Pillado un BMW M2 CS a 256 km/h en la AP-7
Un conductor ha sido pillado circulando a 256 km/h a los mandos de un BMW M2 CS por la AP-7, además de encontrarse bajo los efectos de la cocaína.
Pese a que un coche de altas prestaciones puede correr y mucho, sus prestaciones están ideadas para aplicar en un circuito o en situaciones de emergencia. Es por esto que sorprende haber presenciado la noticia de un BMW M2 CS, la versión más radical del deportivo alemán, a más de 200 km/h en la AP-7. No sorprende tanto cuando descubrimos que su conductor se encontraba bajo los efectos de estupefacientes, una mala combinación en cualquier caso independientemente de que se trate de un coche rápido, deportivo o ideado para labores industriales.
Pero los hechos ahí están, y una cámara radar ha capturado a un BMW M2 CS circulando a 256 km/h para ser más exactos. Fue a la altura de Tarragona donde tuvieron lugar los hechos que derivaron en la detención de un conductor de 48 años que dio positivo en cocaína, provocando una mayor sanción que la del simple hecho de sobrepasar muy por encima el límite de velocidad.
Teniendo en cuenta la imagen compartida por la propia Guardia Civil, podemos dar constancia de que estamos ante un BMW M2 CS. Esta variante se posiciona como colofón final de esta generación del deportivo bávaro, la cual ofrece una importante reducción de peso y un seis cilindros en línea sobrealimentado por turbo capaz de rendir 450 CV y 550 Nm de par, cifras que se trasladan al asfalto con un 0 a 100 en 4,2 segundos y una velocidad máxima de 280 km/h.
Esto da constancia de que, pese a la alta velocidad a la que circulaba este conductor aprovechando el bajo tráfico y los efectos de las drogas, tenía margen para más. Y es que coches como el BMW M2 CS no son una tontería y sus prestaciones están ideadas para aplicarlas en un circuito.
Con esta premisa, el peso de la ley cae sobre el infractor, provocando sanciones por exceso de velocidad superior a los 191 km/h en vías limitadas a 120 km/h de 600 euros. A esto debemos sumarle circular bajo los efectos de estupefacientes, que conlleva sanciones comprendidas entre 500 y 1.000 euros.
Teniendo en cuenta el contexto de esta situación, se valora el ingreso en prisión ya la retirada del carnet de conducir. En el primer caso, la pena puede ser de dos a seis meses de cárcel, mientras que el carnet puede retirarse entre uno y seis años. Sea como fuere, el infractor no saldrá impugne de esta situación en la que no solo pone en riesgo su propia vida, sino también la de otros usuarios de la vía.
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