BMW y Jaguar Land Rover podrían ampliar su acuerdo para compartir los motores de combustión

Fusiones, alianzas, acuerdos, cooperaciones… sea cual sea la forma que tomen, es innegable que cada vez son más los fabricantes que se ‘unen’ para desarrollar nuevas tecnologías mucho más rentables, y el último par parece ser BMW y Jaguar Land Rover. Ambos fabricantes han acordado expandir su reciente asociación para el desarrollo del coche eléctrico para incluir una variedad de motores de combustión interna, gasolina, diésel y variantes híbridas. Se dice que entre estos propulsores se incluyen unidades de cuatro y seis cilindros, con y sin electrificación.

Este movimiento podría ser beneficioso para los fabricantes de automóviles, y que permitirá que Jaguar Land Rover reduzca los costes relacionados con la investigación y el desarrollo de motores de combustión interna a medida que la empresa mira hacia un futuro eléctrico. BMW, por otro lado, se beneficiaría de las ventas de sus motores y del aumento del volumen de producción que resultaría de ello. 

Nada es oficial por el momento, pero los rumores de un posible acuerdo llegan en un momento en el que Jaguar Land Rover está bajo presión para reducir los costes después de una caída significativa en las ventas. Sus cifras en lo que va de año han disminuido en 11.6 respecto al año anterior y la compañía registró una pérdida de impuestos de 3.8 millones de euros en el último trimestre de 2018.

Se desconoce cuándo se podría anunciar el acuerdo rumoreado, pero la asociación para el desarrollo de coches eléctricos se desveló en junio y llamó a las dos compañías a trabajar juntas en las unidades de transmisión eléctrica de próxima generación. Según los términos del acuerdo, la unidad de propulsión de la Serie 5 de BMW, que cuenta con un motor eléctrico, transmisión y electrónica en una sola carcasa, formaría la base para los futuros motores eléctricos desarrollados con Jaguar Land Rover.

Motores, el nuevo objetivo de BMW y Jaguar Land Rover

En ese momento, ambas compañías dijeron que el acuerdo les permitiría “aprovechar las eficiencias de los costes derivadas del desarrollo compartido de futuros sistemas eléctricos”, así como reducir los costes de planificación de la producción y aumentar las economías de escala.

Se dice que el movimiento está destinado a permitir que Jaguar Land Rover reduzca su inversión en curso en las líneas de transmisión de gasolina, diesel e híbridas y, en cambio, concentre su inversión en investigación y desarrollo en las líneas de transmisión eléctrica en asociación con la marca bávara. Para BMW, el acuerdo salvaguarda las operaciones de investigación, desarrollo, adquisición y producción existentes al agregar volumen más allá de sus propias marcas, BMW, MINI y Rolls-Royce.

La noticia del acuerdo de motores de combustión interna que está siendo tramitado por Jaguar Land Rover y BMW llega en un momento en que las autoridades regulatorias en los principales mercados mundiales están elevando los estándares de emisiones, con especial énfasis en los niveles de CO2 y NOx para combatir la contaminación del aire. De este modo, aumenta el nivel de gasto requerido para diseñar motores, diesel e híbridos.