BMW quiere igualar la pila de combustible de hidrógeno a la batería para sus futuros clientes

La transición a los vehículos eléctricos parece que va muy rápida. Tanto, que ya hay varias tecnologías que utilizan este sistema para mover el coche eléctrico. Una de ellas es la más utilizada, el uso de baterías que almacenan energía desde los cargadores. Esta parece que es la que se impondrá, pero hay otra tecnología que se está abriendo paso con más rapidez de lo que creíamos: la pila de combustible de hidrógeno.

Si la infraestructura de cargadores rápidos para los coches eléctricos nos parece insuficiente, la que permite la recarga de hidrógeno es mucho más limitada. Hay muy pocas hidrogeneras para repostar estos vehículos. Pero aún así, esta tecnología parece tener un gran futuro en la industria de la automoción.

La falta de estas infraestructuras hace que sean pocas las marcas que se acercan a este tipo de vehículos, así que los avances son más limitados de lo que quisiéramos. Pero desde BMW están dispuestos a darle una oportunidad a la tecnología de pila de combustible de hidrógeno y están dispuestos a ofrecer a sus clientes una opción asequible para que elijan.

La marca alemana quiere que los clientes que se acerquen a sus vehículos eléctricos puedan elegír entre un coche con batería y otro con pila de combustible de hidrógeno. Todo, por el mismo precio, sin que exista una diferencia de coste sustancial entre ellos. Esto podría suceder gracias al uso de la nueva plataforma en la que está trabajando BMW y que permitirá el uso de ambos sistemas en sus venículos.

Según Juergen Guldner, el jefe del Programa de Hidrógeno de la marca, cuando sea posible fabricar modelos de pila de combustible de hidrógeno en una cantidad suficiente, al mismo nivel que los coches de batería, el precio será mucho más ajustado y se podrá equiparar al de los coches con batería. Eso sí, con todas las ventajas que ofrecen los coches con pila de combustible frente a los de batería.

El primer vehículo de estas características será el BMW iX5 Hydrogen, que está en una fase de desarrollo muy avanzada. Este coche llegará al mercado como una opción minoritaria, pero servirá como campo de pruebas para futuros modelos similares. Según la normativa europea, tiene que haber una estación de carga de hidrógeno cada 200 kilómetros y en poblaciones con más de 100.000 habitantes, así que la infraestructura mínima permitirá contar con un punto de carga cercano.

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La intención de BMW es contar con ese vehículo de hidrógeno fabricado en masa en 2030, al que seguirán otros. Así, cada comprador podrá elegir entre un coche eléctrico con baterías o con pila de combustible de hidrógeno, si lo quiere, al mismo precio y con todas las garantías de que podrá hacer un buen uso del mismo.