El CEO de Lamborghini anuncia el Aventador SV Roadster

La versión más potente y escasa del Lamborghini Aventador derivará en una equivalente descapotable. El presidente y director ejecutivo del fabricante italiano, Stephan Winkelmann, ratificó esta decisión en declaraciones a la revista británica Top Gear, con quien charló este fin de semana en Goodwood. Su denominación no supondrá un quebradero de cabeza, ya que tan solo añadirá el término Roadster al nombre del vehículo.

Según explicó Winklemann, este Super Veloce perderá el techo y también cien unidades de la producción de la variante cerrada, cuyos seiscientos ejemplares se vendieron en tres meses. Aunque los concesionarios de la marca ya aceptan pedidos para darles un hogar a estos quinientos Aventador LP750-4 SV Roadster, Winkelmann no señaló cuándo se presentará al público.

La publicación inglesa apunta a una conversión tan solo diferenciada por los cambios en la estructura de la carrocería. Sus aditamentos aerodinámicos, como los deflectores de fibra de carbono o el alerón trasero, permanecerán en su sitio, al igual que el motor V12 de 6,5 litros y 750 caballos de potencia que propulsa al Aventador SV original. Lamborghini logró que el Aventador Roadster «convencional» registrara prestaciones prácticamente idénticas al cerrado y se espera que con el SV repita la hazaña.

El modelo constituirá el primero disponible al público que combine los apelativos SV y Roadster, si bien será el segundo en la historia de Lamborghini. El Diablo estrenó dicha conjugación cuando la de Sant’Agata Bolognese presentó un prototipo de un SV Roadster -por entonces el SV ocupaba el hueco inferior en la gama del Diablo- en el Salón de Ginebra de 1998.

Cuando la empresa fue adquirida por Audi en septiembre de ese año, los ejecutivos de la alemana decidieron cancelar el proyecto. Se ensamblaron al menos cinco Diablo SV Roadster -dos con faros escamoteables y tres con la actualización del modelo 1999- de preproducción. Dos de ellas, como la azul que vimos en Salon Privé 2013, llevaban el volante a la derecha.

Vía | Revista Top Gear