Bentley está ya preparando una nueva línea de ensamblaje para sus modelos eléctricos

Bentley, el fabricante de vehículos de lujo extremo perteneciente al grupo Volkswagen, acaba de iniciar el camino de la electrificación de su gama poniéndose manos a la obra para contar próximamente con una nueva línea de ensamblaje en su planta principal ubicada en Crewe (Reino Unido), que estará dedicada en exclusiva a la producción de modelos eléctricos.

El fabricante británico ha retrasado, sin embargo, un año el lanzamiento al mercado de su primer modelo totalmente eléctrico, que finalmente no será una realidad hasta 2027.

Durante la reciente presentación de los resultados anuales de la compañía, Bentley dio a conocer algunos detalles sobre su planeada transición a la movilidad eléctrica. El pasado mes de noviembre, la compañía reajustó su objetivo de convertirse en una fabricante exclusivo de vehículos eléctricos en 2030, retrasando esta meta cinco años hasta 2035.

Bentley ya no tiene tantas prisas por debutar en el mercado de los vehículos eléctricos de lujo extremo, pero su voluntad es la misma. En Crewe, el edificio más antiguo de la compañía, conocido como A1, está siendo transformado para albergar la producción de los futuros modelos eléctricos de la compañía.

Pero los trabajos que se están realizando en Crewe, van mucho más allá de la configuración de una nueva línea de ensamblaje. Bentley afirma que su deseo es convertir su sede en una “Fábrica de Sueños”, estrenando una nuevo taller de pintura y un centro de diseño, todo ello respaldado por una inversión de 2.500 millones de libras.

¿Qué podemos esperar de Bentley durante los próximos años?

El fabricante británico planea lanzar al mercado desde 2027 hasta 2035 un nuevo modelo con sistema de propulsión totalmente eléctrico o híbrido cada año, mostrando de este modo su respaldo a la movilidad sostenible. El primero de ellos, al que ya nos hemos referido anteriormente, será según la propia compañía un SUV de auténtico lujo urbano, diseñado, desarrollado y producido en Crewe. Adicionalmente, también sabemos que empleará la plataforma PPE desarrollada de forma conjunta por Audi y Porsche, dos marcas que también pertenecen al grupo Volkswagen.

Lo cierto es que los resultados financieros de Bentley correspondientes al año 2024 no han sido todo lo buenos que se esperaba. Las ventas cayeron un 10 por ciento, quedando finalmente en 2.648 millones de euros. Mientras que el beneficio operativo se redujo un 37 por ciento, cayendo a 373 millones de euros. Unas cifras que en la dirección de Bentley confían en poder mejorar en el medio plazo con la transición a la movilidad eléctrica. Estaremos atentos para comprobar si ésto es realmente así.