Bosch y TomTom unidos en la realización de mapas para la conducción autónoma
Una de las cosas más importantes para que la conducción automatizada funcione correctamente, es tener unos mapas actualizados con la información precisa de cada vía por la que estos vehículos circulen, entre otros parámetros. Bosch y TomTom se han unido para lograr tener una base de datos lo más amplia y precisa posible reduciendo al máximo el riesgo de accidente.
Para poder conseguir un sistema de conducción autónoma que ofrezca unos excelentes resultados hace falta que muchos parámetros se controlen de manera precisa. Uno de esos parámetros es la digitalización de mapas. Bosch y TomTom colaborarán en este apartado para conseguir que los mapas resultantes sean mucho más precisos.
En esta alianza, TomTom diseñará los mapas, mientras que Bosch, basándose en sus trabajos de ingeniería de sistemas, definirá las especificaciones que estos mapas deben cumplir. Ya está siendo probados, en los coches que Bosch utiliza para la conducción autónoma, por las carreteras públicas de Alemania y en Estados Unidos.
El Dr. Dirk Hoheisel, miembro del Consejo de Administración de Bosch, ha comentado sobre el proceso que se lleva a cabo que: «Sólo con mapas precisos la conducción automatizada en autopistas será posible a partir de 2020». Por parte del proveedor holandés de mapas y servicios de tráfico TomTom, tendrán para finales de 2015 los nuevos mapas precisos que faciliten la conducción automatizada en todas las autopistas y autovías de Alemania, que posteriormente, se extenderá esa cobertura al resto de Europa y Norteamérica.
El ajuste de los nuevos mapas llega hasta el decímetro y tienen múltiples capas, ventajas que los diferencian de los utilizados hasta ahora. La base tradicional de la capa de navegación se utiliza para calcular rutas desde un punto A a un punto B, incluyendo la secuencia de carreteras que serán recorridas. La capa de localización utiliza un novedoso concepto de posicionamiento que ofrece datos de mapas muy precisos, que el vehículo automatizado utiliza para calcular con exactitud su posición dentro de un carril.
El coche compara el entorno percibido con la información correspondiente en la capa de localización, definiendo su posición relativa en la carretera y sus alrededores. Gracias a la información en 3D sobre la geometría de la carretera, incluyendo curvas y pendientes, el coche automatizado puede decidir cosas como por ejemplo cuándo y cómo cambiar de carril.
Otra de las cosas importantes, si no la más, es que toda la información del material cartográfico que recibe el coche esté actualizada. Bosch y TomTom se encargan de que toda las variaciones que se produzcan, como el cambio o incorporación de señales y las velocidades de las diferentes vías por las que circule el coche automatizado sean incluidas en la base de datos de mapas digital, pasando previamente un proceso de verificación.
El confort y la seguridad son otros de los parámetros importantes a tener en cuenta. El sistema reconoce los posibles puntos negros tras las cuestas, o el comienzo de un atasco, en su etapa inicial, y así poder automáticamente aminorar la velocidad del coche a tiempo. Esto reduce considerablemente el riesgo de colisión. También repercute en una mayor eficiencia en el gasto combustible.
Fuente | TomTom/Bosch
Deja un comentario