Canoo se declara en bancarrota y da por finalizadas sus operaciones

En su corta vida y a pesar de contar con un interesante proyecto, Canoo no logró nunca obtener beneficios por su activad. Esto es precisamente lo que le ha impedido captar la financiación necesaria para seguir adelante.
La historia de Canoo parece haber llegado a su fin, a pesar de ser una de las startups más prometedoras del sector de los últimos años. Fundada en 2017 bajo el nombre de Evelozcity, Canoo logró la atención del público con su innovadora plataforma, capaz de adaptarse a diferentes tipos de carrocería, desde berlinas hasta monovolúmenes.
La incapacidad de la compañía para atraer todo el capital necesario para llevar a cabo sus innovadoras ideas ha llevado, sin embargo, a Canoo a declararse finalmente en bancarrota y dar por finalizado el sueño de convertirse en un actor relevante en la industria del automóvil eléctrico.
Los problemas de Canoo por la falta de financiación comenzaron a salir a la luz en noviembre pasado, cuando la compañía se vio obligada a despidir a casi una cuarta parte de su fuerza laboral. En su mejor momento, allá por el año 2021, Canoo contaba con alrededor de 800 empleados, pero años después para 2024 su plantilla ya se había reducido significativamente, antes incluso de tener que realizar esta importante reducción de personal.
Complicado fin de año para una de las startups más prometedores del sector
Canoo trató de salvar el temporal describiendo estos despidos como una medida temporal necesaria para lograr una estabilidad financiera, pero en declaraciones a los medios algunos de estos empleados despedidos ya pusieron en duda la viabilidad de la compañía a medio y largo plazo. Ahora podemos concluir que no se equivocaban.
Tan solo un mes después, las dudas sobre el futuro de Canoo se incrementaron drásticamente cuando la compañía anunció el despedido del resto de su fuerza laboral compuesta por 82 empleados. Una situación que ha llevado finalmente a que la compañía se declare en bancarrota con el inicio de 2025, anunciando el cese inmediato de operaciones y el comienzo de la liquidación de sus activos para pagar a sus acreedores y otras deudas pendientes.
Tras este anuncio, Tony Aquila, principal inversor y Director Ejecutivo de Canoo, ha querido expresar su agradecimiento a todos los que algún día trabajaron para sacar adelante este proyecto, y también su profunda decepción por no haber podido lograr ese objetivo.
«Queremos agradecer a nuestros empleados su dedicación y esfuerzo. Sabemos que creyeron en la compañía tanto como nosotros. Estamos verdaderamente decepcionados por cómo han resultado las cosas. También agradecemos a NASA, el Departamento de Defensa, el Servicio Postal de los Estados Unidos, el Estado de Oklahoma y Walmart por su confianza en nuestros productos y en la propia compañía.»
Las expectativas no se cumplieron finalmente
El futuro de Canoo parecía prometedor hasta hace tan solo unos años, cuando incluso Hyundai firmó en 2020 un acuerdo de colaboración para el desarrollo conjunto de una plataforma para vehículos eléctricos. Sin embargo, esto no fue suficiente para mantener a Canoo a flote, y con el paso del tiempo se hizo evidente que aquel acuerdo no permitió a la compañía obtener beneficios significativos.
Por otro lado, en 2024 el Servicio Postal de los Estados Unidos realizó el pedido de seis monovolúmenes Lifestyle Delivery Vehicle 190 de Canoo, con la intención de evaluar su posible incorporación a la flota de entrega de correos. El Royal Mail británico también estaba probando dos unidades de este mismo vehículo, e incluso llegó a confirmar su intención de realizar un importante pedido de hasta dos mil unidades si estos vehículos de prueba cumplían con las expectativas de la compañía.
El adiós de Canoo pone de manifiesto lo complicado que es salir adelante en esta industria y supone una lección a considerar sobre los desafíos financieros y operativos a los que enfrentan muchas startups en el competitivo mercado de los vehículos eléctricos.
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