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BMW iX3: prueba y opinión de la versión eléctrica del BMW X3
Situado en la gama SUV eléctrica de BMW entre el iX1 y el iX, el BMW iX3 resulta un coche muy satisfactorio para dar el salto a la electromovilidad.
El BMW iX3, presentado en 2020, y que llegó a nuestro mercado en 2021, fue el primer SUV eléctrico de BMW, y el segundo de su gama en contar con propulsión 100% eléctrica tras el BMW i3, que se presentó en 2013. Y esto nos da una idea de cómo están cambiando las cosas: entre el lanzamiento del BMW i3 y el iX3 pasaron siete años para que BMW ampliase su gama eléctrica a dos modelos.
Ahora, en menos de dos años desde la llegada del iX3, la marca alemana cuenta ya con 8 modelos eléctricos en su configurador: los SUV iX, iX3 e iX1; las berlinas i7 e i4; las variantes M, el ix M60 y el i4 M50; y el i3, que sigue apareciendo en el configurador de la marca, aunque a mediados del año pasado ya se anunció el fin de su producción.
En cuanto al BMW iX3, la versión eléctrica del BMW X3, que es el modelo en el que nos vamos a centrar en este artículo, lo primero es recordar que apenas un año después del inicio de su comercialización recibió los cambios asociados al restyling que BMW realizó al X3 MY22, que afectaron al diseño exterior y en mayor medida al habitáculo, sin modificaciones en su sistema de propulsión.
Analizaremos en esta prueba el BMW iX3, y lo haremos empezando por uno de los factores que pueden ser determinantes: su precio.
El precio del BMW iX3 y sus posibles alternativas
Actualmente hay una única versión del BMW iX3 a la venta, con el acabado denominado Inspiring y un precio que parte desde los 74.400 euros. Hasta hace poco era posible configurar una segunda versión denominada Impressive, que se iba hata los 80.000 euros. El sistema de propulsión es siempre con un único motor situado en el eje trasero que rinde una potencia de 210 kW (286 CV), y una batería de 80 kWh de capacidad que proporciona una autonomía homologada WLTP de hasta 461 km.
Aunque como veremos más adelante el equipamiento es muy completo, el precio es elevado si lo comparamos con SUV eléctricos de características similares, aunque no sean de marcas premium. Un Ford Mustang Mach-e, por ejemplo, supera los 600 km de autonomía en la versión Range Extended y supone un desembolso del orden de 16.000 euros menos. Y el Skoda Enyaq, en su versión más potente, el RS de 299 CV, está por debajo de los 65.000 euros.
Si ya nos vamos a los SUV eléctricos premium, el Audi Q4 e-tron más potente (todavía no hay versión eléctrica del Q5, que sería el verdadero rival del iX3), el 50 quattro con motor de 299 CV, tiene un precio desde 65.310 euros. El nuevo Lexus RZ, con 313 CV y 440 km de autonomía, está a la venta desde 77.000 euros. Y Tesla tiene los Model Y Performance, la versión tope de gama con dos motores, 460 CV y más de 500 km de autonomía , cuesta 10.000 euros menos que el iX3. Tambén como referencia obligada, mencionar dentro de la propia gama BMW X3 el X3 xDrive30e híbrido enchufable de 292 CV y con tracción total cuesta unos 6.000 euros menos que la versión eléctrica, con la que comparte etiqueta CERO de la DGT. Y el xDrive30d con 286 CV e hibridación ligera (etiqueta ECO) está disponible desde poco más de 66.000 euros. Pero hemos quedado en que nos vamos a centrar en lo eléctrico…
Y si seguimos buscando opciones al iX3 dentro de la propia marca, con un precio cerca de 20.000 euros inferior, el nuevo BMW iX1 es una alternativa muy seria al iX3, en la misma medida o más incluso que el BMW X1 lo ha sido siempre al BMW X3, sea cual sea el sistema de propulsión elegido. Vale que hablamos de un coche de un segmento inferior. Sin embargo, metro en mano, los casi 25 cm más de longitud del iX3 no se notan tanto si hablamos de espacio en el habitáculo. Incluso el maletero del iX1, con 490 litros, es de lo mejor de su clase, y queda muy cerca de los 510 litros del iX3.
Pero es que, además, el iX1 xDrive30, la versión que se comercializa actualmente, tiene dos motores y, por lo tanto, tracción total. Y supera al iX3 en potencia y prestaciones, con sus 230 kW (313 CV) y una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos. La batería de 64,7 kWh, y un consumo realmente bajo, da en este caso para homologar una autonomía de hasta 439 km.
BMW iX3: equipamiento muy completo
Por lo que hemos visto hasta ahora, su elevado precio puede quizás uno de los verdaderos puntos débiles del BMW iX3, sobre todo teniendo en cuenta el gran número de alternativas y lo que ofrecen. Pero por lo demás, y como vamos a ver, el SUV eléctrico de BMW es un coche muy satisfactorio, empezando por el equipamiento de serie.
Entre muchos otros elementos, el iX3 ya incluye, por ejemplo, el paquete M Sport, los faros led adaptativos, portón trasero de accionamiento eléctrico, un enorme techo de cristal panorámico, sistema de luz ambiental interior, bomba de calor, suspensión neumática adaptativa, climatizador, sistema multimedia con pantalla de 12,3 pulgadas, asistente al aparcamiento, el paquete de asistentes incluidos en Driving Assistant Professional y la instrumentación digital BMW Live Cockpit Professional. También son de serie las llantas de 19 pulgadas, la tapicería de cuero sintético Sensatec perforado, la pintura metalizada.
Como opciones destacadas cabe mencionar la instrumentación proyectada en el parabrisas (1.300 euros), los faros con luz láser (1.940 euros), el maletero con apertura remota mediante control gestual con el pie (740 euros), el control por gestos para el sistema multimedia (400 euros), los cristales de confort acústico (228 euros), la suspensión M (560 euros) o el BMW IconicSouns Electric (114 euros), que modifica el sonido según el modo de conducción.
El BMW iX3 por dentro: calidad y espacio
Lo primero que llama la atención al ponerte a los mandos del BMW iX3 es la sensación de calidad y alta tecnología que transmiten el diseño, los materiales y su ajuste, el tacto de todos los mandos y las dos grandes pantallas de 12,3 pulgadas cada una que se utilizan para la instrumentación y el sistema multimedia.
Es cierto que el cockpit del iX3, que solo se diferencia del de los BMW X3 con motores térmicos en algunos toques de color azul en el volante o el botón de arranque, resulta más tradicional que el de otros SUV diseñados desde el principio únicamente como coches eléctricos, en los que prima más el minimalismo y cobran mayor protagonismo las pantallas. Sería el caso de los ya mencionados Mustang Mach-e y Tesla Model Y; o del nuevo Polestar 3. Pero particularmente me siento muy a gusto en en iX3, con un puesto de conducción que apenas requiere adaptación, vengas del coche que vengas.
Me gusta especialmente lo bien que funciona la integración inalámbica de Apple CarPlay (también es compatible con Android Auto) y la definición de los gráficos o el intuitivo manejo de la pantalla multimedia. Pero también que se mantenga el mando giratorio y los botones de acceso directo en la consola central, entre los asientos. Parece que muchos diseñadores de interiores no quieren darse cuenta -o si lo hacen tampoco quieren dar marcha atrás- de que es más fácil y seguro el manejo desde aquí que fiarlo todo a una pantalla táctil.
También es muy agradable el tacto del volante, de aro grueso y con grupos de botones fáciles de manejar sin tener que mirar ni forzar la posición de las manos. Los asientos son muy cómodos, la visibilidad muy buena y hay muchos huecos prácticos para dejar objetos.
Lo único que no termina de convencerme del todo es la instrumentación, al menos hasta que te acostumbras. La calidad y la definición de la pantalla es espectacular, pero la forma en la que se presenta la información pretende añadir un toque tecnológico que puede llegar a resultar cargante, al menos frente a otras instrumentaciones de este tipo en la que se recurre a diseños con relojes más clásicos.
Aquí el indicador de velocidad y el powermeter no son circulares, y añaden información adicional en su interior, más las que ofrece la zona de la pantalla entre ambos. La cantidad de información que puedes llegar a tener a tu disposición es abrumadora.
En cuanto a la habitabilidad, no hay diferencias respecto a un BMW X3 salvo que el piso va algo más alto (la batería va debajo), lo cual quiere decir que hay espacio de sobra para que los pasajeros viajen muy cómodos. Se conserva la funcionalidad de reclinar o abatir individualmente los respaldos de los asientos traseros, lo que mejora el confort y la versatilidad. Sí pierde un poco en capacidad del maletero, aunque sus 510 litros siguen siendo una cifra muy buena. Además, se agradece el hueco existente bajo el piso para guardar los cables de recarga.
En marcha con el BMW iX3
Nada más recorrer los primeros kilómetros con el BMW iX3, nos damos cuenta enseguida de que estamos al volante de un coche muy diferente al resto de la gama BMW X3, por mucho que el diseño diga lo contrario. La inmediata respuesta al acelerador, y cómo el coche se desplaza o incluso gana velocidad con total facilidad sin ruido y con una suavidad exquisita es algo a lo que ya empezamos a acostumbrarnos cuando se trata de un coche eléctrico.
En el caso del iX3, si se ha equipado el sistema IconicSounds, podemos escuchar un sonido que intenta en cierta medida emular la experiencia de conducir un coche con motor de combustión. Particularmente creo que es una opción prescindible, pues no lo consigue, con un sonido demasiado artificial que, por ejemplo al acelerar cuando llevas seleccionado el modo sport, recuerda a una nave espacial… o al metro cuando se aproxima antes de salir del túnel.
Si una de las ventajas de los coches eléctricos es la ausencia de vibraciones y ruido, lo mejor es aprovecharla. Y en este sentido, conducir el iX3 es una delicia. Sorprende la capacidad de aceleración y de recuperación para la potencia que anuncia, sobre todo si lo comparamos con otros SUV que alcanzan los 400 CV, y no parecen correr mucho más que el iX3. Se puede elegir entre tres modos de conducción (Eco, Comfort, Sport) claramente diferenciados, y también es posible seleccionar distintos niveles de intensidad para el sistema de recuperación de energía.
Con un centro de gravedad casi 8 cm más bajo que los X3 con motor gasolina o diésel, y la suspensión adaptativa de serie (opcionalmente puede ser la M, con reglajes más deportivos), el iX3 disimula de maravilla sus casi 2,3 toneladas. Se nota que es un coche pesado, pero aun así la agilidad es altísima, incluso en carreteras con curvas muy cerradas. Es un coche con un comportamiento dinámico sensacional, que destaca por el confort de marcha -a pesar de una suspensión nada blanda y de los neumáticos anchos y de bajo perfil en nuestra unidad de pruebas- a la hora de viajar, por su sorprendente manejabilidad en ciudad o por lo bien que se desenvuelve en carreteras de montaña.
Autonomía y recarga: 350 km en uso real sin problemas
Los días que hemos convivido con el BMW iX3, utilizándolo en todo tipo de situaciones, nos permiten afirmar que no es difícil conseguir autonomías reales de 400 km, a poco que parte del recorrido sea favorable. Pero lo más razonable es plantearse “tiradas” de no más de 350 km y programar la recarga en consecuencia.
Si utilizas el modo Eco pro, en el que difícilmente echarás en falta capacidad de respuesta, y mimando mucho el acelerador, conseguir medias de 19,5-20 kWh/100 km no es complicado. Pero también consigues fácilmente esos registros dejando que el asistente de conducción se encargue de todo. Me parece uno de los mejores sistemas de este tipo que he probado últimamente, pues funciona de maravilla, controlando la distancia con el vehículo que circula delante de forma muy suave al acelerar para recuperar la velocidad, y manteniendo bien el coche en el carril (se puede regular el nivel de intervención en el volante), además de recuper energía cuando es posible, pues el navegador tiene en cuenta los datos de la ruta.
En un wallbox con una potencia de 11 kW, cargar la batería al completo requiere unas siete horas y media. Hacerlo en un poste de carga rápida a 150 kW, que es la máxima potencia de carga que admite el iX3 con corriente continua, permite en teoría -no lo hemos probado- alcanzar el 80% de capacidad en poco más de media hora. Sí pude verificar el correcto funcionamiento en postes de carga de 50 kW de la red de Repsol y de Endesa, en los que se puede recuperar alrededor de 100 km de autonomía en unos 20 minutos. BMW ofrece su servicio de recarga, que permite a sus usuarios acceder a precios más atractivos, sobre todo en las estaciones de carga rápida de IONITY.
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