Audi RS2 Avant, el familiar que cautivó a medio mundo fruto de la colaboración con Porsche

El Audi RS2 Avant se lanzó en el mercado en el año 1994, convirtiéndose en el familiar más rápido del mundo ya que alcanzaba más de 250 km/h de velocidad máxima. Después de 27 años de su lanzamiento, aun este mítico familiar sigue siendo objeto de deseo de muchos aficionados del motor.

Desarrollado en colaboración con Porsche en Zuffenhausen, el Audi RS2 Avant se convirtió en un deportivo en el que poder llevar cómodamente a tu familia sin necesidad de renunciar a un comportamiento deportivo gracias a la respuesta de su motor, un bloque turboalimentado de 2,2 litros y cinco cilindros de sensaciones verdaderamente especiales con las que llevarse una buena sonrisa a la cara.

A la caza del M3

Este familiar nació del deseo de Audi de potenciar su imagen compitiendo con el BMW M3 E36, que por entonces no contaba con competencia y de la necesidad de Porsche, que por entonces atravesaba tiempos económicos realmente difíciles y que podía transmitir a los clientes de Audi esa esencia que todos los coches de la marca de Stuttgart poseen.

Con motivo del 25 aniversario de la salida de Zuffenhausen del ultimo RS2 Avant, se ha decidido hacer un homenaje a este icónico modelo reuniendo a Ralf Friese, Historiador Corporativo de Audi y a Michael Hölscher, quien fue Jefe del Proyecto RS2 en Porsche durante esos años.

Dos máquinas icónicas

Obviamente no iban a aparecer con las manos en los bolsillos, sino que Ralf Friese apareció con un RS2 en color verde Trópico desde Ingolstadt y Michael Hölscher en un 911 de color violeta metalizado proveniente del Museo Porsche en Stuttgart, dos modelos que comparten algunas piezas como los intermitentes, faros antiniebla o elementos reflectantes de la carrocería.

Porsche había ganado bastante reputación como colaborador de desarrollo externo con el Mercedes-Benz 500E, un vehículo con una gran historia que ya os contamos hace un tiempo con motivo de su 30 aniversario. Debido a eso, Audi decidió recurrir a Porsche para desarrollar este exclusivo familiar del que solo se fabricaron 2.981 unidades a lo largo de todo el mundo.

Lo mejor de cada uno

Audi proporciono los paneles de la carrocería pintados y Porsche se encargó del resto, una gran relación en la que ambos socios aportaban sus mejores conocimientos para dar como resultado a este unicornio del que hoy en día se hace verdaderamente difícil ver y que actualmente es muy cotizado.

Bajo el capó, el RS2 contaba con un motor de cinco cilindros en línea de 2,2 litros y 315 CV que supuso una revolución sobre todo por el turbocompresor que equipaba, un turbocompresor que empezaba a empujar de forma contundente desde bajas vueltas y que le permitían alcanzar hasta 262 km/h de velocidad máxima y hacer el 0 a 100 en solo 5,4 segundos gracias a su tracción a las 4 ruedas y a sus 410 Nm de par motor, cifras propias de un deportivo de hoy en día.

El RS2 Avant contaba con multitud de elementos que permitían diferenciar que no estábamos ante un Audi convencional, como sus llantas de aleación ligera en 17 pulgadas procedentes del CUP, las pinzas de freno rojas firmadas por Porsche, los retrovisores, los logotipos RS o sus paragolpes delantero y trasero. Michael Hölscher afirmaba que “alrededor de un 20% del RS2 procedía de Porsche”.

Tras una ruta por el antiguo circuito de Solitude, al norte de Stuttgart a los mandos del RS2 Avant y del 911 964, tanto Hölscher como Friese, disfrutaban de esas dos máquinas atemporales que ocupan un hueco en el corazón de todo entusiasta del motor. Pero hoy nuestro protagonista es el RS2, un coche que incluso algunos llaman el “Audi Porsche RS2” y que pasará a la historia como un modelo icónico e irrepetible.