Audi Q8 e-tron Coches Eléctricos
Audi anuncia el cierre definitivo de la planta de Bruselas el próximo mes de febrero
Esta planta de Audi en Bruselas fue comprada por el Grupo Volkswagen en los años 70 a un fabricante belga, con el objetivo de convertirla en uno de sus principales centros de producción.
La planta de Audi en Bruselas, ubicada en el municipio de Vorst, cerrará finalmente sus puertas a finales de febrero de 2025, convirtiéndose así en la primera planta del Grupo Volkswagen que deja de operar en Europa en décadas. La propia Audi ha comunicado esta decisión este pasado martes, tanto a los 3 mil empleados de la planta como a los sindicatos.
La planta de Bruselas, conocida anteriormente como Volkswagen Vorst, ha sido la encargada de la producción de modelos emblemáticos del grupo, desde los Studebaker de 1949 hasta el algo más reciente Audi A1. Actualmente de la línea de ensamblaje de la planta sale únicamente el Q8 e-tron, incluyendo también su variante Sportback. Un modelo cuya producción se trasladará a México.
La decisión de cerrar la planta es consecuencia de múltiples factores. El primero de ellos es la ubicación misma de la planta, situada junto a una línea de ferrocarril que limita su expansión y logística interna. Por otro lado, el volumen de producción del Q8 e-tron, como consecuencia de la baja demanda, ha sido muy inferior a la capacidad de la planta, que ha estado infrautilizada. En 2023 solo se produjeron 37.400 unidades, y las proyecciones para 2025 son aún más bajas.
El Plan B para evitar el cierre de la planta tampoco funcionó
A pesar de todo, tal y como ya os contamos hace algunas semanas aquí en HighMotor, Audi intentó atraer a inversores para mantener la planta en operación. Y aunque se reportaron hasta 26 interesados, ningún de ellos fue considerado como una alternativa factible por parte de Audi. Esta situación se agrava además por la inestabilidad de otras plantas del Grupo Volkswagen en Alemania, que también se enfrentan a la amenaza de ser cerradas.
El cierre de la planta de Bruselas no solo es un duro golpe para la economía local, sino también para los trabajadores. Aunque Audi se ha comprometido a no realizar despidos hasta el próximo 28 de febrero, el futuro laboral de estos empleados es muy incierto. El punto y final a la producción en esta planta es, por otro lado, el fiel reflejo del enorme desafío al que se enfrenta la industria europea del automóvil en su conjunto, ante la inevitable transición a la movilidad eléctrica y la cada vez mayor competencia con nuevos fabricantes, especialmente asiáticos, que hasta hace bien poco ni siquiera existían.
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