Barcelona cuenta con 10.000 plazas en zona azul y 40.000 plazas de zona verde, destinadas a agilizar el tráfico y el estacionamiento en el centro urbano
Barcelona apuesta por una movilidad más limpia y aumenta las zonas de peatones
Las consecuencias del estado de alarma no son todas negativas, ya que varios ayuntamientos españoles están actuando para reducir el tráfico de vehículos
En mitad de la crisis causada por el estado de alarma por el COVID-19, los grandes ayuntamientos de han dado cuenta de algo bastante relevante: sin tráfico la contaminación disminuye y se respira mejor en las grandes ciudades. Así que se varios de estos consistorios de las principales ciudades españolas están listos para reducir el impacto de los vehículos contaminantes en sus calles.
Barcelona es una de las que primero ha actuado y desde el ayuntamiento han lanzado una propuesta para aprovechar este momento de baja contaminación y anunciar nuevas medidas que favorecerán la movilidad peatonal y de vehículos más limpios. La remodelación de algunas vías urbanas permitirá reducir el tráfico de coches en el casco urbano y potenciar el uso de transporte público y el desplazamiento a pie.
Más kilómetros para las bicicletas y los peatones
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha propuesto incrementar los kilómetros de carril bici y aceras para que se pueda circular de manera más sencilla y fácil por las calles de Barcelona. En el caso de los nuevos carriles bici, se habilitarán 21 kilómetros para circular en bicicletas. Si hablamos de nuevas aceras y zonas de paseo para peatones, se habla de un incremento de 12 kilómetros.
En la Diagonal y el Passeig de Gràcia se impedirá el acceso de los coches a los laterales en algunos tramos. En la Diagonal esto se producirá entre la Plaza de Francesc Macià y el Passeig de Gràcia, además de la zona comprendida entre esta vía y la calle Marina. Otras calles que verán modificadas las condiciones de tráfico serán las calles Consell de Cent, Girona y Rocafort.
En estas vías se establecerá una velocidad limitada a 30 km/h y la calzada la compartirán coches y bicicletas. Se eliminarán plazas de aparcamiento y las aceras se ampliarán cuatro metros más utilizando pintura en la calzada. En la Via Laietana se ampliarán las aceras hasta los 4,5 metros utilizando el mismo sistema de pintado en la calzada y el carril bus seguirá contando con un carril en ambos sentidos, igual que el resto de vehículos.
La paradoja que se ha producido durante el periodo en el que el estado de alarma ha estado en vigor es una caída en el uso del transporte público del 95%. El miedo a contagiarse por el uso de autobús y metro ha provocado que aumente el uso del vehículo particular. Sobre todo, teniendo en cuenta que cada vehículo solo puede ser ocupado por una persona y dos como medida excepcional.
Estas medidas también se van a implementar en otras ciudades, como Valencia, que está realizando alguna modificación de este tipo en calles céntricas, como la calle Colón, donde ha aumentado el espacio para peatones con pintura y ha habilitado nuevos carriles para transporte público.
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