado para crear nuevas plataformas que puedan ayudar a crear esos modelos que representarán el futuro de la compañía en el mercado chino. Y es que el país asiático quiere combatir de manera efectiva los efectos causados por la contaminación a causa del tráfico. Así, su plan de actuación exige que para el año 2019 todas las marcas ofrezcan en su catálogo al menos un 10% de vehículos con bajas emisiones o mejor aún, cero emisiones. Para el año 2020 se exigirá que ese porcentaje aumente hasta el 12% del total de la oferta.

Volkswagen va a trabajar para conseguir llegar a esas exigencias del gobierno con todos estos modelos, aunque desde las oficinas centrales admiten que tendrán problemas para conseguir que la mayoría de sus vehículos consigan llegar a los 5 litros cada 100 kilometros de promedio que se exigirá a partir del año 2020. Un reto que sin duda acabará llegando al resto de países del mundo en forma de motores con mejor rendimiento y menos consumo.