El Batmóvil de la película de 1989 a la venta por 28.000 euros

Ahora tenemos muchas películas de superhéroes en las pantallas de los cines y en las plataformas de streaming, pero hace unos años no era tan habitual tener este tipo de aventuras. Una de las primeras que nos trajo la magia de estos personajes en imagen real fue Batman, la mítica película de Tim Burton, que se estrenó en 1989. En esa película debutó el Batmóvil más famoso de la historia del personaje y hoy, se puede comprar una réplica (casi) exacta por 25.000 euros.

Este es el precio que se estima que alcanzará esta réplica que se fabricó hace unos diez y que pone a la venta por subasta Bonham en la March Auction que celebra el próximo día 20 de marzo. Se trata de un coche que encargo un empresario de Londres que gastó más o menos 107.000 libras esterlinas en su fabricación, alrededor de 125.000 euros, pero el precio de salida será muy inferior.

Chasis y motor

Aunque todas las piezas recuerdan al mítico coche de Batman, que se utilizó en las dos películas dirigidas por Burton, el chasis utilizado es el de un Ford Mustang de primera generación. El motor que lo propulsa proviene de Chevrolet y es un bloque de 5.7 litros que ofrece una potencia de 380 CV, más que suficiente para cumplir con las misiones nocturnas más exigentes.

La carrocería, sin embargo, es mejor no someterla a tiroteos, porque está fabricada con fibra de vidrio y no podra servir de protección al héroe que lo conduzca. Por cierto, este cuenta con el volante en la parte derecha y un completo cuadro de instrumentación. Para acceder, cuenta con una cabina como la del original, como si fuera un avión de combate, al que imita.

No tenemos detalles sobre otras características del coche, pero sabemos que es totalmente funcional y que puedes circular con él. Eso sí, en recintos particulares, porque necesita homologación para hacerlo por carretera. Puedes estar tranquilo, porque el reactor tampoco funciona, aunque con el motor que equipa, no se va a echar en falta.

Aunque se trate de un vehículo de exposición, no tiene por qué costar demasiado y se podrá fardar de un coche tan impactante visualmente como un superdeportivo, pero con ese toque fantástico que tienen las réplicas de los coches de cine.