Audi A8 3.0 TDI clean diesel 262 CV Quattro, opinión y prueba
Nos ponemos al volante de una berlina con mayúsculas, del buque insignia de Audi. Hemos probado el Audi A8 3.0 V6 TDI clean diesel 262 CV Quattro con la caja de cambios automática de ocho relaciones, y en esta prueba analizamos con todo detalle esta cómoda y deportiva berlina alemana.
El día que recogimos al protagonista de nuestra prueba me dirigía a la sede de Audi España con cierta ilusión y nerviosismo, no es el primer coche de la marca que probamos, no es el coche más caro ni el más deportivo que ha pasado por nuestro equipo de pruebas, pero el Audi A8 es todo un icono dentro de la marca alemana y no todos los días se tiene la ocasión de probar el buque insignia de Audi.
Nos hemos decantado por el motor diesel de acceso, se trata de un propulsor de tres litros y seis cilindros en V que se ha actualizado por completo y ofrece una potencia de 262 CV. El siguiente motor diesel disponible es el potente 4.2 V8 TDI de 385 CV, creímos que el motor de 262 CV era más que suficiente y no nos ha defraudado. El Audi A8 es una gran berlina con mayúsculas y un coche que sorprende.
Diseño exterior: elegancia y deportividad
En 2014 sufrió un rediseño exterior que perfiló sus líneas, su imagen es imponente, es grande (5,13 metros de largo), algo que notaremos a la hora de aparcar incluso en los parkings. Al circular por las calles no pasa inadvertido, su robusto frontal con la enorme parrilla Audi o los faros con tecnología LED (Faros Matrix LED) anticipan que no estamos delante de un Audi cualquiera.
Lateralmente destacan las enormes llantas de aleación de 21 pulgadas y los cristales tintados (de mayor grosor, aislantes dobles e insonorizantes) que le aportan el toque deportivo. Los neumáticos de nuestra unidad son unos Dunlop SP Sport Maax GT con medidas 275/35 R21, los cuales se comportan de forma sublime en carretera mostrando en todo momento un buen agarre.
En la zaga volvemos a ver líneas sencillas, marcadas y elegantes, destacando el cromado que recorre toda la parte inferior de los faros (con tecnología LED) y el toque deportivo lo aportan las dos salidas de escape rectangulares y cromadas. En el exterior del Audi A8 hay cuatro cámaras que ofrecen una visión de 360º del entorno del coche, en total tiene una cámara frotal, otra trasera y dos bajo los retrovisores, destacando el gran angular de la cámara frontal y trasera.
Diseño interior: espacioso y de calidad
Cuando nos sentamos al volante, lo primero que salta a la vista es la calidad de los materiales. El diseño del salpicadero es bastante sencillo (pese a que nuestra unidad ha recibido un restyling en 2014, el salpicadero no ha sufrido cambios desde 2010) destacando el uso de cuero en la parte superior, materiales agradables al tacto en el resto de zonas o las inserciones de acero pulido. En la parte superior sólo está la pantalla de navegación (con navegador de serie y accionamiento automático), todos los botones se concentran en el tren central, son bastantes pero una vez que nos acostumbramos son fáciles e intuitivos de usar.
La postura de conducción es muy cómoda, con buena visibilidad. Los asientos delanteros son de cuero microperforado con calefacción y ventilación, además disponen de reglajes eléctricos y memoria. Tenemos a nuestra disposición múltiples ajustes para encontrar la postura que más nos agrade para conducir (ajuste del respaldo, ajuste en longitud, ajuste de la parte superior del asiento, ajuste lumbar, ajuste de los laterales, ajuste de la altura del cinturón…) e incluso función de masaje con varios programas, donde podemos regular la intensidad del programa o la zona de masaje.
Diferentes ajustes eléctricos de los asientos y la función masaje con varios programas
El tren central es bastante elevado, dispone de un pequeño hueco posavasos donde va el cenicero (y donde dejar la llave por ejemplo) y después de un hueco de tamaño pequeño bajo el reposabrazos delantero (donde dejar el móvil por ejemplo), aunque no hay demasiados lugares donde dejar las cosas en las plazas delanteras, y los que hay son de pequeño tamaño incluso la guantera principal.
Desde las plazas traseras
El Audi A8 es un coche tan divertido al volante como cómodo con chofer. Las plazas traseras son propias de un jefe de estado, dos enormes asientos y la plaza central se abate en forma de reposabrazos, escondiendo una guantera y los mandos de la climatización independiente trasera. El confort es sublime, nuestra unidad contaba con los cristales tintados que además tienen doble grosor y en combinación con la excelente insonorizacion del coche y su suspensión neumática, cualquier viaje es sumamente cómodo.
Hay espacio más que suficiente para piernas y para cabeza, además de contar con tomas de 12V en el tren central, dos salidas de aire e incluso ceniceros en las puertas. De noche la iluminación ambiental con luces en pies y en el lateral, ofrece una luz blanca elegante y una atmósfera tranquila (ideal para descansar tras un día de negocios ajetreado y consultar nuestro smartphone sin dejarnos los ojos en ello). Si queremos más confort, hay una lista enorme de extras para mejorar el confort y equipamiento de las plazas traseras.
En el apartado de huecos como ya hemos adelantado, en la parte delantera tiene varios huecos pero de pequeño tamaño mientras que en las plazas traseras dispone de guanteras en las puertas de tamaño normal y de un hueco en el reposabrazos central. Un detalle que nos ha gustado son los huecos que tiene en los reposabrazos de las puertas, donde entran unas llaves o incluso un móvil que no sea muy ancho. El maletero tiene una capacidad de 490 litros, el portón es de accionamiento eléctrico y dispone de una rueda de repuesto de menor tamaño que las que equipa el coche (19 pulgadas).
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¿Es clean diésel… de verdad?