El Audi RS5 sigue la estela del restyling con tímidas pero acertadas modificaciones
El Audi RS5 y el RS5 Sportback se han sometido a un restyling capaz de alterar tímidamente su estética y su habitáculo pero que respeta al V6 de su interior.
La segunda generación del Audi RS5 ha conseguido ganarse el respeto y admiración no solo de los clientes más pudientes, sino también de todo aquel amante de los deportivos. No en balde y pese a su éxito, la casa de los cuatro aros ha decidido someter a uno de sus retoños más emblemáticos a una ligera actualización. Gracias a esta, el Audi RS5 recupera la compostura con un aire más fresco y moderno mediante el cual se encauza de nuevo en esa senda que le permite posicionarse como una de las opciones de su segmento más atractivas.
Este restyling se encargó de permitir a las variantes más modestas tanto del A5 como del A5 Sportback aguantar mejor el paso del tiempo y, tras conocer al renovado S5 TDI, era cuestión de tiempo que el RS5 sufriese un lavado de cara. Estos discretos pero necesarios cambios los encontramos, fundamentalmente, a nivel estético, apartado con el que el deportivo alemán saca músculo.
Las principales novedades las apreciamos en sus paragolpes, los cuales se han aderezado de la mano una receta más agresiva que tiene como ingrediente principal unas tomas de aire de mayor tamaño que se complementan a la perfección con la más ancha singleframe. También debemos destacar los faros LED, que recurren ahora a un nuevo diseño que ya vimos en los A5 y A5 Sportback convencionales y con la que se consigue un aspecto más actual.
Con el objetivo de exaltar la deportividad del conjunto, los diseñadores de Audi han apostado por dos nuevas y exclusivas tonalidades denominadas azul Turbo y rojo Tango. El capó muestra también tres hendiduras en honor al emblemático Audi Quattro y las taloneras se han modificado para encajar mejor con las nuevas llantas de 20 pulgadas y diseño específico.
El habitáculo muestra pocos cambios y se sigue encontrando capitaneado por dos pantallas de 10,1 pulgadas y 12,3, siendo esta última la encargada de representar el Virtual Cockpit. El nuevo volante acompañado del botón RS y el nuevo menú deportivo del cuadro de mandos digital son las novedades más sustanciales que apreciamos en el interior del recién renovado RS5, zona en la que la fibra de carbono y Alcántara cobran un gran protagonismo.
El apartado mecánico, por el contrario, se mantiene inalterado pero, ¿para qué cambiar algo que ya está funcionando adecuadamente? Con esta premisa, el Audi RS5 sigue haciendo uso de un corazón V6 biturbo de 2.9 litros capaz de producir 450 CV y 600 Nm de par, cifras capaces de provocar que el coupé alemán cubra el 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y que alcance 280 km/h, unas prestaciones que se podrán disfrutar en España a principios del año 2020.
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