Brabus fabrica su propio CLS Shooting Brake AMG
Brabus da a conocer un conjunto de moficaciones tanto en la carrocería como en la mecánica con preparaciones tanto en motores diésel de cuatro cilindros como en el V8 del CLS 63 AMG Shooting Brake.
Tres días después de que de comienzo la comercialización a nivel europeo del Mercedes-Benz CLS Shooting Brake llegan los chicos de Brabus y presentan las primeras modificaciones sobre el familiar más deportivo de todos. Las novedades del preparador alemán se centran tanto en el ámbito de la estética como de la mecánica, algo que nunca falta en un Brabus.
La carrocería recibe un paquete aerodinámico que incluye un spoiler delantero, grupos ópticos LED para la circulación diurna, parachoques más agresivos y faldones laterales deportivos con luces integradas. Las llantas de aleación ligera van desde las 17 hasta las 20 pulgadas acopladas a neumáticos 255/30 ZR20 delante y 295/25 ZR20 en el eje trasero.
Lo que de verdad nos importa se encuentra bajo el imponente capó y es que Brabus dispone de mejoras que van desde un simple cuatro cilindros diésel hasta el poderoso V8 que monta el CLS 63 AMG Shooting Brake. La variante de acceso conocida como CLS 250 CDI BlueEFFICIENCY sufre cambios en la centralita que permiten un aumento de los 204cv originales a unos interesantes 235cv de potencia. Cifras que no impresionan pero seguro que habrá gente a la que le interese y no es para menos.
Para el V6 diésel CLS 350 CDI BlueEFFICIENCY se perfecciona la velocidad entre el cambio de marchas de la caja de cambios haciéndolo aún más rápido a la vez que dependiendo del modo de conducción que decidamos utilizar se cambia por completo el mapa motor con aumentos tanto en la potencia como en el par máximo.
En el apartado gasolina contamos con un V8 de 4.7 litros que va acompañado del CLS 500 con mejoras de hasta 500cv y la posibilidad de quitarnos del medio el famoso limitador de velocidad de las berlinas y familiares alemanes.
En el caso más extremo nos encontramos con el rey de reyes, el CLS 63 AMG. Ahora el V8 sobrealimentado recibe un nuevo intercooler alimentado por una bomba eléctrica auxiliar y gracias al aumento de la presión de soplado de los turbos y una centralita más capaz la potencia del 5.5 sube hasta los 620cv y el par hasta los 1.000Nm. Con estas cifras el familiar será capaz de alcanzar los 100km/h en 4.2 segundos pudiendo superar sin problema algunos la barrera de los 300km/h.
Otras de las novedades es una suspensión semiactiva que altera la altura del vehículo dependiendo de las circunstacias de la conducción. A esto hay que añadirle tubos de escape que producen un mayor sonido, muelles más deportivos y por último un diferencial de deslizamiento limitado tarado al 40%.
Todas estas mejoras ponen al vehículo de Mercedes-Benz coronando la categoría de familiares a la espera de lo que traiga de aquí a unos meses Audi con su RS6 y de las modificaciones que sean capaz de hacerle los preparadores.
Fuente | Brabus
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