Los precios de las baterías para vehículos eléctricos crecen durante este año 2022 y se espera que no se estabilice hasta el año 2024 y vuelvan a bajar en 2026.
¿Cansado de cargar las baterías de tu coche eléctrico? Llega el primer modelo sin baterías
El Nanoflowcell Quantino 25 es un coche eléctrico que no tendrá baterías para almacenar energía, sino que esta se producirá a través de una reacción química.
Uno de los grandes problemas de los coches eléctricos es la necesidad de tener que cargar las baterías. Este es un proceso que conlleva mucho tiempo y que hace que la posesión de uno de estos vehículos sea un poco engorrosa. Pero llega ahora un coche eléctrico que ofrece una novedad que puede resultar muy interesante: no utiliza baterías.
Enseguida vas a pensar que se trata de un coche movido con tecnología de pila de combustible de hidrógeno. Pero no, se trata del Nanoflowcell Quantino 25, un coche que ha sido diseñado para funcionar sin baterías gracias a un novedoso sistema químico. Y ojo, porque sus desarrolladores aseguran que podrá tener una autonomía de hasta 1.000 kilómetros.
Tecnología eléctrica sin baterías
Las baterías son un elemento fundamental para el coche eléctrico, tal y como lo entendemos hoy en día. Presentan varios problemas, además del que ya hemos comentado y que provocan que la carga se retrase mucho. Y es que es un dispositivo muy pesado, casí el que más pesa en el coche eléctrico. Esto provoca que sea necesario utilizar neumáticos especiales, capaces de soportar ese peso de más.
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NANOFLOWCELL QUANTINO 25
Con el Nanoflowcell Quantino 25 desaparece ese problema. El modelo funcionará con una tecnología que se llama bi-ION. Esta utiliza dos depósitos con sendas soluciones líquidas. Una de ellas está cargada con electrolitos cargados positivamente y la otra, con anolitos cargados negativamente. Ambas se juntan sobre una membrana selectiva, donde se combinan y se aprovecha la energía eléctrica que se produce en ese momento.
Con la energía que produce esta reacción química el coche podrá recorrer hasta los 1.000 kilómetros prometidos. Eso sí, para el modelo de producción, la compañía responsable marca un total de 800 kilómetros de autonomía. Y a partir de ahí, llegan las malas noticias. Porque para que funcione, hace falta una estación de carga que cuente con estas dos soluciones líquidas cargadas de manera que pueda funcionar.
Eso supone añadir una infraestructura de carga más a las necesidades de los vehículos con movilidad eléctrica. Algo que dificultará su implantación, si finalmente llega a producción. De todas maneras, es otra alternativa al motor de combustión y al uso de coches eléctricos, así que no está mal conocerla y quien sabe si acaba siendo una de las opciones viables con las que nos encontraremos en breve.
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