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Prueba y opinión: BYD Seal, una berlina eléctrica que pone en jaque al Tesla Model 3
El BYD Seal, en cualquiera de sus dos versiones, es una de las mejores berlinas eléctricas de su clase, con una relación entre valor y precio casi imbatible, teniendo en cuenta su comportamiento dimámico, sus prestaciones, la calidad de los acabados y el equipamiento de serie.
En muy poco tiempo, BYD, el líder mundial en vehículos enchufables, ha puesto en nuestro mercado una amplia gama de coches eléctricos que destacan por su magnífica relación entre valor y precio.
En la actualidad son ya seis los modelos eléctricos en el catálogo de BYD: el compacto y asequible Dolphin; los SUV Atto 3, Seal U y Tang cubriendo prácticamente todos los segmentos por tamaño y precio; y las berlinas Seal y Han. Y a todos ellos hay que añadir el recién llegado BYD Seal U DM-i, el primer híbrido enchufable de la marca en ponerse a la venta en nuestro mercado, que tiene un denominador común con los modelos eléctricos: nadie en la categoría da tanto por tan poco.
Sin embargo, entre los 10 coches eléctricos más vendidos en nuestro mercado durante la primera mitad de este año 2024 hay que irse a la novena posición para encontrar al Atto 3, el único BYD en este top10, liderado por Tesla con sus Model 3 y Model Y. ¿Qué le falta a BYD para escalar posiciones y colocar más modelos en este ranking? Pues lo más difícil: un mayor reconocimiento de marca. En BYD lo saben, y van paso a paso, ampliando su red de concesionarios y con acciones de marketing para ganar visibilidad, como el patrocinio de la reciente UEFA Euro 2024.
Porque por producto no será: BYD tiene coches capaces de poner en jaque a prácticamente cualquiera de los modelos eléctricos más vendidos en España, incluso al líder en ventas, el Model 3. Vamos a verlo con más detalle.
Dos versiones con 313 y 530 CV, autonomía de hasta 570 km
Con 4,8 metros de longitud y una afilada carrocería -Cx de solo 0,22- que incluso tiene un cierto aire de coupé de cinco puertas, pero que en realidad cuenta con tapa de maletero convencional, el BYD Seal está disponible en dos versiones.
El Seal Design tiene un motor en el eje trasero con 230 kW (313 CV) y 360 Nm de par, mientras que el Excellence 4WD añade un segundo motor de 160 kW (218 CV) en el eje delantero para contar con tracción a las cuatro ruedas y una potencia de sistema de 390 kW (530 CV). En los dos casos la batería es de 82,5 kWh de capacidad, lo que permite al Seal homologar hasta 570 km de autonomía, que se quedan en 520 km en el 4WD.
Por utilizar al líder en ventas de la categoría como referencia, el Tesla Model 3 de tracción trasera tiene 283 CV y hasta 513 km de autonomía, mientras que la versión Gran Autonomía 4WD alcanza los 498 CV y supera los 600 km de autonomía. Eso sí, en el caso del Model 3, con baterías más pequeñas: 60 kWh para la versión de tracción trasera y 75 kWh para el 4WD. Hay que reconocerle a Tesla el mérito: el Model 3 es casi imbatible en eficiencia y autonomía, uno de sus principales argumentos.
Otros posibles rivales del BYD Seal serían el Hyundai Ioniq 6, el Polestar 2 o el BMW i4.
Equipamiento y precio del BYD Seal
Valor por precio, esa es una de las mejores bazas del BYD Seal, cimentadas en un producto que cumple con buena nota en todos los apartados, y que destaca por su equipamiento. La dotación de serie es completísima: asientos eléctricos calefactados y ventilados, portón del maletero eléctrico, volante calefactable, bomba de calor, sistema multimedia con pantalla de 15,6 pulgadas, equipo de audio Dynaudio con 12 altavoces, techo panorámico, ventanillas con doble acristalamiento, doble cargador inalámbrico para teléfonos móviles, tapicería de cuero, sistema de iluminación ambiental interior… Incluso tiene un ionizador de aire y un filtro de partículas para controlar la calidad del aire que se respira en el habitáculo.
Tampoco falta de nada en materia de asistentes a la conducción, con todos los habituales y otros que no lo son tanto, incluyendo asistente de conducción en atascos, control de velocidad de crucero inteligente, frenado automático ante tráfico trasero cruzado, asistente predictivo anticolisión e incluso un control de descenso de pendientes. De hecho, no hay opciones más allá de la pintura metalizada. Puestos a ser tiquismiquis, en el listado de equipamiento se echan en falta unos faros matriciales, pero tampoco te acordarás de ello al conducir de noche: los faros led de serie con luces largas automáticas funcionan muy bien. A la hora de viajar sí se agradecería, sin embargo, un planificador de rutas al estilo del de la propia Tesla o como el que ofrece Audi en sus modelos e-tron, que tuviera en cuenta los puntos de carga y realizara sugerencias de recorrido y de las paradas a realizar.
La diferencia entre las versiones Design y Excellence, además de las relacionadas con el sistema de propulsión, es que el más potente incluye una instrumentación Head-up display y cuenta con una suspensión con amortiguadores controlados electrónicamente, porque hasta llevan el mismo equipo de ruedas, con llantas de 19 pulgadas y neumáticos 235/45.
En cuanto al precio del BYD Seal, los 46.990 euros de precio de tarifa de la versión Design se quedan en 35.720 euros según el configurador de la marca, incluyendo un descuento promocional de más de 3.700 euros y los 7.000 euros de ayuda máxima del Plan Moves. El precio de tarifa del Excellence 4WD es de 48.990 euros, apenas 2.000 euros más que el 2WD, pero esta versión tiene menos descuento y al final la diferencia se va a los 4.500 euros «reales», toda una tentación.
En cualquiera de los casos, es un precio muy bueno para lo que ofrece el Seal y competitivo frente a sus rivales, todos ellos más caros que el Seal, salvo el Ioniq 6… y el Model 3. La berlina de Tesla tiene un precio de 41.490 euros según el configurador de la marca, pero se consiguen descuentos de unos 3.000 euros, quedando el precio sin Moves en unos 38.000 euros, unos 5.000 euros menos que el Seal.
El interior del BYD Seal: mucha calidad
El BYD Seal no es el mejor en eficiencia, y tampoco destaca frente a sus rivales por sus prestaciones de recarga ni en capacidad de maletero. Aun así, me paree una de las mejores berlinas de su categoría incluso para viajar. Y lo es, principalmente, porque el Seal ofrece un puesto de conducción con unos asientos magníficos, tiene un habitáculo muy bien aislado y la puesta a punto del chasis está muy bien orientada al confort, con unas suspensiones que filtran muy bien lo que sucede entre las ruedas y el asfalto.
Además, y todo suma, como es habitual en la marca la presencia del interior es impecable, casi propia de un coche de lujo, sin llegar a serlo. La sensación que transmite, en cualquier caso, está un punto por encima de lo que es habitual en las marcas generalistas, rozando en muchos aspectos lo que podemos calificar de «prmium». Y aquí es donde el BYD Seal se desmarca y cobra ventaja frente al Model 3, con mejor presencia y materiales que, al menos en apariencia, parecen de mayor calidad.
Los asientos delanteros me parecen magníficos, y en las plazas traseras pueden viajar cómodamente dos adultos, con el único peaje de que no hay mucho espacio bajo los asientos delanteros para meter los pies y, de este modo, adoptar una posición sin flexionar mucho las piernas y elevar las rodillas. El maletero, con 400 litros de capacidad tanto en el 2WD como en el 4WD, no es muy grande en relación al tamaño del coche, pero será suficiente en la mayoría de los casos. Un hueco adicional de unos 50 litros bajo el capó delantero es una magnífica ayuda para alguna bolsa pequeña, o para llevar los cables de carga.
El equipo multimedia es otro de los puntos fuertes del BYD Seal. La instrumentación digital de 10,2 pulgadas no es nada del otro mundo. Pero el sistema multimedia con la pantalla rotativa de 15,6 pulgadas, que puede colocarse en posición horizontal o vertical, tiene una calidad fantástica. En la parte inferior hay unos accesos directos que permiten ir directamente a funciones principales como la climatización, aunque también hay algunos botones físicos en la consola central, junto a la palanca de cambios, como el selector de modos de conducción o, de nuevo, un acceso directo a la climatización, que se maneja desde la propia pantalla.
Y ya que estamos, mencionar que al menos en nuestra unidad de pruebas, el funcionamiento de la climatización me ha parecido mejorable. No porque no enfríe o caliente el habitáculo correctamente, sino porque en muchas ocasiones funciona con los ventiladores trabajando a una velocidad elevada, con lo que esto supone en cuanto a flujo de aire y ruido en el habitáculo.
Al volante del BYD Seal: una berlina de largo recorrido
Con las cifras oficiales en la mano, la diferencia de potencia y de prestaciones entre el Seal Design y el Excellence 4WD podrían hacernos pensar que el primero tiene un enfoque más orientado al confort y a la autonomía, y el segundo sería la elección para los que buscan un plus de deportividad, por lo que la elección debería ser fácil. Pero la realidad al conducirlos nos despeja muchas dudas.
Sí, el Design tiene potencia más que de sobra, ofrece más autonomía y es más barato. Pero incluso en el caso más desfavorable -depende de los descuentos en vigor- la diferencia no es mucha con el Excellence 4WD, que tampoco está tan lejos en autonomía y mejora el comportamiento dinámico y la experiencia de conducción en cualquier situación, gracias a la suspensión con amortiguación variable controlada electrónicamente.
Por ir al grano: como ya he anticipado más arriba, en cualquiera de las dos versiones el BYD Seal me parece una de las mejores opciones para quienes busquen una berlina eléctrica para viajar, por el aplomo, seguridad y confort que transmite al volante, incluso cuando el pavimento no está en la mejores condiciones. Pero solo por la mayor agilidad y precisión que ofrece la suspensión electrónica del más potente -aunque también influye el hecho de contar con tracción total y un mejor reparto de pesos- merece la pena dar el salto y renunciar a esos 50 km de autonomía homologada del 2WD.
Considera la mayor capacidad de aceleración del Seal Excellence 4WD como un plus que ahí está, aunque solo sea para presumir de que tu coche es capaz de bajar puntualmente de los 4 segundos en el 0-100 km/h -ojo, que el 2WD tampoco acelera nada mal, 5,9 segundos de 0 a 100 km/h- si la carga de la batería lo permite. Porque en las dos versiones la capacidad de recuperación es sobresaliente y la autonomía real permite afrontar tiradas de 350 km a ritmo de autopista con cierto margen. En utilización diaria por vía de circunvalación y con algo de ciudad, no me ha sido nada difícil superar los 400 km, de nuevo dejando margen de seguridad antes de parar a recargar.
Aquí es donde el Seal vuelve a ceder terreno ante el Model 3. El Tesla admite hasta 170 kW con corriente continua, frente a los 150 kW del BYD; pero el Model 3 es capaz de llegar antes y de mantener más tiempo altas potencias de carga. En cualquier caso, raramente necesitarás más de media hora para volver a ver la capacidad de la batería rondar el 80%, y poder iniciar de nuevo la marcha. De serie, la potencia máxima de carga con corriente alterna es de 11 kW.
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