BMW 218d Active Tourer, opinión y prueba

Motor y prestaciones

Nuestro BMW era el 218d, es decir, el diesel de 150 CV. El propulsor es el conocido 2.0 diesel que ahora llega hasta los 190 CV pero que en su versión 18d se queda en los 150 CV. Es un motor de nueva generación al igual que los gasolina que estrenó el Serie 2 Active Tourer de tres cilindros.

Lo más destacable es la entrega de potencia, responde con fuerza desde 1500-1800 r.p.m. y hasta las 4.000 vueltas. Sus 150 CV son más que suficientes para mover con soltura al Serie 2 AT, aunque algo más de refinamiento se echa de menos, sobretodo a nivel sonoro.

El motor lleva asociada una caja de cambios manual de seis relaciones con un tacto preciso y muy correcto, lleva un sistema que sincroniza las revoluciones a la hora de reducir las marchas para evitar los típicos tirones cuando reducimos.

Cuesta acostumbrarse a este sistema puesto que las primeras veces parece que el coche no reduce, pero aporta mucha comodidad a la hora de cambiar de marcha.

Comportamiento

La esencia BMW no sólo se nota en el diseño sino también en el motor y en el comportamiento, el Serie 2 AT es un coche ágil (bastante más que el Mercedes Clase B) puesto que las sensaciones al volante son más propias de un turismo que de un monvolumen e incluso me atrevo a afirmar que hay berlinas menos dinámicas que este BMW.

Es el primer BMW que usa la nueva plataforma de los Mini, cuenta con un gran aplomo en carretera y la suspensión es firme sin llegar a perder confort o ser seca. En carretera o autovía el Serie 2 AT nos aporta una sensación de estabilidad y confort, sólo lo limita dinámicamente la altura (propia de un monovolumen) mientras que la insonorización está acorde a su segmento y a la calificación de premium.

En ciudad, al principio puede parecer un coche grande y poco manejable, pero a medida que nos adentramos en la urbe con él la sensación se reduce. Tiene una excelente vibilidad (excepto la trasera) y dispone de sensores de aparcamiento o aparcamiento asistido (opcional) para facilitar las maniobras.

En definitiva es un monovolumen con un caracter dinámico poco habitual en este segmento, en parte gracias a su potente y prestacional propulsor que apuesta más por una respuesta contundente que por el confort.

Consumo

En este apartado el BMW Serie 2 AT es bastante ahorrador, puesto que para su tamaño y fuerza, las cifras de consumo fueron en todo momento bajas. En autovía en nuestro recorrido habitual entre Madrid y Vigo, mostró un consumo medio de 5,3 litros a los 100 km.

Mientras que en carretera el consumo normal ronda los 5,5 litros a los 100 km, es fácil rodar por debajo de los seis litros. Mientras que ciudad, pese a que nuestra prueba siempre es por la ciudad de Vigo (con abundantes cuestas) el consumo medio en nuestro recorrido habitual es de 7,5 litros a los 100 km.