Cambios en Ford: inicia su reestructuración europea reorganizando su gestión desde la cúpula
Inicia la reestructuración de su filial europa desde arriba apostando por expertos en calidad, pruebas y desarrollo, para obtener mayor rentabilidad en ventas
Ford ha dado comienzo a la reorganización y reestructuración de su filial europea buscando conseguir una mayor rentabilidad de sus operaciones en el viejo continente, donde la compañía cuenta con 54.000 empleados directos y 24 factorías y centros de producción. La filial europea de Ford espera pérdidas a finales de este año 2018, derivadas en su mayor parte de la debilidad experimentada por la marca en los mercados de Turquía y Rusia y por los elevados costos a los que ha debido hacer frente para el lanzamiento del nuevo Ford Focus.
Según informa Automotive News, en el tercer trimestre de 2018 Ford Europa perdía 245 millones de dólares (unos 196 millones de euros), frente a los 53 millones de dólares (unos 42,4 millones de euros) de pérdida que ya registró en el mismo período del 2017. Ford ya ha reconocido que espera pérdidas en su filial europea durante 2018, donde en 2017 logró 234 millones de dólares de beneficio (unos 187,2 millones de euros)
Pérdida de 25.000 empleos en Europa
La reestructuración y reorganización del negocio de Ford Europa está incluida dentro del plan de reestructuración que la marca del ovalo está llevando a cabo y que supondrá recortes por valor de 11.000 millones de dólares hasta 2020 (unos 9.662,7 millones de euros). Según la consultora Morgan & Stanley, la mayor parte de ese plan global pasa por Europa, donde se estima que se van a perder un total de 25.000 empleos (tanto directos como indirectos) y se considera que se van a perder unos 7.000 millones de dólares (unos 5.600 millones de euros). Desde Ford se han calificado las previsiones de la consultora de “pura especulación”, aunque si que se ha confirmado que la reestructuración planificada por la marca se realizará “en gran medida fuera de América del Norte”.
En este sentido, cabe recordar que el pasado mes de julio Bob Shanks, responsable de Finanzas de Ford, aludió a la escasa por no decir nula rentabilidad que produce la mayor parte de la gama de vehículos europeos de Ford “principalmente en automóviles y vehículos de actividad múltiple (minivans) como el C-Max”, mientras que la furgoneta Transit, el crossover Kuga y su pickup Ranger junto con las “importaciones seleccionadas” (probablemente en referencia al SUV Edge y al deportivo Mustang) sí se están vendiendo de manera rentable en Europa.
Ford está acusando notablemente su demora acumulada frente a sus rivales a la hora de expandirse en los distintos segmentos de vehículos crossover/SUV en un año en el que sus ventas se han visto lastradas por el final del ciclo comercial del Focus, el principal activo de su actual gama, y el arranque de una nueva generación del modelo. Y a ello hay que sumarle las dificultades generadas por la debilidad de la libra derivada del Brexit, los elevados costos de las materias primas y la fuerte caída de la demanda registrada algunos de sus principales mercados debido a la fuerte recesión que los modelos diesel están experimentando en el continente.
Sprint to 6, el nuevo plan de reinicio y rediseño de la compañía
Para luchar contra todo ello y liderar el proceso de reestructuración de sus negocios en Europa, Ford ha puesto al frente de su plan de reinicio y rediseño de la compañía “Sprint to 6” a Gunnar Herrmann y a Graham Hoare como nuevos directores ejecutivos de Transformación del Negocio en Alemania y Gran Bretaña, respectivamente. Hasta la fecha, Hermann era responsable de Calidad en Ford, mientras que Hoare estaba al frente de las operaciones mundiales de Pruebas y Desarrollo de Ford también a escala global. El hasta ahora director ejecutivo de Estrategia de Ford, Kevin Reynolds, se ha jubilado después de más de 40 años de servicios en la compañía.
El Plan “Sprint to 6” de Ford busca, según el reciente comunicado oficial de la empresa, “lograr un margen de EBIT del 6 por ciento, con el fin de invertir solo en aquellos vehículos, servicios y segmentos que mejor apoyen un negocio a largo plazo y sustentablemente rentable. Los cambios van dirigidos a “aumentar la capacidad de control, acelerar la toma de decisiones y reducir la burocracia” interna de la compañía con el fin de “crear un negocio sostenible a largo plazo en beneficio de nuestros clientes, empleados, socios y comunidades”, según afirma Steve Armstrong, vicepresidente de Ford y presidente de Ford Europa, Medio Oriente y Asia.
Almussafes: se mantiene la reducción en la producción ante la incertidumbre
Evidentemente, los intereses de Ford en España también se van a ver afectados por todos los planes mencionados. De hecho, ya lo están siendo. Recordemos que a finales del pasado mes de octubre la factoría de la marca en Almussafes (Valencia) realizó ajustes de producción tanto en su planta de vehículos como en la de motores que llevarán a parar sus líneas durante nueve días en la primera y trece en la segunda hasta el próximo mes de enero. Y eso únicamente con el fin de adecuar la producción a los actuales niveles de demanda.
Según informan los sindicatos de Ford en Almussafes, la marca está registrando un descenso en las ventas de sus modelos, y más en concreto en la del Kuga, tras haber alcanzado antes elevados picos de demanda”. Comunicadas como simples ajustes de producción, para los trabajadores de Ford estas medidas suponen importantes “síntomas de alarma” ante las aún no comunicadas acciones que el plan “Sprint to 6” debe plantear en relación con la factoría. Según el sindicato CCOO-PV, la empresa “parece que está dosificando la información y cada una o dos semanas reúne a la plantilla para comunicar un paro”, lo que provoca que el programa de producción establecido sufra de continuos cambios.
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