BMW i HydrogenNEXT: la firma bávara apostará por las celdas de combustible de hidrógeno
BMW sigue adelante con la creación de alternativas a los motores de combustión, y una de ellas son las celdas de combustible de hidrógeno.
El mundo del motor está evolucionado constantemente, y uno de los aspectos en el que más están trabajando los ingenieros es en las fuentes de energía alternativas. Marcas como BMW ya demostraron hace tiempo la capacidad de las mecánicas eléctricas y de su buen hacer en el cuidado del medioambiente, pero quieren ir más lejos. La firma bávara no ha querido desperdiciar oportunidades y ya se encuentra trabajando en su futuro más inmediato, el cual se encontrará protagonizado por celdas de combustible de hidrógeno, una solución que pronto será viable.
Este sistema, que aún se encuentra en desarrollo, recibe el nombre de BMW i HydrogenNEXT, y promete ser una alternativa tangible en no mucho tiempo. Y es que las condiciones actuales no dan pie a lanzar de manera masiva un vehículo sustentado, principalmente, por hidrógeno. Esto se debe a la pobre red de carga de la que goza actualmente España y otros países en los que tampoco es una solución de momento viable.
No obstante, BMW cree firmemente en el que hidrógeno será muy pronto una opción práctica y mucho más económica y favorable para el medioambiente que los combustibles tradicionales. Con esta premisa, la casa germana cuenta con un prototipo del sistema motriz preparado para ser aplicado en un coche y demostrar la eficiencia de este sustento de vida que muy pronto comenzará a cobrar protagonismo en el sector.
Jürgen Guldner, vicepresidente de tecnología y vehículo de celdas de combustible de hidrógeno en el Grupo BMW, cuenta que el sistema BMW i HydrogenNEXT que tienen desarrollado es capaz de generar 170 CV de energía eléctrica. Esto es posible gracias a la reacción química que se produce entre el hidrógeno y el oxígeno del ambiente y que permite que el vehículo tan solo emita al exterior vapor de agua.
Un convertidor eléctrico ubicado debajo de la celda de combustible se encarga de adaptar el nivel de voltaje al del propulsor eléctrico y a la batería, que es alimentado por la energía de frenado y la energía de la celda de combustible. Gracias a la batería de potencia máxima colocada sobre el motor eléctrico, es posible que la potencia total ascienda hasta unos sorprendentes 374 CV.
De momento, este nuevo sistema mecánico se aplicará sobre varias unidades del X5 actual, conejillo de indias que permitirá a BMW pulir esta tecnología que pretenden tener en funcionamiento en el año 2022. De esta forma, la firma teutona se prepara para adentrarse en una era en la que los motores eléctricos al uso, los sistemas híbridos y los propulsores de combustión ya no estarán solos.
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