Automuseu da Maia, una gran y recóndita colección de clásicos
A unos kilómetros a las afueras de Oporto se encuentra la localidad de Maia, hoy en día una “pequeña ciudad” dormitorio más pero que para los aficionados al motor acoge un preciado reclamo, su Automuseu. El Automuseu de Maia no es más que una forma de sacar partido a un gran stock de clásicos restaurados […]
A unos kilómetros a las afueras de Oporto se encuentra la localidad de Maia, hoy en día una “pequeña ciudad” dormitorio más pero que para los aficionados al motor acoge un preciado reclamo, su Automuseu.
El Automuseu de Maia no es más que una forma de sacar partido a un gran stock de clásicos restaurados y en venta salidos del taller de restauración del mismo. Su enclave es cuanto menos curioso y la primera vez no resulta fácil de encontrar puesto que se encuentra en la tercera planta subterránea del “Parque Central”, un aparcamiento público en el centro de la localidad.
No por ello está mal acondicionado ni tiene una mala ambientación pero que nadie espere encontrar junto a cada unidad una detallada información del mismo, tampoco son objeciones a tener en cuenta ya que la entrada es gratuita.
La cantidad de unidades expuestas es mayor de lo que esperaba, y eso que muchas de ellas (caras en especial) no las tenían allí. Nada más entrar nos recibe un Mercedes 300 SL Gullwing, un flamante e impecable “alas de gaviota” en color blanco del que nos separan unos 495.000 euros; la estrella del museo, claro. Quizás este os suene de algo porque ha tomado parte tanto en el I Rally Ciudad de Vigo de clásicos y en el X Rally Rias Baixas de clásicos, dos rallys que cubrimos en su día en este blog.
Podríamos estar aquí un buen rato narrando curiosidades e importantes datos del alrededor de centenar de modelos, pero trataremos de centrarnos en unos pocos ya que algunas marcas por su cuantitativa presencia en el panorama de los clásicos no suenan tanto como otras, son el caso por ejemplo de muchos Rolls-Royce, Bentley, Jaguar, Fiat, Triumph, Alpine, MG o Alfa Romeo. Unos que no encajaban de ninguna manera en este grupo es la pequeña colección de Riley, una firma británica fundada en el 1890 cuyos derechos posee hoy día BMW. Entre estos destacaba el 15/6 Merlin, producido entre 1935 y 1938 cuyo precio asciende hasta 100.000 euros.
Personalmente, me ha parecido interesante poder ver alguna vieja leyenda deportiva italiana que hasta ahora no había tenido ocasión, como el flamante y sobradamente conocido De Tomaso Pantera, o un Maserati Merak, nacido en la era Citröen y que montaba un V6 en posición central.
Mención también a un infiltrado un poco más moderno pero no menos raro, ya que un Ferrari 456 con el Rosso Corsa como opción no es muy frecuente; por cierto, su predecesor, el 412 también estaba por allí.
Si queréis ver una pequeña relación de los precios de algunos modelos podéis verla aquí, por otra parte, si lo que os interesa es conocer más acerca del museo o visitarlo, pasaos por su web oficial.
Fotos | Eduardo Mariz
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